Los pueblos de América Latina siguen construyendo sus mundos otros, muy lentamente, a contracorriente, en la oscuridad de la vida cotidiana, lejos, muy lejos de las campañas que derrochan...
Detrás de la noción de desarrollo hay un asunto mayor y más grave: la profundización del imperialismo económico. Las mismas empresas que han explotado...
El fascismo social se manifiesta en la vida cotidiana de múltiples maneras: en la violencia, el machismo, la intolerancia, el culto a la fuerza bruta, la defensa de la propiedad privada como si fuera sagrada, el individualismo extremo… pero también en la indolencia, complicidad y justificación de lo que es injustificable y todo eso lo vivimos en los minutos y en las horas siguientes los que allí estábamos.
Y en un mundo de superpoblado de esperpentos como los Trumps y los Bolsonaros, los Macris y los Macrones todo esto es una buena noticia porque el “canto del gallo galo” bien podría despertar la rebeldía dormida…
Y, cualquiera que sea su salida, este movimiento habrá revelado la existencia de un inmenso campo de capas populares que debe constituir una auténtica tierra de misión para esas organizaciones en los meses y años venideros.