Sea como sea, a mi modesto parecer tenemos que hacerle caso a mi amigo y compañero Carlos Moya, cambiando nuestra forma de actuar. Carlos le asegura a quién quiera...
El armisticio que celebran no fue «la paz», que solo podía haber surgido de la superación del capitalismo, sino una tregua para derrotar a la Revolución y poder seguir haciendo la guerra. Hoy también.