Amiga, amante, compañera, que sólo tú eres la dueña, de tu cuerpo y de tu alma... Quisiera amarte,
desnuda, dulce y morena bañada por la lunaa orillas del mar.
Es, podría aventurarse una especulación, como si Kafka, desde otras esferas, hubiera lanzado una suerte de maldición porque un inquieto colombiano descifró lo que...