Patético resulta comprobar asimismo las enormes listas de espera de los hospitales, cómo sus pabellones se clausuran y sus cirugías se posponen por falta de medios. Así como centenares...
El sector político de ultraderecha que desde un principio se opuso al cambio de la Constitución del genocida dictador Augusto Pinochet, ahora paradójicamente, deberá...
En memoria de Patricio Bañados Aunque en sus evaluaciones electorales los partidos políticos suelen desconocer sus derrotas y expresan siempre remilgos respecto de los...
Un modismo castellano reza: « No pierden nada por esperar ». Quienes detentan el poder en Chile, la costra política parasitaria y sus comanditarios, No pierden...
El entrenamiento de mercenarios colombianos y venezolanos en territorio colombiano y estadounidense, en complicidad con el gobierno de Iván Duque, que en una cantidad aproximada de 734 efectivos, se estarían aprestando para ejecutar acciones de falsa bandera (falsos positivos), portando uniformes e insignias del ejército venezolano, del lado colombiano de la frontera.
La Casa de Papel en versión latinoamericana tiene un final diametralmente opuesto a lo que ocurre en la serie. En la ficción, el dinero se lo queda un grupo de gente anónima, pero en la realidad el botín impreso va a parar a la cuenta de resultados de unos cuantos bancos a costa de las economías de la región. Veremos qué pasa en la próxima temporada.
Sostengo que hemos derrotado al imperio norteamericano, aun cuando la batalla de Ayacucho de esta guerra aún no se ha librado, porque el sólo hecho de haber podido resistirla estoicamente, manteniendo intacta nuestra moral de combate y acrecentando nuestros valores socialistas, constituye no sólo un triunfo en sí mismo, sino el mayor de los auspicios para lo que sería, a no dudar, el gran Vietnam de la América Latina.