La noche del martes 22 de febrero de 2022 se tiñó de sangre y fuego

Teo nunca se rindió y por su dedicación no sólo le tocó esquivar a las balas sino a los Fiscales quienes intentaron meterlo preso más de una vez. 

El asesinato de Teofilo Acuña y de Jorge Tafur, dos compañeros y grandes luchadores sociales nos produjo mas cólera de la ya acumulada. A Teofilo lo conocimos en noviembre de 2003 cuando por invitación de algunos colectivos llegó a París con el fin de dar la alarma sobre los atropellos, asesinatos e impunidad dirigidos contra campesinos y líderes sociales en el Sur de Bolivar. Testimonio que fue presentado durante el Tribunal Internacional de Opinión del 29 y 30 de noviembre de 2003 (Caso Sur de Bolívar).  El Jurado Internacional constituido por Sophie Thonon de Francia: Presidente, François Houtart de Bélgica, Mierille Fanon-Mendéz de Francia y el sacerdote Javier Giraldo de Colombia, entre otros.

Su afirmada personalidad y el rigor en su trabajo fue una base más para que todos aquellos que no lo conociamos lo consideraramos uno de los nuestros. Años mas tarde regresó de nuevo a París y algunos miembros del TIO (Tribunal Internacional de Opinión), organizamos varias conferencias y luego lo acompañamos a la ciudad de Bruxelas para que diera su testimonio sobre la oscura y dificil situación del campesinado colombiano, en el Parlamento Europeo y algunas entrevistas en los medios de comunicación. Donde con la humildad de los grandes hombres se granjeó respeto y admiración.

Desde entonces y durante todos estos años fuimos testigos del valor de su trabajo. Ni las miles de acusaciones en su contra, ni las injustas detenciones, ni las amenazas  ni las agresiones de todo tipo lograron doblegarlo jamás .

Hoy París amaneció frio y más aun cuando nos alcanzó la noticia triste de que fue asesinado por la guerra sucia del Estado colombiano y sus garras paramilitares. También los asesinos se ensañaron en la humanidad de Jorge Tafur.

A sus familiares y compañeros de lucha les hacemos llegar un abrazo de solidaridad. A Teo y Tafur no los olvidaremos. La lucha continua y otros recogeran sus banderas.

La Pluma y el Tribunal Internacional de Opinion TIO Francia
23 de febrero de 2022

«No somos jueces somos testigos.
Nuestra tarea es hacer posible que la humanidad sea testigo de estos crímenes horrendos y ponerla del lado de la justicia.. »
Bertrand Russell
 

HOMENAJE: LECTURAS RECOMENDADAS POR LA PLUMA Y TIO

Teo Acuña: un ejemplo de lucha
Por: Gearóid Ó Loingsigh

El martes 22 de febrero, sicarios del Estado asesinaron a dos dirigentes populares, Teo Acuña y Jorge Tafur.  No conocía a Jorge, pero su camino es parecido al camino que tomó Teo, uno de lucha popular y abnegada dedicación a la causa de las comunidades del Sur de Bolívar y el Sur del Cesar.

La persecución de Teo no es reciente, cuando lo conocí en 2001, ya llevaba muchos años como un perseguido del Estado y las multinacionales. En los noventa las multinacionales pusieron sus ojos sobre el Sur de Bolívar en busca del oro que explotaban los pequeños mineros y las comunidades.  Y como el puesto del sol nos trae la noche, las multinacionales trajeron los paramilitares a la región para facilitar la entrada de esas empresas.  Eran otros tiempos, antes de las cruzadas de relaciones públicas, los gobiernos extranjeros y ONG que siempre intentaban suavizar la realidad.  Los paras dijeron “venimos por el oro”, el gobierno de Samper y luego de Pastrana cambiaron la legislación minera para garantizar que los paramilitares no masacraron en vano, para que el grotesco espectáculo donde los paras en Río Viejo, jugaron futbol con la cabeza del dirigente minero Juan Camacho se cotizara en las bolsas de valores de Nueva York, Londres y Toronto.  Teo estaba en medio de la resistencia a esos procesos y las masacres de sus compañeros.

En 1998 fue uno de los dirigentes que organizó el Éxodo Campesino tomando la ciudad de Barrancabermeja durante 103 días y fue uno de los firmantes del Acuerdo con el gobierno de Pastrana. Regresó al territorio y vivió y resistió el asedio paramilitar y los centenares de muertes y la desaparición de su compañero de lucha y también firmante del acuerdo, Edgar Quiroga. Las comunidades vivieron un bloqueo de alimentos y medicamentos ante la complaciente mirada de las autoridades locales y nacionales. A Teo y los demás dirigentes entrar y salir de la región fue muy complicado.  Tenían que caminar por rutas largas, esquivando tanto los paramilitares como el Ejército, los dos lados de la misma moneda.  La ruta directa para salir de la zona, era el camino a la muerte donde los paramilitares y el Ejército lo esperaban.

Así cuando conocí a Teo tenía una fuerza. Podía cargar mucho peso en sus caminatas por las montañas combinado con la velocidad de un correcaminos. De hecho, cuando me acompañó en mi entrada al Sur de Bolívar para hacer el trabajo de campo para el libro La Estrategia Integral del Paramilitarismo, caí en cuenta que varias personas en la región hablaban de él como el correcaminos. Él hacía las rutas en la mitad del tiempo de los demás, y sin embargo, cuando caminaba con otros siempre iba al paso del más lento y me contó entre risas que una vez alguien que no quiso mostrar ese respeto los adelantó y se perdió.  Pues él era solidario hasta a la hora de caminar.

Luego del bloqueo vino la entrada de las multinacionales, de los proyectos minero-energéticos y de agronegocios, Teo luchó todos estos años por la permanencia en el territorio y contra los intereses nacionales y extranjeros que pretendían con el apoyo del Estado expulsarlos.  Participó en el Tribunal Internacional de Opinión: Caso Sur de Bolívar para llevar la denuncia a un público internacional. Claro ese Tribunal no se hizo de un día al otro y Teo fue durante unos años, uno de los organizadores de ese Tribunal como luego la Caravana Humanitaria que intentó romper ese bloqueo.

Teo nunca se rindió y por su dedicación no sólo le tocó esquivar a las balas sino a los Fiscales quienes intentaron meterlo preso más de una vez.  No pudieron matarlo en ese entonces, aunque no fue por una falta de ganas, sino por las medidas que Teo mismo y las comunidades tomaron. Esas medidas no eran una garantía de nada, como hoy sabemos y muchos otros cayeron bajo las balas del Estado y las multinacionales a lo largo de los años.  Teo vio como una y otra vez asesinaron a sus compañeros de lucha, tenía plena conciencia de los riesgos que corría, pero nunca dudó en seguir su camino.

Desde que las multinacionales expresaron su interés en la zona las comunidades viven un asedio constante, un río de sangre y la presión del Estado que nunca cedió ni un milímetro, ningún presidente dio tregua, todos, Samper, Pastrana, Uribe, Santos y Duque nunca renunciaron a sus intentos de apoderase de la región y nunca retiraron sus perros: el Ejército y los paramilitares.

El mejor homenaje que podemos hacer a Teo y también a Jorge es la victoria; la victoria de las comunidades sobre las multinacionales, sobre los planes de desarrollo del Estado que pretenden expulsarlos por las buenas o las malas y sobre los gobiernos extranjeros que envían muestras de solidaridad  a las comunidades a la vez que envían sus multinacionales, sus asesores de desarrollo y sus negociadores de tratados comerciales que pretenden empobrecer al país.

También la verdad será otro gran homenaje.  No debamos aceptar que en unos años algún general vaya a la JEP u otra instancia para lamentar el asesinato de Teo y “confesar su error”.  Lo de Teo y Jorge no fue ningún error, ningún desliz, a Teo y demás compañeros agro-mineros del Sur de Bolívar los persiguieron durante décadas, los asesinaban, los encarcelaban. No fue ningún error ni hecho lamentable fue una estrategia de larga duración del Estado y las multinacionales y deben pagar todos: los funcionarios, los presidentes del país, las juntas directivas de las empresas, los que redactaron las leyes que facilitaron esa arremetida durante todo ese tiempo. Y la permanencia en el territorio de esas comunidades es la victoria que merece Teo.

Fue un honor conocerlo, caminar con él y su asesinato me produce un tremendo dolor.  Colombia perdió un gran luchador, que nunca pudieron doblegar, nunca pudieron vencer, así lo mataron.  ¡Hasta siempre compañero!

Fuente: El Salmon, 23 de febrero de 2022

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Nos mataron a Teo

por

¿A todas esas familias campesinas que quedan a la deriva, es posible explicarles que a Teo lo mataron por exigir lo justo? Por denunciar que un gamonal llamado Rodrigo López Henao llevaba años intentando desplazar a decenas de familias que viven en El Guayabo a orillas del Magdalena; por decir, sin titubeos, que el Estado permitió que el paramilitarismo intentara exterminar la Federación Agrominera del Sur de Bolívar; por denunciar que Alirio Díaz financió al grupo paramilitar ‘Héctor Julio Peinado Becerra’ para despojar, acaparar y cooptar la Alcaldía de San Martín, donde secó ciénagas con sus ejércitos de búfalos, y de un tiempo para acá amenaza las comunidades que llevan más de 5 años decididas a recuperar lo que les fue quitado.

El 16 de febrero la Comisión de Interlocución del sur de Bolívar, centro y sur del Cesar había denunciado que hombres armados, en compañía de Wilmer Díaz, hijo de Alirio Díaz, amedrentaron e insultaron a varios habitantes de Terraplén, corregimiento de San Martín, municipio del Sur del Cesar, zona en la que Teo orientó las recuperaciones de tierra, la conservación de lo poco que queda de las ciénagas, y la esperanza de un proyecto de vida productivo y digno para los campesinos. Dos días después, la comisión de la que era su neurona más importante, denunció que integrantes del ejército y la policía, acompañados por el alcalde municipal, agredieron, dispararon, amenazaron y tildaron de guerrilleros a algunos campesinos en la misma zona. Ayer, después de ser entrevistado por el medio Tercer Canal y profundizar en las denuncias contra el alcalde y el comandante de policía, Teo fue asesinado en zona rural de ese municipio.

Teófilo Acuña era una autoridad moral en la Serranía de San Lucas, porque ese milagro montañoso era como otro dedo de su mano, como una ramificación de su conciencia. Fue alguien que navegó esos brazos en los que se desmiembra el Magdalena, que conocía como pocos sus conexiones ecosistémicas, y las consecuencias socioambientales que podría causar la ambición extractiva en la estrella fluvial de Colombia. Teo tenía muy bien justificadas sus quejas, y muy amasadas sus propuestas. Siempre estuvo en peligro, pero siempre puso la cara.

Antes de tiempo vuelve a la tierra uno de sus mejores frutos. La demencia de los dueños del Estado nos sigue arrebatando hombres y mujeres que, al parecer, solo para nosotros resultan imprescindibles. Unos pocos siguen buscando consuelo en el martirio de tantos. Por noble, por llamar las cosas por su nombre, por inquebrantable, por preocuparse por lo que el Estado nunca, por no dejarse amedrentar con la cárcel, por ser el redentor de tantos campesinos, ¿por eso lo mataron? Nuestro maestro anfibio no puede convertirse en una cifra más de nuestro deporte nacional. Sería ingrato con él permitir que su legado lo enmarañe la impunidad estatal.  

Duele el dolor que debe querer estrangular a su compañera Liceth. Seguro el Magdalena también desbordará en llanto por Teo, seguro el río también se siente huérfano. Qué angustia, qué impotencia, qué desamparo. Qué horror saber que es el Gobierno –quien con su acción u omisión– es el que los está matando.

Fuente: Periferia, 23 de febrero de 2022

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ASESINARON a Teo y Tafur

#ALERTA #DENUNCIA

Compas, con inmenso dolor les informamos  que alrededor de las 09:45 p.m del día de hoy 22 de febrero de 2022 ,en el corregimiento de Puerto Oculto, San Martín (Cesar), delate de familiares y amigos fueron asesinados dos importantes líderes sociales, Teófilo Acuña Ribón y Jorge Tafur, portavoces de la Comisión de Interlocución del Sur de Bolívar, Centro y Sur del Cesar, Sur del Magdalena y Procesos de los Santanderes (CISBCSC).

Una vez más la guerra sucia del Estado colombiano se ensaña con el Campesinado del CNA, acaban de asesinar a nuestros compañeros TEÓFILO ACUÑA Y JORGE ALBERTO TAFUR en el corregimiento de Puerto Oculto en el municipio de San Martín – Cesar;

Teófilo Acuña venía siendo perseguido y víctima de un montaje judicial auspiciado por el Estado Colombiano.
Jorge Tafur era miembro de la nueva Junta Nacional elegida en el mes de noviembre de 2021 en el marco de la #VIIAsambleaCNA
Ambos líderes reconocidos del @CNA
Hace un par de días los compañeros habían denunciado que la policía y alcalde de San Martín César estaban amenazando y hostigando a las comunidades víctimas de la violencia y actuando de la mano con el terrateniente Wilmer Díaz

Fuente: Coordinador Nacional Agrario CNA, 22 de febrero de 2022

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Mensaje de su compañera Liceth

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Téofilo Asesinado

Por el Equipo Jurídico Pueblos

Los históricos dirigentes agrarios Teófilo Acuña Ribón y Jorge Tafur fueron asesinados el 22 de febrero de 2022 en horas de la noche, en el corregimiento de Puerto Oculto, San Martín (Cesar), delante de familiares y amigos. Eran portavoces de la Comisión de Interlocución del Sur de Bolívar, Centro y Sur del Cesar, Sur del Magdalena, y pertenecían al Congreso de los Pueblos.

“En el municipio de San Martín hace presencia grupos paramilitares que operan abiertamente con apoyo del Ejercito Nacional. El asesinato de TEÓFILO y JORGE es un CRIMEN DE ESTADO. La responsabilidad de los hechos debe apuntar más allá de los sicarios que accionaron sus armas. Los máximos responsables están en el ejecutivo nacional en cabeza del presidente Iván Duque, la cúpula militar y los altos directivos de las empresas multinacionales que se benefician con el accionar paramilitar”.(Texto del Equipo Jurídico Pueblos).

A denunciar con valor
a este gobierno asesino
porque el que murio luchando
vive en cada campesino

Seguro el Magdalena también desbordará en llanto por Teo

Lea en La Pluma: Colombia: Manifiesto por la paz, hasta la última gota de nuestros sueños