La reforma laboral como motor económico de Colombia

Hasta los resultados más modestos prevén un impacto positivo de la propuesta en los salarios, el consumo, el crecimiento económico y la generación de empleos. No extraña que las fuerzas conservadoras y proempresariales —los verdaderos «Jefes» que alude Shakira en su canción homónima— estén decididas a frenar la reforma. Pero vale la pena recordar: el pueblo es el soberano originario y ahora, convocado a una consulta popular, será el que decida por el futuro de la fuerza trabajadora del país. 

En un sentido amplio, la propuesta de Reforma Laboral que impulsa Gustavo Petro, presidente de Colombia, tiene dos objetivos: recuperar derechos perdidos tras décadas de precariedad obligada y legitimar los reclamos pendientes de las mayorías colombianas, creadoras de la riqueza del país pero que han sido históricamente excluidas. Es una cuestión de justicia social, sí. Pero no sólo. El proyecto de ley también destaca por su propuesta de eficiencia económica, un principio del que el modelo de crecimiento empobrecedor neoliberal, impuesto deliberadamente en Colombia en los últimos años, no puede presumir. 

La propuesta

Sobre el primer propósito, la reforma busca revertir los efectos regresivos de la Ley 789 de 2002 implementada durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez y por la cual se consagró la flexibilización del mercado laboral abonando así a la informalidad que hoy representa más del 50% de la actividad económica y afecta a más de 12,9 millones de personas con trabajos precarios y sin garantías.

Los desequilibrios en las relaciones de trabajo y las severas consecuencias que esto ha representado para la economía nacional se piensan combatir así:

Más estabilidad, menos precariedad

Ley 789 de 2002: Se debilitó la estabilidad laboral al favorecer la contratación temporal y la tercerización, permitiendo a las empresas evadir costos asociados a seguridad social y prestaciones. También se flexibilizaron los despidos, reduciendo costos por indemnización a los empleadores.

Reforma Laboral de Petro: Plantea la prohibición de contratos de «prestación de servicios», cuando hay una relación de subordinación, obligando a las empresas a contratar con todas las garantías laborales. Para ello, se establecería el contrato indefinido como modelo base para nuevas contrataciones, sin descartar otras modalidades.

Además, establece que los despidos de embarazadas, personas en condición de pre-pensión y trabajadores con discapacidad sólo podrán hacerse con justa causa y orden judicial.

La reforma laboral produciría un crecimiento sostenido en la economía que permearía a todas las ramas de actividad

Pagos y horarios justos 

Ley 789 de 2002: Redujo el horario nocturno, estableciendo que la jornada diurna se extendía hasta las 21h. Esto significó que trabajadores que antes recibían hasta un 35% más sobre su salario base por recargos nocturnos a partir de las 18h, dejaron de percibirlos perdiendo así ingresos adicionales. 

Reforma Laboral de Petro: Busca restablecer el horario nocturno desde las 18h, lo que tendría un impacto positivo directamente sobre el valor por hora de trabajo y permitiría que los trabajadores reciban el pago adicional por este tipo de jornada. 

Revaloración de las horas extras, domingos y festivos

Ley 789 de 2002: Redujo el recargo por trabajo en domingos y festivos del 100% al 75%, disminuyendo los ingresos de quienes laboraban en estos días.

Reforma Laboral de Petro: Propone restablecer el 100% de recargo para el trabajo en domingos y festivos.

Otros aspectos

    • Introduce actualizaciones respecto a nuevas modalidades de empleo como protecciones para los trabajadores de plataformas digitales, obligando a empresas como Uber y Rappi a cubrir el 100% de los aportes a seguridad social si el trabajador no lo hace. 
    • Incorpora un enfoque de género con medidas como días libres para personas con menstruación incapacitante y licencias para parejas del mismo sexo que adopten, promoviendo así mayor igualdad en el ámbito laboral. 
    • Pone fin al contrato oral para el trabajo doméstico, exigiendo su formalización por escrito. 
    • Propone formalizar el contrato de aprendizaje, asegurando que su remuneración no sea inferior a un salario mínimo. 

Respecto al segundo objetivo, la reforma implicaría la incorporación de leyes laborales que cumplan con las normas internacionales del trabajo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), como derechos como la libertad de asociación, el derecho a organizarse y el derecho a la negociación colectiva.

Se prevé la creación de entre 600 mil y 1 millón de empleos de jornada completa

¿Qué impacto tendría en la economía colombiana?

Estimaciones del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica CELAG,  indican que la Reforma Laboral de Petro generaría un aumento en la masa salarial de entre 3,2% y 10,7% en su primer año de implementación. Este incremento impulsaría el consumo de los trabajadores y, como consecuencia, aceleraría el crecimiento económico dándole un empujón adicional al PIB de entre 1,2% a 3,6%.

Los sectores que más se beneficiarían incluyen textiles, madera, salud, educación, administración pública, sector financiero, metalurgia, inmobiliario, producción de alimentos, bebidas y tabaco, hoteles y restaurantes, con crecimientos de entre 4,1% y 8,4%. Además, se estima que la reforma generaría entre 600 mil y más de 1 millón de empleos a jornada completa.

Hasta los resultados más modestos prevén un impacto positivo de la Reforma Laboral de Petro en la economía colombiana. Son datos que, además, contradicen la postura del establishment colombiano difundida en los medios de comunicación anti-reforma, quienes reproducen una visión egoísta y limitada en la que el salario es visto únicamente como un costo sin reconocer que también es un motor de demanda que impulsa sus ingresos, ganancias e inversiones. Tampoco advierten la paradoja de afirmar que el aumento salarial destruirá empleos, sin reconocer que décadas de bajos salarios no lograron generarlos. 

No extraña que las fuerzas conservadoras y proempresariales —los verdaderos «Jefes» que alude Shakira en su canción homónima— estén decididas a frenar la reforma. Pero vale la pena recordar: el pueblo es el soberano originario y ahora, convocado a una consulta popular, será el que decida por el futuro de la fuerza trabajadora del país. 

Crismar Lujano

Fuente: Diario Red, 27 de marzo de 2025

Editado por María Piedad Ossaba