El discurso de Milei no sirve para nada, excepto que se quiera abultar esa nada con la escoria que esta deja como resto. Dice las mismas cosas de siempre, no marca ninguna agenda porque todo lo que ha dicho ya lo dijo mil veces con la misma violencia, porque lo que dijo ya fue dicho y ejecutado por dictaduras y gobiernos democrático burgueses, capitalistas neoliberales, en mayor o menor grado.
En lo que dice Milei no hay mucha novedad entonces, el Pacto bizarro de Mayo tendrá la relevancia que los gobernadores le quieran dar, así como de las leyes que lleve al congreso tendrán que dar cuenta los legisladores.
Mientras tanto el río subterráneo, o que emerge en tramos, de la movilización popular va fluyendo, se precipita o se encharca, cuando todo está en juego y este es el movimiento fundamental.
Lo concreto es que Milei está llevando a este país a la miseria más atroz, en todos los sentidos. Es un gobierno violento, negacionista, antiderechos, antipopular, antiobrero. Hemos conocido otros, este va muy rápido, como la decadencia del capitalismo, y la descomposición de un orden político que ha consolidado a los poderosos punto a punto.
La escena de ayer fue una escena fascista (disculpen la palabra, y no se pongan nerviosos), totalitaria. No voy a entrar en detalles, pero baste decir que el foco era único y total, toda oposición con cuerpo, todo relieve, fue sistemáticamente borrado.
Vendrá o vendrán a Córdoba, cuna de Conan, el perro fantasma, y de las facciones monárquicas allá por el 1810, que se resistían a la revolución de Mayo, Córdoba reaccionaria, la que dio la logística para el golpe asesino de 1955, la Córdoba de Menéndez, a la derecha de Videla, del Cardenal Primatesta, sostenedor impertérrito del orden expoliador, como toda la runfla episcopal que bendice a milicos y explotadores. Córdoba, finalmente, la madre del cordobesismo, ese acuerdo de los poderes reales que eligen sus representantes para las elecciones y luego les ponen el sellito: UCR; PJ, JXC, cualquier cosa.
Córdoba insurrecta ha tenido su cita intensísima con la historia, sus nombres propios, sus grandes movimientos colectivos. Ella guarda aún una profunda verdad de la que hemos sido despojados de muchos modos y por muchas manos.
No marcaré los hitos ni diré los nombres de la rebeldía y la desobediencia en este breve texto, los dejo para que quienes quieran los murmuren como una suerte de plegaria política, como el linaje que aún podemos elegir.
¿Vamos a luchar?, dónde, cómo, con quiénes, cuándo, para qué. Ya no hay más tiempo, ni más tela, ni más fideos en la olla, ni más leche en los vasitos de lxs pibxs, ni queda nada excepto la promesa de un mayor dolor.
Córdoba la Docta, cuna también del disimulo, del cinismo, de la hipocresía. Los grandes vicios académicos, viejos como la universidad. Contamos con tratados medievales al respecto. Qué hará la Docta, la Docta y Santa, recordando a Nicolai y su célebre discurso de despedida de esta ciudad, cuyas entrañas están hendidas, partidas por el cuchillo de la historia, por la muerte y la vida, que, otra vez, están ante nosotrxs. Los dos caminos, la devastación o la revuelta.
Flavia Dezzutto
Publicado por Pájaro Rojo, El blog de Juan Salinas /6 de marzo de 2024
Editado por María Piedad Ossaba