¿Cuándo tendré edad para saberlo?

Ayer me encontré en las redes con la pintada de un niño en una tapia y a punto de cerrar su pregunta con el signo de la interrogación: “Los reyes magos no existen, el hombre del saco no existe, Papá Noel no existe, la cigüeña de París no existe, el ratoncito Pérez no existe… ¿Cuándo tendré edad para saber lo de Dios?

La religión es la vacuna más antigua y efectiva que conoce la humanidad. Las iglesias, desde que el lucro ascendió a los cielos, se ocupan de administrar las dosis necesarias que protejan al género humano del mayor enemigo que tiene Dios: las preguntas.

Cuando hablamos de Dios hablamos de fe, no de ciencia, y la fe se suministraa través de la ignorancia convirtiendo a los creyentes en hombres de provecho y a las devotas en mujeres de bien, siempre bajo el divino amparo de la fe como antídoto ante la duda.

El escritor Ambrose Bierce decía que la fe es la “creencia sin pruebas en lo que alguien nos dice sin fundamento sobre cosas sin paralelo”.

La religión, la mentira que más vidas ha costado en la historia de la humanidad, te protege del miedo que ella misma genera, te consuela del engaño que te cobra, te ampara de la dudas que provoca su relato, y te propone la fe como alternativa al pensamiento.

Ayer me encontré en las redes con la pintada de un niño en una tapia y a punto de cerrar su pregunta con el signo de la interrogación: “Los reyes magos no existen, el hombre del saco no existe, Papá Noel no existe, la cigüeña de París no existe, el ratoncito Pérez no existe… ¿Cuándo tendré edad para saber lo de Dios?

(Preso politikoak aske)

Koldo Campos Sagaseta, Columna Cronopiando para La Pluma,  4 de febrero de 2023

Editado por María Piedad Ossaba

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