Organización de Cooperación de Shanghai (OCS)

Hasta la fecha no existen vínculos concretos establecidos con países de ALC, ni con los mecanismos de integración de la región latinocaribeña.

Conformada por 8 Estados miembros y 4 observadores, se plantea promover la cooperación política, comercial y económica, entre otras áreas de mutuo interés.

Integrantes

Ocho Estados miembros: China, India, Kazajstán, Kirguistán, Rusia, Pakistán, Tayikistán y Uzbekistán.
Cuatro Estados observadores interesados en adherirse como miembros de pleno derecho: Afganistán, Bielorrusia, Irán y Mongolia (Irán firmó en la última Cumbre de la OCS un Memorándum de Obligaciones para ser miembro permanente del organismo).
Seis “Asociados en el Diálogo”: Armenia, Azerbaiyán, Camboya, Nepal, Sri Lanka y Turquía (este último plantea la posibilidad de unirse como miembro pleno).
Los Estados miembros de la OCS representan aproximadamente una cuarta parte del PIB mundial y alrededor del 44 % de la población mundial. Ocupan 60 % de Eurasia y el 25.5 % de la extensión territorial del mundo.
Se trata de un organismo plenamente reconocido por la ONU.

Principales objetivos

El antecedente de la organización fue un acuerdo de 1996 entre China y Rusia y tres de las exrepúblicas soviéticas: Kazakstán, Kirguistán y Tayikistán, conocido como «los Cinco de Shanghai», con el objetivo de solucionar tensiones fronterizas.
En 2001 se conforma la OCS para ocuparse de cuestiones de seguridad regional con intercambio de información entre los servicios de inteligencia, lucha contra el terrorismo regional, el separatismo étnico y el extremismo religioso.
Une a cuatro potencias nucleares (la mitad de los Estados nucleares del mundo).
Los principales objetivos son: fortalecer la confianza mutua y buenas relaciones entre los países miembros; promover la cooperación efectiva en política, comercio y economía, ciencia y tecnología, cultura y educación, energía, transporte, turismo, protección ambiental, promover la paz, seguridad y estabilidad en la región, apuntando a un nuevo orden político y económico internacional, democrático, justo y racional.

La OCS para las potencias regionales

Para China: Asia Central es clave como zona de la que proviene buena parte de los recursos energéticos y materias primas, de allí la creciente inversión en infraestructura como de gasoductos (ejemplo: Gasoducto China-Asia Central, 1833 km) y transporte. China, es uno de los grandes socios comerciales de Asia Central. El acuerdo es útil para dirimir las permanentes tensiones fronterizas de Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán.
Para Rusia: Asia Central es su zona de influencia. Sigue siendo uno de los principales socios económicos, así como principal proveedor militar de Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán y tiene bases militares en estos tres países. Una de las potencialidades de la OCS es ser contrapeso contra las sanciones occidentales.
Para India: Rusia es su principal proveedor militar y de petróleo. Asia central es clave en términos estratégicos y para el acceso a energías también. Un ejemplo es el TAPI, proyecto de gasoducto entre Turkmenistán-Afganistán-Pakistán-India, frenado por conflictos en Afganistán. Con China, relaciones tensas por apoyo a Pakistán.

Comparación con otros esquemas de integración (2021)

La OCS concentra más población que el TMEC y la UE juntos, por el peso que tiene China, el 18 % de la población mundial.
Sin embargo, los BRICS y el TMEC tienen un peso mayor que la OCS. ¿Qué sucedería si los BRICS se suman a la OCS? ¿Pueden entrar Brasil y Sudáfrica como “socio extraregional” al estilo OTAN?

Relaciones con América Latina y el Caribe (ALC)

Hasta la fecha no existen vínculos concretos establecidos con países de ALC, ni con los mecanismos de integración de la región latinocaribeña.
En 2019 Cuba participó en el foro internacional de la OCS para discutir la innovación médica y la colaboración. Cuba estuvo representada por Yamira Palacios, jefa de la Oficina de Mercadeo de Servicios Médicos Cubanos S.A.

Silvina Romano, Tamara Lajtman y Aníbal García Fernández

Editado por María Piedad Ossaba

Fuente: CELAG, 21 de septiembre de 2022