Bolivia: Intercambio comercial favorable rompe récord histórico mientras avanza sustitución de importaciones

Además, si las condiciones internacionales se mantienen estables, es posible prever que, a diciembre de 2022, Bolivia superará los 13.000 millones de dólares, rompiendo el récord de las exportaciones logradas en 2014 mediante los hidrocarburos.

Bolivia rompe récord histórico

De acuerdo al último reporte emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Viceministerio de Comercio Exterior e Integración del Estado Plurinacional de Bolivia, el intercambio comercial durante el primer semestre de 2022, corresponde al más alto en la historia del comercio exterior del país, totalizando los 12.804 millones de dólares con una variación positiva del 38 por ciento respecto de igual lapso de 2021.

El informe señala que las exportaciones totales de Bolivia anotaron un aumento del 38 por ciento y las importaciones totales un incremento del 39 por ciento, llegando a 5.792 millones de dólares. Debido a lo anterior, la balanza comercial verificó un superávit de 1.220 millones de dólares, con un alza del 32 por ciento en relación a igual periodo de 2021.

De esta manera, por primera vez en la historia del país, en el primer semestre de 2022 las exportaciones se elevaron hasta su máximo nivel conocido, consiguiendo superar en un 5 por ciento al valor de 2014.

Desagregadamente, el aumento de las exportaciones está rankeado por el incremento del sector manufacturero, el cual significó el 51 por ciento de las exportaciones totales del primer semestre de 2022.

Los productos y bienes no tradicionales comportan la fortaleza principal del incremento de las exportaciones durante el primer semestre de 2022, con una fluctuación positiva del 58 por ciento respecto del mismo periodo de 2021. Los productos derivados de la soya destacan como el más importante aporte en las exportaciones no tradicionales con un valor de 955 millones de dólares en el primer semestre de 2022.

Bolivianos empaquetan quinua para su exportación. ABI

Por su parte, las exportaciones de gas natural llegaron a 1.428 millones de dólares, marcando un aumento del 35 por ciento en valor y un decrecimiento en volumen del 18 por ciento en relación a similar periodo de 2021. O sea, con menos producción de gas el país ganó más.

El MERCOSUR, la CAN, la UE e India son los más importantes puertos de destino para las exportaciones bolivianas tradicionales y no tradicionales en el primer semestre de 2022, conquista que permite al país multiplicar su capacidad exportadora y extenderse a nuevos mercados.

Es destacable que el alza sistemática de las exportaciones del país posee un superior valor agregado, como lo prueba el incremento de las exportaciones de los bienes manufacturados y su diversificación.

Además, si las condiciones internacionales se mantienen estables, es posible prever que, a diciembre de 2022, Bolivia superará los 13.000 millones de dólares, rompiendo el récord de las exportaciones logradas en 2014 mediante los hidrocarburos.

Igualmente, el aumento de las importaciones habla muy bien del dinamismo de la producción y de la economía del país, toda vez que demuestra que el mercado interno está demandando insumos, tecnología y bienes intermedios para su desarrollo, en particular en el sector agrario. En este sentido, las importaciones de combustibles y lubricantes totalizaron 1.772 millones de dólares, equivalentes al crecimiento de un 143 por ciento en valor y 45 por ciento en volumen; en tanto, las importaciones de bienes de capital registraron un valor de 874 millones de dólares, significando un crecimiento en valor de 18 por ciento y en volumen de 11 por ciento.

Por su parte, las importaciones de alimentos y bebidas cayeron un 29 por ciento en volumen, si se compara con igual lapso de 2021. Ello significa que, efectivamente, de manera acelerada se vuelve realidad concreta la política de Gobierno de sustitución de importaciones en materias clave para la seguridad y soberanía alimentaria.

Andrés Figueroa Cornejo para La Pluma, 24 de agosto de 2022

Editado por María Piedad Ossaba