Entre el 31 de mayo y el 3 de junio centenares de representantes de sindicatos y asociaciones de periodistas del mundo se reunirán en Mascate, la capital de Omán, para participar en el 31 Congreso de la Federación Internacional de Periodistas (FIP).
Esta organización, que se autodefine como “la voz global de las y los periodistas”, reúne a 187 sindicatos, asociaciones y federaciones de 140 países. Con más de 600 mil miembros, constituye la organización más importante del sector a nivel mundial.
Casi cuarenta mociones, debates sobre temas muy diversos e intercambios en torno a la estrategia de la profesión animarán el congreso, que en esta ocasión se realizará en el complejo marco del conflicto Rusia-Ucrania. Y que tendrá como trágica impronta las-los 25 periodistas asesinadas-os en los primeros cinco meses del año en curso en distintas regiones del planeta.
Entrevista con Anthony Bellanger, 48 años, periodista francés que desde 2015 se desempeña como secretario general de la FIP en su sede en Bruselas, Bélgica.
Pregunta: Según el documento preparatorio para el Congreso de Omán, los periodistas, la FIP, el planeta entero, se confrontaron a partir de fines del 2019 con la peor crisis global contemporánea…
Anthony Bellanger: Sin duda. Se trató de la peor crisis que ha tenido que afrontar la Federación Internacional de Periodistas desde la Segunda Guerra Mundial. Que se insertó en una situación mundial que puso a prueba a la sociedad planetaria en su conjunto.
En lo que respecta a nuestro sector, cuando miro hacia atrás y veo los últimos tres años –prácticamente desde nuestro Congreso en Túnez en 2019–, constato que la FIP les permitió a sus afiliados hacer frente a la pandemia. En un momento tan complejo y delicado lanzamos la Plataforma Global para el Periodismo de Calidad, que constituye una especie de caja de herramientas para salir de la crisis, principalmente sobre la base de propuestas económicas. Por supuesto que no olvido a las-los periodistas que perdieron su trabajo al cerrar muchos medios de comunicación durante la crisis económica pandémica y pagaron un alto precio debido a la crisis. Pero insisto en que la propuesta de la FIP, que contó con el apoyo de las más importantes organizaciones sindicales mundiales, salió al cruce de esta situación dramática. Dijimos al presentar la Plataforma, que era la hora de proteger a los medios, salvar empleos y apoyar a los trabajadores más precarios. Y también anticipábamos que llegó el momento de preparar el futuro: el futuro del periodismo de calidad, ético y solidario, que respete los derechos laborales y las libertades fundamentales. Aunque dicho documento es muy amplio y completo, subrayamos tres tareas esenciales: en primer lugar, garantizar la seguridad física y psicológica y la protección de los trabajadores de los medios. En segundo lugar, permitir a los periodistas moverse libremente en tiempos de confinamiento general. Y, no menos esencial, asegurar que se proporcione a las-los periodistas y trabajadoras-es de nuestro sector, los medios para vivir y trabajar decentemente con una asistencia financiera excepcional.
P: Cientos de representantes de todo el mundo se reunirán, presencialmente, dentro de unos días en Omán para participar en el 31º Congreso de la FIP. ¿Cuáles son sus principales retos/expectativas para este evento?
AB: Por primera vez en 100 años, la FIP celebrará un congreso mundial en Medio Oriente, lo que constituye un hecho muy significativo.
En cuanto a contenidos, el tema esencial que se debatirá –además de las muy diversas mociones–, será el de la seguridad y la protección de las-los periodistas y las-los trabajadoras-es de los medios de comunicación. Como FIP hemos impulsado ante las Naciones Unidas, ya en 2019, una Convención Mundial sobre la Seguridad y la Independencia. Pero sigue siendo un desafío esencial cotidiano, ya que las agresiones contra el ejercicio libre de la profesión no cesan. Con un agravante: nueve de cada diez asesinatos de nuestras y nuestros colegas quedan impunes, y la ONU y la comunidad internacional en general deben asumir sus responsabilidades para poner fin a este drama. En Mascate, Omán, recibiremos a familias de víctimas de las cinco regiones del mundo que hablarán de su calvario por no saber quién asesinó a su ser querido y de la desesperanza que les produce que no se haga justicia.
P: Este Congreso se reunirá en el contexto de una nueva crisis mundial, en este caso debido al conflicto entre Rusia y Ucrania. ¿Hasta qué punto cree que la FIP, como organización internacional, puede lograr consensos en una situación tan difícil y con sensibilidades muy variadas frente a este conflicto?
AB: Sin duda se trata de una situación geopolítica muy compleja. Aunque no es nuevo para notros de movernos en contextos internacionales difíciles. La FIP, en tanto organización mundial, en última instancia tiene que confrontarse, como organización mundial, con los mismos problemas y desafíos que las Naciones Unidas. Nuestra consigna sigue siendo la de siempre: el periodismo y la información de calidad deben seguir siendo bienes públicos. Independientemente de las banderas, de los sistemas políticos o de las percepciones diplomáticas. En lo personal, continúo viajando por todas partes y todo el tiempo para asegurar que se mantenga viva la luz de la información veraz, profesional y bien público en nuestro planeta.
P: Al examinar el informe de la FIP de los últimos cuatro años, advertimos tres elementos anexos que parecen esenciales en esta etapa de construcción de nuevos paradigmas para el periodismo mundial. La Carta Ética Mundial de los Periodistas, aprobada en el anterior Congreso de Túnez, en 2019; el documento de posición del Comité Ejecutivo de julio de 2020 sobre el acoso sexual y la ya mencionada Plataforma Mundial para el Periodismo de Calidad difundida durante la pandemia. ¿Cuál ha sido el impacto de estos diferentes aportes para la profesión?
AB: Estos documentos, una vez adoptados por nuestros organismos internacionales, se han convertido en referencias de facto para todas las redacciones y periodistas del mundo. En primer lugar, son útiles para nuestros colegas sobre el terreno. Muchos de ellos los utilizan como principal marco de referencia cuando no cuentan con una Declaración de Principios en su país o cuando la cuestión del acoso se interpreta de forma diferente dado a las diversidades culturales. Si la FIP lo escribe, lo publica y lo difunde, les permite a nuestros sindicatos asumirlo como protección y referencia en el trabajo cotidiano.
P: ¿Cuáles son los principales temas para los cuatro próximos años en los que debería trabajar la FIP para seguir fortaleciendo la profesión y un periodismo de calidad?
AB: Hablar y pensar el futuro del periodismo es una cuestión vital para nuestra federación. Aunque el futuro no sea siempre brillante, debemos seguir reforzando nuestra tarea en el ámbito sindical y también en lo que se refiere, como lo señalé antes, a la seguridad y la protección de los periodistas. Es probable que nuestros debates y propuestas en el marco de la ONU ocupen gran parte de nuestro tiempo y energía en los próximos años. Pero es una necesidad esencial: se trata de la memoria de nuestras hermanas y hermanos asesinadas-os y de la protección efectiva de los que cada día deben trabajar aun bajo amenazas.
P: Si se analizan las mociones que los sindicatos y asociaciones van a presentar en Omán, de un total de 35 casi la mitad se refieren a la seguridad, la persecución de periodistas y escándalos como el del espionaje masivo con el software espía Pegasus. Se siente como un clamor esencial para muchos de los miembros de la FIP en los distintos continentes…
AB: Sin duda, el tema de la seguridad esencial para el ejercicio de nuestra profesión constituye un aspecto fundamental de todo nuestro trabajo como federación. Es y seguirá siendo prioritario.
P: Dentro de cuatro años la FIP celebrará su centenario. ¿Qué debería impulsar la FIP para ese festejo en 2026?
AB: ¡Sin duda será un momento histórico! ¿Quién de los padres fundadores, especialmente el francés Georges Bourdon, primer presidente de la FIP, en 1926, podría imaginar que la FIP habría de celebrar su centenario?
Le corresponde al próximo Comité Ejecutivo organizar la celebración, definir el lugar de este Centenario en 2026 y, especialmente, definir su programa. Va a ser un gran momento para todos nosotros. Varios sindicatos ya están avanzando propuestas, pero, por el momento, no puedo anticipar nada más.