Tiempos modernos

El problema que subsiste es que esos pueblos en alzamiento no cuentan con una dirección política revolucionaria que centralice las luchas y las haga confluir en la toma del poder por las mayorías explotadas.

  ‘ Con la verdad no ofendo ni temo’José Gervasio Artigas

1-      Estabilidad

Los negocios necesitan, para florecer y concretarse, estabilidad política, económica y social. Como hoy las ‘guerras’ se llevan a cabo en el Mercado Mundial de mercancías y de capitales, todos los contendientes necesitan un mundo estable.  Solo los exponentes imperiales de EE.UU. exigen panoramas de conflicto en el marco de su decadencia estructural y de su producción armamentística.  Pero los conflictos, en el caso de los pueblos que son oprimidos y explotados, son como el calor a la llama, es imposible evitarlos. Y ahí es donde algunos homologan el siempre vivo espíritu conflictivo del imperialismo y la necesidad de los pueblos de estimular y participar en conflictos de clase a través de acciones directas, única vía que les permite ser escuchados, tenidos en cuenta y allanarles el camino al Poder. En el contexto de los ‘negocios’ mundiales, ni los reaccionarios de los EE.UU., obviamente, ni los otrora revolucionarios que ahora compiten con la potencia imperial del norte de América, auspician revoluciones. Y menos tomas del Poder por parte de los oprimidos del mundo, por cuanto su sola acción y su contagio generan situaciones de inestabilidad y ‘caos’ que, como dijimos más arriba, no estimulan a inversionistas de ningún tipo. Ergo: la revolución socialista, hoy, se da de narices con la situación mundial, en el contexto de la relación-contradicción entre grandes contendientes: China-Rusia, por un lado, -EE.UU., sus ‘colonias’ europeas y compinches de todo el orbe, por otro.

Revolución russa 1917

2-      Nuestra América

El nuevo marco de ‘guerras comerciales’ entre colosos mundiales que signan la situación actual, tiene su correlato en la aceptación de unos y otros de los Revolución boliviana de 1952 coherentes con las ‘libertades’ para comerciar y tumbar adversarios soplándoles las damas en cuanto a insumos, materias primas, mercados de mano de obra y colocación de mercancías, desarrollos tecnológicos, etc.  La valoración de la ‘democracia’ a secas- democracia burguesa- ha traído aparejada a los que pretenden rebelarse contra las injusticias del capital en cualquiera de sus formas una serie de confusiones de orden táctico y aún estratégico.

México años 1960

Estas no solo permiten al enemigo de clase imponer su hegemonía y cultura a los oprimidos sino que los alienta en su accionar antipopular y antisocialista, por cuanto la aceptación de esta ‘democracia’ y sus correlatos electoralistas, parlamentaristas, etc. tienden a legalizar y legitimar sus acciones golpistas y reaccionarias, lo que significa una gran derrota ideológica y política de los pueblos que deben recurrir a la acción directa para lograr su liberación.

El caso de Bolivia es el ejemplo más claro en estos momentos de lo que sostenemos más arriba.  El supuesto culto a la ‘democracia’ y la ‘paz’ que parecen practicar Evo Morales y García Linera, presidente y vicepresidente, respectivamente, destituidos a través de un golpe cívico-militar-policial fascista en el pasado octubre, ha permitido y permite al fascismo proimperialista levantar cabeza y hasta convocar a unas ¡elecciones! aceptadas por Morales, su vice y su partido, el MAS. Este quiebre político-ideológico de Morales, su vice, ex funcionarios y militantes masistas, que incluyó la huida precipitada del país de ambos y otros, y que obedece a distintas causas, dio inicio a una nueva era de avance y consolidación fascista en la región, que en Bolivia incluyó más de 40 asesinados a mansalva, desaparecidos, humillados, perseguidos, torturados y detenidos por parte de los golpistas. El grueso error de Morales de no armar a sus seguidores y al pueblo trabajador frente a lo que se avecinaba- y que le fue advertido por muchos compañeros bolivianos, argentinos y aún el comandante Fidel Castro desde hace aproximadamente diez años atrás- ha pretendido ser salvado por él y su vice aduciendo que fueron traicionados por la camándula policial-militar, que sus servicios de inteligencia les mintieron,  y otras argumentaciones propias de ‘analistas políticos’ y opinólogos y no de primero mandatarios. Ya en Argentina- a donde recalaron luego de exilarse en México- Morales y García, en reportajes televisivos locales y extranjeros, recurrieron a argumentaciones varias en cuanto a no prevenir, enfrentar y frustrar el golpe – Morales citó supuestas orientaciones de Fidel Castro en el 2003, antes de que fuese presidente, en cuanto a que la revolución ya no se hacía con armas sino con salud y educación-. Cierto o no, de todas maneras los altos mandatarios y sus acólitos deberían haber evaluado la situación en que se encontraban desde hace años en cuanto a la supuesta lealtad de policías y militares, a la acción de las bandas fascistas separatistas del oriente del país y de los propios traidores dentro del MAS y el gobierno, para ‘empoderar’ realmente a los trabajadores y campesinos bolivianos a través de cuerpos organizados y armados de autodefensa del ‘proceso de cambio’: las Milicias Populares.

Revolución boliviana de 1952

3-      Los originarios

En el prólogo a un libro y en la década delos años 20 del pasado siglo, el revolucionario peruano José Carlos Mariátegui escribía: ´La fe en el resurgimiento indígena no proviene de un proceso de “occidentalización” material de la tierra quechua. No es la civilización, no es el alfabeto del blanco, lo que levanta el alma del indio. Es el mito, es la idea de la revolución socialista. La esperanza indígena es absolutamente revolucionaria. El mismo mito, la misma idea, son agentes decisivos del despertar de otros viejos pueblos, de otras viejas razas en colapso: hindúes, chinos,  etc.’. (El problema del indio, en Siete Ensayos de la Realidad Peruana, JCM)

El problema del indio, en Siete Ensayos de la Realidad Peruana

Como se sabe, los ‘chinos’ concretaron su revolución socialista en 1949 . Los ‘etc.’ coreanos la concretaron un año antes y, pese a la guerra de agresión imperialista de 1950/53, lograron reconstruir el país y liberarse del imperialismo y el capitalismo en la parte norte y construir el socialismo. Lo mismo hicieron los vietnamitas derrotando primero a los franceses colonialistas y luego a los yanquis imperialistas.

Esta ‘idea’, ese ‘mito’ indígena del que habla el gran Amauta. Esta ‘esperanza’ a la que se refiere merece dos preguntas: 1) ¿Ha caducado, se ha esfumado del imaginario indígena explotado, oprimido y humillado?; 2) ¿Es factible hacerla realidad en este momento histórico, donde la ‘estabilidad’ y la democracia a secas se ha instalado en la mente de dirigentes y dirigidos, de explotadores y aún de explotados, castrando en estos últimos su esencia libertaria, su necesidad de ser Poder revolucionario?

¿Son Evo Morales, García Linera y sus funcionarios y militantes y cuadros medios masistas los encargados de concretar esa ‘idea’, ese ‘mito’, esa ‘esperanza’ de los más oprimidos entre los oprimidos del continente?. Y aquí cabe otra pregunta de rigor: ¿ si Morales se proclamaba nuevamente presidente, llevaría hasta las últimas consecuencias lo que sus bases exigían: Poder revolucionario y socialismo, comunitario o no, pero que terminara con oligarcas, rosqueros, capitostes narco sojeros, barones del petróleo y el gas, uniformados acostumbrados por años a la corrupción, la traición, el crimen.?

Revolución boliviana de 1952

Los hechos han mostrado y mostrarán la realidad. Como dijimos en otros trabajos, el empoderamiento político y militar popular, colectivo, no cuaja con la conformación de clases medias. Las clases medias, como dijimos siempre, sean mestizas, indígenas o blancas, rojas o amarillas, fueron y son creadas por el capitalismo para que los pobres, no solo se ilusionen con el individualismo, el consumismo y el egoísmo pequeñoburgués, sino para castrar su esencia colectivista y revolucionaria, propia, como decía Mariátegui, de su existir en un mundo que los oprime, los explota, los margina y finalmente se deshace e ellos cuando son inservibles para estimular la reproducción ampliada del capital imperialista y aquel subordinado a él.

4-      Balance final

La realidad muestra hoy que no sólo con ideas se combate al fascismo y al imperialismo que lo ha creado, lo estimula, lo auspicia y lo financia. Hacen falta brazos y puños, gargantas y tensiones populares, pero blindadas. De aceros y fuego.

Otra.

Se habla del contrabando de armas y de narcóticos como si fuesen homólogos. No. No concordamos con ninguna de estas opciones, pero debemos advertir que las armas, aún las obtenidas en forma no convencional, en manos del pueblo organizado son la garantía para liquidar a los reaccionarios fascistas y proimperialistas y establecer el Poder Popular.

Las drogas no.

Quienes las trafican son aquellos que gozan de sus ganancias, quienes las consumen son sólo víctimas de la contrainsurgencia capitalista e imperialista. El ejemplo de la Guerra del Opio contra China, llevada a cabo por Inglaterra y sus socios occidentales a mediados del siglo XIX, es ejemplo a tener en cuenta para ello. Los que introdujeron el opio en China necesitaban un pueblo envilecido para evitar su alzamiento ante el saqueo de su clase y su nación. Las armas pueden liberar, según quien las use. Las drogas solo aherrojan a los pueblos, forman parte de la cultura castradora imperial. Por ello los poderosos de EE.UU. no evitan su consumo, lo estimulan, por cuanto les sirve para imbecilizar a su propio pueblo y a la par dar sustento a los mafiosos y fascistas que conforman los cártels narco de Nuestra América, todos ellos enemigos del socialismo, del comunismo, del Poder Popular, de la liberación de los pueblos oprimidos.

Para culminar, vemos un fenómeno paralelo al avance del fascismo en el subcontinente: el alzamiento de los pueblos contra un sistema-no solo un modelo- que los descarta y tiende a exterminarlos: el sistema capitalista en su conjunto. En Chile, en Colombia, en Ecuador y otros espacios los pueblos se hallan soliviantados. Muchas banderas los representan, pero las que en todos ellos flamean son las de los pueblos originarios. Los incorregibles, los incooptables, los ‘irrecuperables’ para la ‘civilización’ del capital.

El problema que subsiste es que esos pueblos en alzamiento no cuentan con una dirección política revolucionaria que centralice las luchas y las haga confluir en la toma del poder por las mayorías explotadas.

En Bolivia pareció que una dirección política supuestamente revolucionaria podía llevar a las masas a la victoria, no fue así.

La construcción de la dirección revolucionaria que permita a los pueblos subyugados terminar con el capitalismo y construir el socialismo está a la orden del día.

 Jorge Luis Ubertalli Ombrelli especial para La Pluma y Tlaxcala, 21 de diciembre de 2019

Editado por María Piedad Ossaba

Publicado por La Pluma y Tlaxcala