Alemania acaba de criminalizar la justicia. Una mezcla de sentimientos de culpabilidad justificados, orquestados y llevados al extremo por el chantaje cínico y manipulador de Israel, que llevó al Parlamento federal a adoptar el viernes una de las resoluciones más escandalosas y extrañas desde el final de la Segunda Guerra Mundial. El Bundestag ha definido el movimiento de boicot, desinversión y sanciones contra Israel como antisemita. Benyamin Netanyahu y Gilad Erdan se regocijaron. Alemania debería tener vergüenza.
A partir de ahora, Alemania considerará a todos los partidarios del BDS como judeófobos; hablar de la « ocupación israelí» equivaldrá a decir « Heil Hitler ». Alemania ya no puede presumir de su libertad de expresión. Se convirtió en un agente del colonialismo israelí. Aunque algunos sean efectivamente antisemitas, la mayoría de los partidarios del BDS son personas de conciencia que creen que un Estado de apartheid merece ser boicoteado. ¿Qué hay de antisemita en esto? La mayoría de los partidos en el Bundestag apoyaron la resolución, incluido el de la Canciller Angela Merkel, la conciencia de Europa. Qué triste es. Los sentimientos de culpabilidad son tan paralizantes, la propaganda tan eficaz.
Tomemos un ejemplo. Daniel Barenboim -director musical de la Ópera Nacional de Berlín y director principal vitalicio de su orquesta, la Staatskapelle, es un ejemplo por excelencia de un artista comprometido con la conciencia y la moral, orgulloso judío e israelí incomodo, cofundador de la West-Eastern Divan Orchestra, patriota israelí, sí patriota, que teme con todas las fibras de su ser por el futuro del país de su juventud: ¿piensa Merkel que él también es un antisemita? Puede que Barenboim no apoye explícitamente al BDS, pero durante años ha estado boicoteando silenciosamente las salas de conciertos israelíes. No se atreve a tocar para los israelíes cuando, a menos de una hora en coche del auditorio, una nación gime bajo la ocupación. Esa es su noble manera de expresar su protesta. Merkel es su amiga. Sin duda admira su sentido de la justicia. ¿Qué le va a decir ahora?
¿Qué dirán los legisladores alemanes sobre aquellos que llaman a un boicot de los productos de los talleres de sudor o de la industria cárnica? ¿También los criminalizarán? ¿Qué hay de las sanciones contra Rusia por su invasión de Crimea? ¿Por qué una ocupación merece ser boicoteada y otra aclamada? ¿Qué pensaron los alemanes de las sanciones contra Sudáfrica? ¿Cuál es la diferencia?
Está permitido llamar al boicot contra un régimen tiránico; de hecho, es obligatorio. También está permitido pensar diferentemente, pensar que no hay un pueblo palestino ni ocupación, sólo un pueblo elegido en la tierra prometida. ¿Pero criminalizar a los alemanes en búsqueda de la justicia como antisemitas? Conozco a algunos de ellos, y no tienen absolutamente nada en común con los antisemitas. Otro empujoncito de los Erdan y el BDS será designado como una organización terrorista.
Los sentimientos de culpabilidad son siempre un mal consejero. Esta vez, han demostrado ser particularmente terribles. Alemania no es un país como los demás. Tiene una profunda obligación con el Estado judío. Es su deber de contribuir a su seguridad y crecimiento, pero este deber no debe incluir la ceguera moral y la autorización automática para que Israel haga lo que quiera y desprecie las resoluciones de las instituciones internacionales que se establecieron tras la guerra que Alemania había desencadenado. Alemania tiene el deber de apoyar a Israel, pero como todo verdadero amigo, también debe hacer todo lo que esté a su alcance para impedirle que se convierta en un mal Estado. Combatir la oposición a la ocupación no es amistad.
Alemania puede proporcionar submarinos a Israel, pero también debe imponer exigencias éticas al Estado. Al margen de su culpabilidad hacia los judíos, también tiene una responsabilidad moral indirecta sobre la suerte del pueblo que vive en el país donde los judíos huyeron de Alemania aterrorizados y donde crearon un estado. Alemania también tiene una obligación con aquellos que no hubieran sido privados de sus tierras y de sus derechos sin el Holocausto. Ese pueblo vive desde hace décadas bajo la bota de Israel. Alemania debe ayudar a su liberación.
Al adoptar esta resolución, el Bundestag no le hizo ningún favor a Israel, ni a la justicia, ni al derecho internacional. Sólo la ocupación israelí se ha beneficiado de ello. El Bundestag no tiene que apoyar al BDS, está permitido oponerse al movimiento de boicot, pero ¿criminalizarlo como antisemita, sobre todo en Alemania? La «otra Alemania » ha traicionado su deber hacia su propia sociedad civil consciente, hacia los palestinos y también hacia Israel.
Gideon Levy
Original:
Traducido por María Piedad Ossaba para La Pluma y Tlaxcala, 20 de mayo de 2019
Editado por Fausto Giudice Фаусто Джудиче فاوستو جيوديشي
Traducciones disponibles: