El Indio Figueredo es orgullo del llano venezolano

Ignacio Ventura Figueredo es un venezolano insigne que dedicó parte de su vida a reivindicar, a través de la música, la memoria colectiva del pueblo, en especial la del pueblo llanero… A los 96 años de edad el Indio Figueredo murió en San Fernando de Apure, el 3 de septiembre de 1995. Un monumento en su honor se erige en esa ciudad en reconocimiento al gran aporte hecho al desarrollo musical y a la visibilización del llano venezolano.

A los 80 años, el Indio Figueredo ya contaba con más de 400 obras de su autoría. Este balance fue hecho por el propio arpista y compositor apureño, orgullo del llano venezolano aclamado en todo el territorio nacional.

Ignacio Ventura Figueredo, nació el 31 de julio de 1899, en el fundo El Algarrobito donde inició su formación en las rudas faenas del campo, las cuales continuó en los Cumuruquitos y La Reforma, entre otras fundaciones.

Con tan solo 11 años el Indio Figueredo se inició en la carrera en la música, al aprender a tocar el arpa viendo cómo lo hacía un artista invitado a una fiesta en su casa. Desde entonces no paró su recurrido por el mundo de la creación e interpretación musical, en el que recibió, entre muchos otros, el reconocimiento de Compositor Portador Patrimonial.

La primera arpa del Indio costó una novilla y 20 bolívares

El talento musical del Indio Figueredo fue heredado de su padre, Pancho López, quien tocaba la bandola y el bandolín. De su madre, María Luisa Figueredo, aprendió los cantos propios de la faena en el llano, pero también obtuvo la primera arpa, sobre la cual se afirma que costó una novilla y 20 bolívares.

Contó el mismo Indio Figueredo que con su primera arpa pasó cinco días practicando, encerrado en una habitación, de donde salió a tocar en una fiesta. «Fue demasiado bueno. Desde entonces ha sido el arpa para mí, toda mi vida», confesó en una entrevista. Tenía casi 12 años.

A partir de ese momento alternó las rudas tareas del llano con sus interpretaciones musicales. En su faceta de peón era reconocido como un excelente jinete, el mejor enlazador, el mejor coleador y el mejor torero, pero su gran pasión siempre fue la música. Así de claro lo dejó en una ocasión «… lo mío fue el arpa, y cuando yo principié a tocar fue una cosa extraordinaria».

El Indio Figueredo fue descubierto en Achaguas

Ante las diferentes versiones acerca de quién lo descubrió y lo llevó a Caracas, el Indio confirmó que fueron Antonio Estévez, Reynaldo Espinoza Hernández y Freddy Reyna, quienes en un recorrido por el llano apureño en busca de un talento con el arpa, disfrutaron de su interpretación durante una presentación en Achaguas.

Esos señores se quedaron maravillados y me llevaron a Caracas en el 48, y me presentaron en los Palos Grandes en un club al aire libre”, confirmó el maestro Figueredo en una oportunidad.

Ese mismo año, 1948, el recién descubierto talento llanero también participó en los actos por la toma de posesión de Rómulo Gallegos como Presidente de la República, evento organizado por Juan Liscano, encuentro folklórico nacional, recordado como “La Fiesta de la Tradición”. Allí fue presentado y bautizado como el Indio Figueredo.

Un valiosísimo legado musical dejó el maestro Figueredo

El valiosísimo legado musical del maestro Figueredo comprende temas tanto de su autoría como los que rescató del olvido y arregló o adaptó para el arpa.

Quienes han estudiado la obra del maestro Figueredo, no dudan al afirmar que la música llanera está asentada en lo que hizo, deshizo o dejó de hacer a lo largo de su destacada trayectoria musical.

De su repertorio y memorables interpretaciones destacan: Seis por Numeración, Zumba que zumba, Guacharaca, Seis perreao, Catira, Gavilán, Carnaval, San Rafael, Quirpa, Pajarillo, Seis por derecho y sus temas más aclamados, Gaván y María Laya.

Popularizó el ritmo Gabán

Al Indio Figueredo se le atribuye la creación del ritmo gabán del joropo llanero, famoso golpe recio en tonos menores caracterizado por un ciclo armónico de cuatro compases, con desarrollo de versos de frases cortas y largas.

Si bien hay expertos musicales que aseguran la existencia de este ritmo representativo del llano antes del Indio, lo cierto es que el talentoso arpista y compositor fue quien lo registró y lo popularizó desde 1914.

Sobre su origen, el Maestro contó que en una fiesta en el hato de Antonio Laya, al no haber carne de res salieron a cazar gavanes en la llamada Laguna Redonda, donde surgieron las primeras notas del ritmo, mientras los cantantes improvisaban las primeras coplas.

La canción María Laya figura en manuales de Cuatro

El Indio Figueredo y Luis Mariano Rivera

Pero la india que inspiró al maestro Figueredo sí existió. Ya anciano, éste recordó cuan hermosa era, al expresar: “¡Qué belleza Dios mío!”, durante una entrevista en la que se le consultó sobre el tema.

La composición data de 1914. Con el paso del tiempo se fue afianzando la idea de que María Laya nunca existió, que solo era una leyenda llanera.

Pero la india que inspiró al maestro Figueredo sí existió. Ya anciano, éste recordó cuan hermosa era, al expresar: “¡Qué belleza Dios mío!», durante una entrevista en la que se le consultó sobre el tema.

Reconocido como Compositor Portador Patrimonial

 

El Indio Figueredo fue reconocido como Compositor Portador Patrimonial, por ser un cultor ampliamente reconocido poseedor de conocimientos y destrezas esenciales para la continuidad de las expresiones culturales del país.

También fue un generoso maestro que, ya en la década de los años 50, enseñó su arte a varios músicos en una academia de música caraqueña. Entre ellos José Ángel Hurtado, Tomasito Estiel, Amado Lovera y José Enrique “Chelique” Sarabia.

Una curiosidad de este talentoso apureño es que el dedo anular de la mano derecha le quedó inutilizado para tocar, producto de la explosión de un cohete durante unos carnavales. Esto lo llevó a rellenar más con la mano zurda al ejecutar los bajos y tenoretes, cosa que no hacía ningún otro arpista.

Una vida dedicada a reivindicar al pueblo llanero

Ignacio Ventura Figueredo es un venezolano insigne que dedicó parte de su vida a reivindicar, a través de la música, la memoria colectiva del pueblo, en especial la del pueblo llanero.

También fue un hombre que supo conservar la familia que formó desde 1935 con Mercedes Castillo, con quien tuvo 11 hijos, cinco hembras y seis varones. Muchos lo acompañaron en su conjunto musical.

A los 96 años de edad el Indio Figueredo murió en San Fernando de Apure, el 3 de septiembre de 1995. Un monumento en su honor se erige en esa ciudad en reconocimiento al gran aporte hecho al desarrollo musical y a la visibilización del llano venezolano.

Haiman El Trudi, 24 de febrero de 2024

Fuente: Haiman El Troudi

Editado por María Piedad Ossaba

Con información de Registro de Patrimonio Cultural, Orinoco padre río, Coffar, Venezuela Tuya y Entrevista al Indio Figueredo (Loro Films Youtube)


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