Tanto en la ideología como en las nociones y conceptos utilizados se debe ser coherente

“Hay palabras que se dicen, se escriben y quedan, permanecen, que son memoria y construyen la memoria que muchos han querido borrar”.

Fernando Araujo Vélez

Cuando nos es necesario sustentar conceptos fundamentales que atañen a la naturaleza y a las posiciones humanas y filosóficas en su contra, donde siempre va intrínseca la posición política, es entonces necesario tanto en la ideología como en las nociones y conceptos utilizados, ser coherente, es decir tener un pensamiento crítico, en donde no se utilicen las palabras del sistema.

La falta de esa coherencia, conlleva a emitir conceptos erróneos, o amañados a las políticas predeterminadas por el sistema, las cuales desvirtúan y causan daños a los asuntos que atañen a esta Naturaleza y su gestión; lo que por desconocimiento conlleva, a causar pérdidas irreparables en los Ecosistemas y sus interrelaciones, como sucede en muchos casos a su biodiversidad.

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Páramo de Sumapáz

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Bosque de Niebla

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Bosque húmedo tropical

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Bosque seco tropical Ituango

Es por esto que no es fácil enriquecer con elementos simples un tema tan complejo y profundo como es la Ecología, evitando sobre todo caer en el reduccionismo con que en la mayoría de los casos se tratan estos tipos de relaciones tan complejas. Esperamos que la contribución de este esbozo favorezca nuevos hitos, en el devenir de la relación con la naturaleza.

Debemos enfocarlo por algo conocido por todos: el llamado Medio ambiente, término redundante lingüísticamente, o mejor designarlo como entorno; según Odum, uno de los gestores  más importante de la ecología, lo define como: “El estudio de la estructura de la naturaleza” y Margalef: “como la biología de los ecosistemas” pero sin dejar de lado el concepto más básico y fundamental, definido por Tansley y que es ante todo necesario, para poder enriquecer la Ecología: “Un ecosistema es donde las plantas y los animales, son los componentes, pero no los únicos. Son subsistemas cuyo estudio es necesario para comprender la Economía de la naturaleza que es la Ecología misma[1],

No es posible introducirnos en este tema dejando por fuera a los seres humanos y sus sistemas de desarrollos políticos, a través de la historia. Porque si bien el hombre “no tiene una función definida en la cadena trófica”, como lo manifiesta el profesor Ángel, este hombre al concebir dichos sistemas, ha sabido ignorar las leyes evolutivas que rigen los sistemas naturales y no son sólo los problemas de los ecosistemas como tales los afectados, sino también el de su entorno.

Los seres humanos, en esta relación olvidan o ignoran, que son ellos y sus sistemas de desarrollos económicos y políticos quienes se tienen que plegar a la naturaleza y que no es la naturaleza la que se doblega a su domesticación miope e inmediatista, del provecho económico de hoy a costa del aniquilamiento del futuro. Ignoran también que los Ecosistemas son una propiedad colectiva y que como tal, se deben respectar; que ese medio ambiente es parte de la naturaleza y que dicha naturaleza ha necesitado miles de siglos de procesos evolutivos, de interactuaciones para que la existencia de la vida en la tierra se hiciera realidad; para que una flor se abriera y un pájaro colibrí pudiera fecundar su pecíolo con el polen traído en su pico,  y que su ovario maduro, nos regalase su fruto.

Parte de esa ignorancia culposa, es debida a los problemas filosóficos de concepción del Mundo, la dificultad para entender y asimilar la misma evolución y coevolución, el proceso de adaptación y la misma genética que debe ser dada siempre en términos de población y no de individuos.

Pero el simplismo de los análisis reduccioncitas de la mayoría de los gestores de sistemas económicos que se apoyan en las ideologías religiosas que los sustentan, por principio, les es imposible, asimilar las concepciones científicas como son las teorías selectivas de la evolución y coevolución del ser humano con la naturaleza.

Jacques Monod, citado por Labeyrie, señalaba: “ninguna teoría como la de la evolución ha suscitado hasta el momento tanta repugnancia e incomprensión”, aceptarla sería derrumbar todo un sistema ideológico construido sin ella y con él, derrumbar los sistemas económicos que la sustentan. Ya que aceptándola se está aceptando, según Ernest Mayer, “que la evolución produce la diversidad y adaptación armoniosa del mundo orgánico como el resultado de la producción constante de variaciones y los efectos selectivos del medio ambiente”.

Es así como ocurre casi siempre con los “Bienes naturales[2]”, mal llamados “Recursos naturales”. Permitiendo entonces que estos sean tratados como tales: “Recursos”, ya que en el sistema Capitalista Neoliberal, los recursos son algo para gastar; olvidando también el carácter perecedero de los Bienes naturales, ya que nuestro planeta constituye un sistema determinado donde los diferentes elementos existen en cantidad definida, pero donde además estos Bienes al ser parte de los Ecosistemas, son propiedad colectiva de toda la humanidad

El desconocimiento coloca a los Ecosistemas o a los sistemas ecológicos, que son niveles de organización que expresa la presencia e interacciones de componentes bióticos y abióticos en un espacio y un tiempo definidos, son sistemas energéticos de flujos continuos y abiertos, al ponerlos como sinónimo de medio ambiente, el que de por sí está incluido como un componente de éste.

La ignorancia del funcionamiento de los Ecosistemas, en función de la economía de la naturaleza, lleva a que se cometan errores tan grandes, que atentan contra ecosistemas estratégicos, como lo son: los Páramos, los llamados Bosque de niebla, los Bosques muy húmedos tropicales, Bosque seco tropical, este último es una zona de amortiguamiento vital a la naturaleza; los primeros son lugares que permiten el amagamiento de las aguas lluvias, su infiltración a través de sus suelos y subsuelos, derivados de cenizas volcánicas, que son porosos y permeables, y permiten la llegada de las aguas para ser almacenadas en forma de aguas subterráneas, y luego, al colmatarse allí corren por escorrentía para dar, kilómetros más abajo, al brotar a la superficie nacimiento a las fuentes de agua, cumpliendo la función vital de su ciclo. 

Que zonas de estas sean feriadas internacionalmente para realizar su explotación, en minería, hidroeléctricas, las cuales contaminaran sus aguas y destruyen sus suelos, su biodiversidad representadas en sus floras y faunas. Llegando a extremos donde los daños causados superan la capacidad de resiliencia. Todo ello debido a la falta de un pensamiento sistémico, a la incoherencia de concepciones críticas, cuando se gestionan los Bienes naturales y a la inconsistencia en las palabras hechas conceptos, donde el ecosistema es confundido con el medio ambiente.

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El Cerrejón ,Guajira, mina de carbón a cielo abierto

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Hidroeléctrica Ituango, exterminio bosque seco

Nuestros medios masivos de comunicación repiten expresiones, nociones y conceptos, acomodados a la ideología dominante, y al servicio de su mantenimiento y reproducción, ha sido así como se emitieron frases sin sentido filosófico, que han permitido hacer daño a la salud de los ecosistemas. Se leían titulares que decían “Fumigaciones aéreas con glifosato a cultivos ilícitos”. Analicemos crítica y detenidamente su contenido y de este modo demostremos la falsedad en todo sentido de esta frase: aclaramos, que el término correcto es ASPERJAR y no FUMIGAR, ya que solo se fumiga con gas, en sitios cerrados, como fue el caso de las cámaras de gas nazis, donde se fumigaron seres humanos con el pesticida Cyclon B, a base de ácido cianhídrico (ácido prúsico). El adjetivo que demos a la acción del uso que se haga de los cultivos, es una decisión humana, no de la naturaleza; ella no ha evolucionado en especies lícitas o ilícitas, simplemente ha evolucionado y coevolucionado. En consecuencia, se está calificando para una cultura, que el uso de tales cultivos no es permitido. Atendiendo a las razones anteriores, en adelante hablaremos de cultivos de cuya producción se hace uso ilícito[3].

roundup-ultra-plus-5l-herbicidaSegún su ficha técnica, los herbicidas solo deben ser asperjados a alturas del suelo entre 25 y 40 centímetros, no deben ser utilizados en aspersiones aéreas. En Colombia se ha asperjado el llamado “Glifosato” en forma aérea, herbicida que es el ingrediente activo[4] del Roundup Ultra® (en adelante Roundup), que actúa inhibiendo una enzima necesaria en los vegetales, para elaborar tres aminoácidos aromáticos esenciales para su crecimiento y desarrollo; como no se presenta esta ruta metabólica en los animales, se deduce entonces que no es tóxico sino en altas dosis.

De esta forma nuestros Ecosistemas Colombianos han sufrido daños irreversibles, pues bajo la falacia de la erradicación de los llamados por la ignorancia ignominiosa del sistema, “Cultivos ilícitos”, se permitió el más terrible ecocidio en el país y daños irreparables a la biodiversidad y a la misma salud de los Ecosistemas, mientras la gran mayoría permanecía impasible y permisiva.

Ahora son nuestros parques naturales, Páramos, Bosques de niebla, Bosques muy húmedos tropicales, Bosques secos tropicales, los que serán los nuevos escenarios de exterminio, no solo de nuestra biodiversidad, sino de los Bienes Naturales: agua, suelo y aire; tala de bosques prístinos con sus maderas preciosas, para ser dedicados a la agricultura industrial, a causa de la entrega que está haciendo el país en concesiones mineras, agroindustriales, hidroeléctricas, al capital internacional globalizado.

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Tala de bosque seco Ituango

Hoy nuestros Ecosistemas no tienen quien los guarde y los defienda, ya que al firmar los acuerdos de paz, las armas del pueblo que estaban en manos de la guerrilla de las FARC-EP, que los defendió por décadas, fueron entregadas. Y no será el Estado miope, quien tenga la conciencia ecológica del valor incalculable e invaluable que tienen nuestros Ecosistemas… Si esta conciencia existiera el país no hubiera sido entregado en concesiones para explotación minera. Su Ministerio se llamaría el Ministerio de los Ecosistemas Colombianos, y a su cabeza habría un Doctor en filosofía de la Ecología (PhD.).

Estos son solo unos simples ejemplos de la forma de cómo la información amañada, maneja la ignorancia de quien lee sin criterios. Lo que fue escrito por los medios masivos de información, sin cuestionarlo, porque al hacerlo se considera meterse en problemas de simple semántica…. Y estos son problemas de los puristas del lenguaje, o de quienes se complican la vida, como la mayoría de las veces lo expresan ignominiosamente “algunos, de los llamados, pensantes ambientalistas de nuestra izquierda”.

Es necesario utilizar las nociones y conceptos de la filosofía ecológica y no repetir los del sistema sin cuestionarlo, ni tampoco desecharlos como simples problemas de semántica.

Notas:

[1] Según Ernest Meyer, padre de la Ecología, quien así lo enriquece en 1884.Citado por Lilliam E. Gómez

[2] Con conocimiento de causa he decidido llamar “Bienes naturales”, y no Recursos naturales, ya que en el Capitalismo un Recurso es algo para gastarse. Tanto en el discurso, como en la acción se debe ser coherente, es decir se debe tener un pensamiento crítico y no utilizar las palabras del sistema.

[3] Alviar L., Gómez, L., Agudelo C., “Solo una pieza del rompecabezas”, 2006.

[4] Es la sustancia o ingrediente tóxico que causa la muerte; puede ser de origen biológico o químico y es la parte más importante de los plaguicidas.

Lecturas bibliográficas

1. ÁNGEL, Augusto, La fragilidad ambiental de la cultura. 1991.

2. ALVEAR, R. Jairo, Uso racional de la tierra y manejo del suelo en Antioquia, Secretaria de Agricultura y fomento de Antioquia, 1983

3. AUDITORIA EPM No. 31, Constituciones protección de los recursos naturales, 1991.

4. ESPINAL, S., Apuntes Ecológicos U.N, 1991.

5. EFFER, A. W., Pollution problems resource policy anal the science, 1974.

6. GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, El cataclismo de Damocles. Conferencia de IXATAPA. México, 1986

7. GEORGE, Suzanne, Comment meurt l’autre moitié du monde, Ed. Galliard, 1982.

8. GÓMEZ A., Lilliam. Anotaciones para el manejo de granos almacenados ISCA, Nicaragua, 1989.

9. GÓMEZ Á. Lillliam, Proyecto para la creación de la Unidad de Análisis   de los agroecosistemas, Corantioquia, 1999

10. JACOB, F, La logique du vivant, Ed. Gallimard, 1971.

11. JULIAN, Claude, 1990. “El patrimonio del hombre y los depredadores” (trad. Gómez). Le Monde diplomatique Cahiers.

12. JULIAN, Claude, “Une guerre si propre…….mépris du droit, le golfe en Feu”, Le Monde diplomatique février 1991.

13. LABEYRIE, Vincent. L´ecologie et l´homme, Guig de Pat ed.

14. LABEYRE, Vincent, ” Ecologie et agriculture “, conférence au collage de France, 1981.

15. LABEYRIE, Vincent, Discours liminaire du président du Jury de thèse de spécialise de Mme Lilliam Gómez Alvarez à l´Université François Rabelais, France, 1980

16. MAESSCHALK G, G. Slys, “Le cri d´alarme des pays poubelles ” le Monde diplomatique cahries. . 1990

17. Nouvel Observateur, “Les catastrophes qu´on dit naturelles”, No. 1338, 9/5/1991.

18. ODUM, E.P., Fundamentos de la Ecología, Saunder, 1971.

19. Times,” Who gets the garbage?” , 1988.

20. VÉLEZ, Gladys, RESTREPO, M., Conceptos básicos de la Ecología para abordar el estudio de los Agroecosistemas, 2001

Lilliam Eugenia Gómez Álvarez  especial para La Pluma, 25 de diciembre de 2017        

Editado por María Piedad Ossaba

Artículos y conferencias de Lilliam Eugenia Gómez  Álvarez publicados por La Pluma