Los mecanismos contemporáneos de represión y control social en Latinoamérica a partir de un estudio minucioso de la provincia argentina de Jujuy
Un ejemplo demoledor de cómo se dirimen los asuntos políticos en la arena judicial, en varios países de la región, es la sustitución de la muerte física, producto de los golpes militares, por la muerte política, aquella que hace desaparecer la posibilidad de participar libremente de los actos eleccionarios. Esta defunción política es producto de la transferencia de poder de las instituciones representativas a los órganos judiciales (‘lawfare’), circunstancia que la politóloga Cecilia Abdo Ferez califica con el término “juristocracia”.
La aparición del libro ‘Jujuy: el laboratorio de represión’ editado por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), constituye una balsa a la que aferrarse en tiempos de inundación de locura y desasosiego. Las autoras, Elizabeth Gómez Alcorta y Valeria Vegh Weis, abogadas con un respaldo académico y laboral han realizado un cuidadoso trabajo bibliográfico que emerge como una contribución clave para comprender los mecanismos contemporáneos de represión y control social en Argentina, a partir de un estudio minucioso sobre la provincia de Jujuy.
La obra ofrece una cruda y rigurosa radiografía del entramado represivo construido en la provincia de Jujuy, al norte de la República Argentina, durante las gestiones de Gerardo Morales como gobernador, y alertan sobre su expansión como modelo nacional.
Uno de los grandes aciertos del libro radica en su capacidad para articular la realidad local con procesos nacionales y globales. Gómez Alcorta y Vegh Weis demuestran cómo las políticas represivas en Jujuy no son un fenómeno aislado, sino el resultado de un engranaje más amplio que involucra intereses económicos, alineamientos políticos y discursos de seguridad que legitiman la restricción de derechos.
Las autoras examinan la figura del “enemigo interno” y el papel de los medios de comunicación en la construcción de sentidos comunes que buscan justificar la represión. Asimismo, analizan el impacto de estas prácticas sobre las comunidades indígenas, los movimientos sociales y sindicales, así como sobre el tejido democrático en su conjunto.
A nivel metodológico, la obra destaca por su rigurosidad, el uso de fuentes primarias y secundarias, y la mirada situada que privilegia las voces de quienes resisten y denuncian. El libro no solo denuncia, sino que propone preguntas para repensar la democracia, la justicia y los límites del poder estatal en tiempos de fuerte conflictividad social.
Sus capítulos ayudan a entender el porqué de muchas decisiones que se producen en el Poder Judicial de Argentina y las consecuencias que generan en la sociedad. Personas que no han sido elegidas por el voto popular forman la columna vertebral de este poder que toma decisiones y generan consecuencias que son decisivas en el devenir de la sociedad.
El libro contiene dos prólogos, uno escrito por quien se ha transformado en víctima de la arbitrariedad jurídica, Milagro Sala. El segundo es de autoría del activista de derechos humanos, Nahuel Morandini. Además, el jurista Eugenio Raúl Zaffaroni escribe un posfacio, que refuerza la solidez argumental de la obra.
Milagro Sala hace una descripción de la organización barrial Túpac Amaru de la provincia de Jujuy, y sin medias tintas sostiene: “Surgió cuando los partidos más fuertes se ocuparon de destruir el país. Nos defraudaron a nosotros y a la patria”. Hace adicionalmente una autocrítica señalando que les faltó preparación política para defender lo que tenían, lo que habían construido. Parafraseando al exvicepresidente boliviano Álvaro García Linera explica que con la militancia no alcanza por lo que es un imperativo “meterle” política a cada decisión.
Nahuel Morandini
Nahuel Morandini, quien fue detenido por opinar sobre la vida privada del dos veces gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, hombre fuerte de esta provincia, hace una descripción con humor sobre su situación diciendo que pasó “de ser un ignoto trabajador estatal preocupado por el crecimiento desmedido de los yuyos del jardín a un peligro para la sociedad en su conjunto”. Conmueve con una poesía escrita en el encierro:
6 de enero de 2024, amanece.
Lo sé por el canto
de los pájaros
Pronto sonará el timbre
y con él
los pasos del verdugo
que nunca sabré por dónde andan
Pero sé por dónde andan los míos
camino sobre seis baldosas
y en cada vuelta que doy sumo doce
que es lo mismo que recorrer cuatro como ochenta metros
recién amanece
y llevo caminado mil kilómetros.
Masiva protesta del pueblo de Jujuy contra las reformas del entonces gobernador neoliberal Gerardo Morales dirigidas a convertir esta provincia del norte de Argentina en un enclave de explotación minera para beneficio del codicioso e insaciable capital transnacional.
Morandini describe el padecimiento a manos del fiscal Rondón que funge de partenaire del poder político cuando, mediante una sentencia de estilo draconiano, usa el terror como método para disciplinar. En medio del proceso en su contra, un empleado preguntó, como identificar a los implicados en el proceso judicial, la respuesta fue: “los amigos serán todos los que hablen del caso”.
“Un tweet escrito en tono satírico sobre un chisme de pueblo” sirvió como argumento probatorio en el juzgamiento de delitos de lesa humanidad para encarcelar con prisión preventiva a Morandini.
El libro que se enfoca en la historia reciente de Jujuy, centrada en la gestión gubernamental del dirigente de extrema derecha Gerardo Morales entre 2015 y 2023, sirve de marco conceptual respecto de lo que ocurrió y ocurre hoy en el ámbito federal.
«Punitivismo neutralizador», es la herramienta fundamental, que las autoras describen para explicar la sobrecriminalización del sistema penal dirigido a suprimir cualquier expresión opositora a las decisiones del Gobierno, utilizándola para penalizar a cualquier organización colectiva o acción individual. Todo ello bajo la excusa de garantizar la gobernabilidad de un determinado territorio, a expensas de derechos constitucionales y del diálogo democrático.
El represor exgobernador de la provincia argentina de Jujuy, Gerardo Morales.
Un ejemplo demoledor de cómo se dirimen los asuntos políticos en la arena judicial, en varios países de la región, es la sustitución de la muerte física, producto de los golpes militares, por la muerte política, aquella que hace desaparecer la posibilidad de participar libremente de los actos eleccionarios. Esta defunción política es producto de la transferencia de poder de las instituciones representativas a los órganos judiciales (‘lawfare’), circunstancia que la politóloga Cecilia Abdo Ferez califica con el término “juristocracia”.
Los casos emblemáticos de esta guerra jurídica los encontramos en Argentina con Cristina Fernández de Kirchner; Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil; Rafael Correa y Jorge Glas en Ecuador. En este caso, el libro se encarga de fijar la mirada en la circunstancia particular de Milagro Sala, presa política del régimen argentino monopolizado por la ultraderecha. Una mujer a la que la justicia ha sometido a los más burdos argumentos para mantenerla en prisión, ante la mirada impasible de la dirigencia política argentina.
Dentro de este contexto, el trabajo bibliográfico hace un detallado seguimiento del calvario jurídico y personal que ha tenido que soportar Milagro Sala y a la vez devela, en sus ocho capítulos, los intríngulis del Poder Judicial en Argentina.
Diosa Temis, Justicia
Este país tiene que recuperar la función judicial para volver a confiar en sus decisiones, las cuales, como es apenas obvio, deben ser producto de la aplicación de la ley y no de compromisos y carpetas hamacándose sobre las cabezas de los encargados de dictar una sentencia.
La obra invita entonces a no perder de vista las experiencias locales como termómetro de lo que puede suceder a mayor escala, y a pensar críticamente el rol de las instituciones y la sociedad civil en la defensa de los derechos humanos.
En suma, este sugerente trabajo ofrece un análisis lúcido, comprometido y necesario, que interpela a la sociedad respecto de los procesos de criminalización y resistencia en contextos de desigualdad y conflicto social.
Sergio Enrique Peralta Morales (Ovalle, 23 de abril de 1962) es un abogado y expolítico, exalcalde de la comuna de Ovalle (Chile).
Fue el primer alcalde democráticamente elegido en Ovalle después de la vuelta de la democracia. Durante el período de regreso a la democracia desde el año 1992 a 1996, realizó diversas obras públicas de gran avance en la comunidad; tales como la construcción de la facultad de Agronomía de la universidad de la serena, la planificación de la avenida costanera, la recuperación y entrega a la comunidad del centro cultural Guillermo Durruty y del museo del Limarí que se emplaza en la antigua ex estación de ferrocarriles de Ovalle en el año 1996; la construcción del consultorio de salud familiar urbano Jorge Jordan Domic; cuyo nombre recuerda al destacado médico cirujano fusilado el 16 de octubre del año 1973 en el marco de la caravana de la muerte; la construcción del centro de salud rural de Cerrillos de Tamaya de Ovalle; y la construcción en terrenos Municipales del sector de media hacienda de la Escuela de fronteras de Carabineros entre otras.
https://es.wikipedia.org/wiki/Sergio_Peralta_Morales