La juventud relegada se torna antisistema

El sistema que excluye laboralmente –y, por ende, socialmente– a sectores importantes de la juventud engendra una juventud que se posiciona como antisistema y se enrola detrás de propuestas y discursos críticos hacia la partidocracia tradicional. Todo esto, a su vez, potencializado por los nuevos medios de comunicación e información digital, con sus propios códigos y hasta ahora mucho mejor empleados por la extrema derecha que por las fuerzas progresistas.