Bolívar y la diplomacia

El gobierno norteamericano, presidido hoy por Joe Biden, en noviembre de 2024, “reconoció” como presidente de Venezuela al opositor Edmundo González, otro Guaidó 2. Pero el presidente ganador y electo es Nicolás Maduro Moros. Por su parte, el presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego, dice que solo reconocerá a Maduro si este muestra las Actas Electorales. Esto significa claramente violar el Orden Interno de otro país hermano, Venezuela. Es un inmenso error diplomático de nuestro presidente, que olvida las enseñanzas históricas de Bolívar, a quien cita con regularidad en sus discursos. Es decir, es incoherente su pensar y actuar.

El 26 de noviembre de 1820 Simón Bolívar y Pablo Morillo firman el tratado de regularización de la guerra

Nada hay que pueda detenernos si el pueblo nos ama”.

Simón Bolívar Palacios

1783-1830

Este 2024 ha tenido múltiples eventos internacionales: la COP 16 en Cali, Colombia; el encuentro de los BRICS en Kazán, Rusia; la reunión del G-20 en Brasil; la ; la COP29 en Bakú, Rusia; las elecciones presidenciales en Estados Unidos de Norteamérica y múltiples reuniones para detener el genocidio en Gaza. ¿Y qué tiene que ver Bolívar con todo esto? El Libertador fue, además de guerrero y Estadista, un gran diplomático, cuyo pensamiento en Derecho Internacional -del cual fue pionero- aún tiene vigencia. Veamos una síntesis de tan actual diplomacia bolivariana.

Bolívar comprendió filosófica y militarmente que es indispensable tener una visión de la realidad política y, por ende, del actuar diplomáticamente. A lo largo de su lucha militar, inició sus contactos internacionales, buscando apoyo táctico para su gran proyecto emancipador de la América Hispana.

En 1820, Bolívar le plantea al general Pablo Morillo un Tratado para regularizar la guerra. Se nombran Comisionados de ambos ejércitos y, el 28 de noviembre de 1820, se firma el Tratado que puso fin a esa horrible carnicería. Ambos adversarios militares se reunieron el 27 de noviembre, en la población de Santa Ana, y celebraron un brindis como promesa para cumplir el Tratado. Simón Bolívar expresa:

A la heroica firmeza de los combatientes de uno y otro ejército: a su constancia, sufrimiento y valor sin ejemplo. A los hombres dignos que al través de males horrorosos sostienen y defienden su libertad. A los que han muerto gloriosamente en defensa de su patria o de su gobierno. A los heridos de ambos ejércitos que han manifestado su intrepidez, su dignidad y su carácter. Odio eterno a los que deseen sangre y la derramen injustamente”.

Bolívar fue pionero en realizar Cumbres de Estado. En los días 25 y 26 de 1822, se reunió con el general argentino José de San Martín, en la ciudad de Guayaquil, Ecuador, aunque no se conocen sus conversaciones. Bolívar incorporó estratégicamente Guayaquil a Colombia, y lo hizo antes de la llegada de San Martín. Fue una jugada geopolítica ganada por Bolívar. Ambos generales inauguraron el género de diplomacia personal que vemos en el mundo actual con frecuencia inusitada.

El 7 de diciembre de 1824, dos días antes de la Batalla de Ayacucho, Bolívar escribió a los gobiernos de Colombia la Grande, Chile, Río de La Plata (Argentina), América Central, llamada Capitanía de Guatemala y México, una invitación para que se reuniesen en Panamá, en un Congreso Anfictiónico, en 1826:

“… que nos sirviese de consejo en los grandes conflictos, de punto de contacto en los peligros comunes, de fiel intérprete en los tratados públicos cuando ocurran dificultades y de conciliación, en fin, de nuestras diferencias”.

El Congreso Anfictiónico de Panamá

Esto es nada menos que la fundación de un Derecho Público Internacional.

Simón Bolívar publicó en su documento Un pensamiento sobre el Congreso de Panamá,cómo deberían ser las Repúblicas del Nuevo Mundo, independizadas de la monarquía española:

1º- El Nuevo Mundo se constituirá en naciones independientes, ligadas todas por una ley común que fijase sus relaciones exteriores y les ofreciese el poder conservador en un congreso general y permanente.

4º- El orden interno se conservará intacto entre los diferentes Estados y dentro de cada uno de ellos”.

Bolívar tuvo un enfrentamiento diplomático con Estados Unidos de Norteamérica, a través de su Agente Bautista Irvine, en 1818. Lo recibió personalmente, y luego, en 10 cartas de julio a octubre de ese año, le exigió respeto para Venezuela en su soberanía. Esto ocurrió luego de que El Libertador ordenara la detención de dos goletas (barcos), Tigre y Libertad,que habían violado el bloqueo y sitio de Guayana y Angostura, puertos sobre el río Orinoco. Recordemos cómo respondió Bolívar las amenazantes y agresivas exigencias hechas por Washington, en su novena carta al Agente Irvine, fechada el 7 de octubre de 1818, desde Angostura, hoy Ciudad Bolívar:

“… Parece que el intento de V.S. es forzarme a que reciproque los insultos: no lo haré, pero sí protesto a V.S. que no permitiré que se ultraje ni desprecie al Gobierno y los derechos de Venezuela. Defendiéndolos contra la España ha desaparecido una gran parte de nuestra populación y el resto que queda ansía por merecer igual suerte. Lo mismo es para Venezuela combatir contra España que contra el mundo entero si todo el mundo la ofende”.

El gobierno norteamericano, presidido hoy por Joe Biden, en noviembre de 2024, “reconoció” como presidente de Venezuela al opositor Edmundo González, otro Guaidó 2. Pero el presidente ganador y electo es Nicolás Maduro Moros. Por su parte, el presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego, dice que solo reconocerá a Maduro si este muestra las Actas Electorales. Esto significa claramente violar el Orden Interno de otro país hermano, Venezuela. Es un inmenso error diplomático de nuestro presidente, que olvida las enseñanzas históricas de Bolívar, a quien cita con regularidad en sus discursos. Es decir, es incoherente su pensar y actuar.

Felix Orlando Giraldo Giraldo

Fuente: El Colectivo, 14 de enero de 2025

Editado por María Piedad Ossaba