Josefa Joaquina Sánchez, ejemplo de firmeza revolucionaria

La Junta Patriótica de Caracas mandó a buscar a Josefa Joaquina Sánchez, hizo un reconocimiento a su esposo como mártir de la Patria, a ella como insigne patriota y le otorgó una modesta manutención. En 1811 participó en la celebración del primer año de los acontecimientos del 19 de abril.

Audaz y decidida en la lucha por una Venezuela emancipada del yugo español, Josefa Joaquina Sánchez es ejemplo de firmeza revolucionaria, pues aun presa, conocedora del violento asesinato de su esposo y tras haber perdido a su bebé, se mantuvo fiel a sus principios de libertad.

Esta guaireña, nacida el 18 de octubre de 1765, maduró la conciencia de lucha con su esposo, José María España, considerado uno de los precursores de la independencia venezolana por liderar el movimiento conocido como la conspiración de Gual y España, durante la última década del siglo XVIII.

Pese a ser madre de ocho hijos, Josefa Joaquina participó activamente en el movimiento preindependentista, donde además de impulsar valiosas ideas, se encargó de la propaganda y de copiar los importantes documentos de la causa, además de ayudar a confeccionar y bordar la bandera de los revolucionarios.

Josefa tuvo el privilegio de leer y escribir

Hija de un próspero comerciante, don Joaquín Sánchez y de doña Ana María Bastidas, Josefa Joaquina tuvo el privilegio de aprender a leer y escribir, valiosas herramientas para forjar conciencia y espíritu libres con las que no contaban la mayoría de las niñas de su época.

La futura heroína nació y creció en una familia criolla adinerada, en cuyo hogar se organizaban tertulias que no excluían las críticas a los vascos y la compañía Guipuzcoana por lesionar sus intereses económicos. Además, compartían literatura y material informativo considerado subversivo.

Casa Guipuzcoana, joya arquitectónica de La Guaira. Sede de la companía Guipuzcoana, La Guaira.

Fue en una de esas tertulias, pero en casa de la familia mantuana adinerada de José María España, donde ambos jóvenes se conocieron. Con solo 16 años, Josefa Joaquina llamó la atención del joven cadete de las Milicias de La Guaira, pues conversaba sobre política con marcada inclinación patriota.

Josefa Joaquina tenía 18 años cuando se casó con España, entonces de 22 años. La ceremonia fue celebrada en la iglesia de Naiguatá, pueblo al este de La Guaira donde se encontraba la hacienda cacaotera «El Carmen», heredada por el novio al morir su padre. Era el año 1783.

Josefa «Cabeza Caliente»

De acuerdo a sus biógrafos Josefa Joaquina Sánchez era una extremista «cabeza caliente» que conminaba a su esposo a actuar para superar la vergüenza de la opresión española en sus tierras. En especial porque estaban obligados a entregar todo lo que producían al oficial comercio español, pues lo contrario era considerado alta traición.

La vida conyugal de Josefa Joaquina y José María duró 16 años. De ella nacieron ocho hijos: Bernardo María, Germana María, Valentina Soledad, Francisca Josefa, José María Eusebio, Prudencio José, Cosme Damián y José Asunción.

Contaba el matrimonio con 14 años, cuando la pareja y Manuel Gual visitaron a un grupo de presos desterrados de España por haber participado en la llamada Conspiración de San Blas, liderado, entre otros, por Juan Bautista Picornell. Allí se acordó la fuga de los reos y se nombró a Josefa Joaquina encargada de la logística del nuevo movimiento.

Ser madre de tres niñas y cinco niños no impidió que aflorara la naturaleza aguerrida de Josefa Joaquina Sánchez para erigirse en conspiradora junto a su esposo, lo que no significa que era irresponsable o ajena al temor por el peligro que corría toda su familia, sino que evidenciaba su férrea voluntad de lucha.

Juramento de rebelión en La Guaira

El juramento de rebelión contra la corona española fue hecho en La Guaira, específicamente río arriba en el sitio llamado Quita Calzón. Se afirma que allí, entre los partidarios de la conspiración, Josefa Joaquina habló con pasión patria.

Las reuniones secretas se celebraban entre La Guaira, Macuto y Naiguatá, muchas veces en casa del matrimonio Sánchez-España. Fue en una de esos encuentros cuando Manuel Gual le entregó la bandera por él ideada a Josefa Joaquina para los toques definitivos. Por ello también es reconocida como «La Bordadora» del primer pabellón patrio.

La actual bandera del estado La Guaira, fue la primera bandera de un movimiento proindependentista en Venezuela. Los colores amarillo, azul, rojo y blanco representan a Caracas, Maracaibo, Cumaná y Guayana, las provincias a liberar. Sus cuatro estrellas simbolizan a los blancos, negros, indios y pardos; así como a los cuatro derechos del hombre: libertad, igualdad, propiedad y seguridad.

La conspiración fue delatada

La ejecución de los planes libertarios de José María España, Manuel Gual, Josefa Joaquina Sánchez y unos 90 involucrados más, fue evitada por una imprudencia y una delación. Se cuenta que, en julio de 1797, el comerciante Manuel Montesinos afirmó: «ya somos libres» en una barbería y fue escuchado por un mulato barbero quien se lo contó a las autoridades realistas de La Guaira.

Gual y España pudieron huir a Curazao gracias a que la madre de Manuel Piar, Doña Isabel Gómez, los alertó sobre la delación. Los españoles ofrecían unos seis mil pesos por su captura. Los fugitivos pasaron a Trinidad, pero un año después el esposo de Josefa Joaquina volvió a Venezuela clandestinamente, vía Barcelona.

La heroína logró esconderlo con tanto éxito que ambos comenzaron a reavivar la conspiración en la hacienda de Naiguatá, pero esa confianza les costó otra delación, esta vez de un esclavo inconforme y borracho quien, entre tragos, se dedicó a hablar sobre la presencia de su amo en la plantación cacaotera.

Un embarazo revelador

Las autoridades guaireñas visitaron la vivienda de Josefa Joaquina y José María en Macuto. En la primera oportunidad la conspiradora guaireña logró despistarlos, pero alertados por una vecina sobre su embarazo, volvieron y se la llevaron. «¿Y es acaso José María España el único hombre que existe en Macuto?», respondió al juez que le preguntó sobre el regreso de su esposo dado su visible estado de gravidez.

La audaz respuesta confundió a los captores, quienes la devolvieron a su hogar. Pero en una nueva oportunidad y en ausencia de Josefa Joaquina, la presión fue ejercida sobre la criada de la familia, llamada María Rufina, a quien amenazaron con la horca. España fue apresado la tarde del 29 de abril de 1799, en su residencia de Macuto.

Igual suerte corrió su esposa al regresar a casa. Junto a todos los criados, fue enjaulada para ser llevada a La Guaira. De allí pasaron a Caracas. España fue confinado en cuartel San Carlos y Josefa Joaquina en la llamada Casa de Misericordia, suerte de prisión y manicomio, ubicada en lo que hoy es Parque Carabobo.

España fue torturado, ahorcado y desmembrado

Un grabado de la Plaza Mayor 1840.

En prisión, el 8 de mayo de 1799, Josefa Joaquina Sánchez se enteró del martirio de su esposo, quien ese día fue torturado, ahorcado y desmembrado en la Plaza Mayor de Caracas, hoy plaza Bolívar. Acción que, una vez más, demostró que los demonios sin alma eran los conquistadores españoles y no los aborígenes que encontraron a su llegada, como sus misioneros pregonaban.

José María España había sido sometido a una especie de juicio sumario donde se le condenó a muerte por los cargos de conspirador, sedicioso y traidor. Ese 8 de mayo de 1799 fue arrastrado atado a la cola de un caballo desde la cárcel a la Plaza Mayor, donde fue ahorcado.

«Muero por la Libertad de mi Patria, no pasará mucho tiempo sin que mis cenizas sean honradas», fueron las proféticas últimas palabras del mártir cuyo cuerpo fue decapitado y cortado por un carnicero en cuatro cuartos como si se tratara de una res o un animal de caza. Todo ante una multitud que incluía niños para una aterradora lección de castigo contra intentos de rebelión.

Para reforzar la macabra estrategia, la cabeza del mártir fue llevada en una jaula y colgada en una viga de 30 pies en  la entrada a La Guaria desde la Puerta de Caracas. Un cuarto de su cuerpo fue igualmente colgado en la entrada de Macuto. Otro en la zona La Vigía Chacón. Otro en Quita-Calzón. El último, «en la cumbre donde proyectaba reunir las gentes que se proponía mandar».

La Heroína continuó su labor libertaria en la cárcel

Los restos simbólicos de Josefa Joaquina Sánchez serán sepultados próximamente en el Panteón Nacional como tributo a su gesta heroica.

El dolor y las penurias de la cárcel cobraron la vida del bebé que Josefa Joaquina Sánchez tuve poco tiempo después del asesinato de su esposo. Ocho años y 10 meses pasó en prisión, donde la heroína continuó su labor por la libertad con compañeras de celda a quienes enseñaba a leer y escribir.

Al salir fue desterrada a Cumaná con sus hijos. Con sus bienes confiscados, la heroína guaireña pasó por muchas penurias, pero siempre atenta a las noticas sobre los avances pro independentistas en el país.

La Junta Patriótica de Caracas mandó a buscar a Josefa Joaquina Sánchez, hizo un reconocimiento a su esposo como mártir de la Patria, a ella como insigne patriota y le otorgó una modesta manutención. En 1811 participó en la celebración del primer año de los acontecimientos del 19 de abril.

Tres meses después sus hijos, los cadetes José María y Prudencio José España recibieron del Generalísimo Francisco de Miranda la bandera tricolor para izarla por primera vez en la nueva República, en el mismo lugar donde los bárbaros ahorcaron a su padre, en homenaje al mártir. Fue un día de gran alegría para Josefa Joaquina, quien murió a los 47 años y cuyos restos simbólicos serán sepultados próximamente en el Panteón Nacional como tributo a su gesta heroica.

Haiman El Troudi, 17/10/2023

Fuente: Haiman El Troudi

Editado por María Piedad Ossaba

Con información de Dokumen, Mppef y Ecured