John Bolton explica sin querer, por qué la política de EE.UU. sobre Rusia y China es errónea

Aquellos que argumentan que Rusia debería haber tolerado que Ucrania se convirtiera en un activo de la OTAN o que China debería aceptar sin más el cerco militar estadounidense porque tiene algo que ver con libertad y democracia, en realidad sólo están diciendo que se debería permitir a Estados Unidos gobernar cada centímetro de este planeta de forma completamente incontestada.

El psicópata profesional John Bolton ha publicado un artículo en The Hill titulado «Estados Unidos no puede permitir la expansión militar china en Cuba». America can’t permit Chinese military expansion in Cuba | The Hill Sin pretenderlo, el artículo explica exactamente lo que está mal en la forma en que el imperio estadounidense sigue acumulando fuerzas fuertemente armadas en las fronteras de sus grandes adversarios.

¡ Rusia quiere guerra !: ! Vean cómo han colocado su país al lado de bases militares americanas ¡

Citando un informe del Wall Street Journal del mes pasado en el que funcionarios estadounidenses anónimos afirman que La Habana ha entablado negociaciones con Pekín para una posible futura instalación conjunta de entrenamiento militar en Cuba, Bolton sostiene que EE.UU. debe utilizar cualquier cantidad de agresión necesaria para impedir la construcción de esta instalación, incluyendo el intervencionismo de cambio de régimen.

«El potencial de instalaciones chinas significativas en Cuba es una amenaza de línea roja para Estados Unidos», escribe Bolton, argumentando que tales actividades «bien podrían camuflar armas ofensivas, sistemas de lanzamiento u otras capacidades amenazantes.»

«Por ejemplo, los misiles de crucero hipersónicos, ya más difíciles de detectar, rastrear y destruir que los misiles balísticos, son candidatos naturales para su instalación en Cuba, una perspectiva que no podemos tolerar, junto con muchos otros riesgos, como una base de submarinos chinos», añade.

Todos ellos son argumentos que Rusia y China podrían esgrimir prácticamente al pie de la letra sobre la forma en que Estados Unidos amenaza sus intereses de seguridad con maquinaria bélica en su entorno inmediato.

Argumentando que EE.UU. no está «obligado por ningún compromiso que limite nuestro uso de la fuerza», Bolton aboga por «Revocar las relaciones diplomáticas con Cuba; aumentar las sanciones económicas tanto contra China como contra Cuba; y una aplicación mucho más estricta de las sanciones existentes» como respuesta inmediata a este hecho denunciado, abogando por un intervencionismo de cambio de régimen como solución última al comportamiento desobediente de Cuba.

«Si los presidentes Eisenhower o Kennedy hubieran actuado con más contundencia y eficacia contra Castro, podríamos haber evitado muchas crisis peligrosas de la Guerra Fría, ahorrándonos décadas de preocupación estratégica, por no hablar de la represión del pueblo cubano», escribe Bolton, y añade: «Con la creciente amenaza de Pekín, no deberíamos desaprovechar el momento actual sin reconsiderar seriamente cómo devolver esta isla geográficamente crítica a manos más amistosas de su propio pueblo.»

Bolton señala que la Bahía de Guantánamo «sigue estando totalmente a nuestra disposición hoy en día» para cualquier operación de la que EEUU decida servirse para derrocar a La Habana.

Este sería el mismo John Bolton que en 2002 acusó falsamente a Cuba de tener un programa de armas biológicas en un intento de barrer a la isla en la misma ofensiva bélica posterior al 11-S que estaba ayudando a EE.UU. a construir contra Irak con una agresión extrema.

Cada vez que hay el más leve atisbo de que una potencia extranjera establezca una presencia militar en el territorio de Washington, los halcones comienzan inmediatamente a hacer sonar los tambores de guerra y a exponer la hipocresía de la insistencia del imperio estadounidense en su derecho a formar alianzas militares y amasar fuerzas sustitutorias a las puertas de sus rivales geopolíticos. Los apologistas del imperio siempre desestiman las afirmaciones de Rusia y China de que las invasiones militares estadounidenses en su entorno constituyen un riesgo de seguridad inaceptable y afirman que ninguna nación tiene derecho a una «esfera de influencia» en la que esté prohibido entrar a sus enemigos, pero podemos ver claramente que Estados Unidos se reserva el derecho a su propia esfera de influencia a partir de sus propias doctrinas y comportamientos.

A principios de este año, el senador Josh Hawley preguntó inquietantemente a un auditorio: «Imaginen un mundo en el que los buques de guerra chinos patrullan las aguas hawaianas y los submarinos chinos acechan la costa de California. Un mundo en el que el Ejército Popular de Liberación tiene bases militares en América Central y del Sur. Un mundo donde las fuerzas chinas operan libremente en el Golfo de México y el Océano Atlántico». Es exactamente lo que el ejército estadounidense está haciendo alrededor de China.

La cosa más tonta que el imperio estadounidense nos pide que creamos es que el cerco militar de sus dos principales rivales geopolíticos es una acción defensiva, en lugar de un acto de agresión extrema. La idea de que los cercos militares de EE.UU. a Rusia y China son actos de defensa y no de agresión es una idiotez tan evidente que cualquiera que piense críticamente al respecto la descartaría de inmediato como la tontería que es, y sin embargo, debido a la propaganda, es la narrativa dominante en el mundo occidental, y millones de personas la aceptan como cierta.

El objetivo de poner de relieve la hipocresía no es que ser hipócrita sea un delito especial en sí mismo, sino demostrar que el hipócrita miente sobre sus motivos y su comportamiento, y desmontar sus argumentos para defender sus posiciones. Si EE.UU. interpreta una presencia militar china en Cuba como una provocación incendiaria, entonces lógicamente la presencia militar mucho mayor que EE.UU. ha acumulado en las fronteras de Rusia y China es una provocación mucho mayor por ese mismo razonamiento, y EE.UU. lo sabe. No existe ningún argumento en contra que no se base en afirmaciones infundadas del tipo «bueno, es diferente cuando lo hacemos nosotros».

Exigir que Rusia y China toleren un comportamiento de Estados Unidos que Estados Unidos nunca toleraría de Rusia o China es exigir que el mundo se someta al imperio estadounidense. Aquellos que argumentan que Rusia debería haber tolerado que Ucrania se convirtiera en un activo de la OTAN o que China debería aceptar sin más el cerco militar estadounidense porque tiene algo que ver con libertad y democracia, en realidad sólo están diciendo que se debería permitir a Estados Unidos gobernar cada centímetro de este planeta de forma completamente incontestada.

Si lo que realmente quieres es que Estados Unidos domine cada centímetro de este planeta completamente sin oposición, no intentes decirme que lo que realmente te preocupa es la gente de Ucrania, Taiwán o cualquier otro lugar. No me mees en la pierna y me digas que está lloviendo. Sé sincero sobre lo que eres y cuál es tu postura.

Original Publicado en el blog de Caitlin Johnstone: John Bolton Accidentally Explains Why US Policy On Russia And China Is Wrong – Caitlin Johnstone

Publicado por Rafael Poch de Feliu, para La Pluma

Editado por María Piedad Ossaba

Fuente:  Rafael Poch de Feliu– Blog, 15 de julio de 2023