Fondos de Garantía de Depósitos Bancarios: ¿Tienen EE UU y Europa los medios para hacer frente a la crisis bancaria?

Los bancos privados son muy frágiles porque su única preocupación es obtener las mayores ganancias posibles lo antes posible. Se esperan nuevos episodios de crisis bancarias en el futuro. Es urgente socializar todo el sector bancario

Desde 2008 en Estados Unidos los depósitos están garantizados por la ley hasta un importe de 250.000 dólares. La decisión de garantizar los depósitos de las y los ahorradores a través de una ley federal se remonta al comienzo de la presidencia de Franklin Delano Roosevelt. Roosevelt tomó esta decisión en 1933 como uno de los medios utilizados para salir de una gran crisis financiera que había producido miles de quiebras bancarias en pocos meses. Al principio, el importe garantizado era de 2500 dólares y sólo tenía en cuenta los depósitos en los bancos de depósitos. Recordemos que, en efecto, otra medida tomada por Roosevelt consistió en separar los bancos de depósito y los bancos de negocios gracias a la ley conocida como Glass-Steagall Act. Los depósitos en los bancos de depósitos se beneficiaban de la garantía estatal, mientras que las inversiones en los bancos de negocios eran a riesgo. Esta separación fue abandonada durante la década de 1990 durante la administración de William Clinton como parte de la ofensiva neoliberal que favoreció los intereses del gran capital y en particular los de los grandes accionistas privados de los grandes bancos (y entre estos grandes accionistas privados, fondos de inversión como BlackRock), es una evolución que describí en el libro Bancocracia (1) publicado en 2014 y en un artículo publicado en la  web del CADTM. Los bancos de negocios que no se beneficiaban de la garantía estatal se convirtieron en un banco universal (2  o banco generalista (en particular después de la quiebra del banco de negocios Lehman Brothers en septiembre de 2008), como es el caso de Goldman Sachs. Con la desregulación de los años 1980-1990, los grandes bancos privados se convirtieron en bancos universales cuyo nombre es bastante engañoso (ver recuadro). Esto les permitió desarrollar su departamento de banca de negocios mientras abrían un departamento de depósito para beneficiarse de la garantía estatal. Esta evolución tuvo lugar no solo en Estados Unidos, sino también en Europa y en otros lugares.

Volviendo a Estados Unidos, la FDIC, Federal Deposit Insurance Corporation (Agencia Federal de Seguros de Depósitos) creada en julio de 1933 es la agencia federal que hasta hoy tiene la responsabilidad de garantizar los depósitos en los miles de bancos que se benefician de la garantía del Estado, también se encarga de controlar la seriedad de la actividad de los bancos en cuestión.

En caso de quiebra o rescate bancario, la FDIC aprovecha sus recursos para asegurar la garantía de los depósitos. En marzo de 2023, las quiebras del Silicon Valley Bank y del Signature Bank costaron a la FDIC 20 mil millones de dólares. La quiebra de First Republic que se produjo en abril le costó a la FDIC 13 mil millones de dólares adicionales.

Según Financial Times, en un artículo publicado el 2 de junio de 2023 bajo el título “Las quiebras bancarias llevan el fondo de seguro FDIC para los depósitos por debajo del mínimo legal” (Bank failures drag FDIC insurance fund for deposits below the legal minimum , a finales de marzo de 2023, la FDIC tenía 116 mil millones de dólares en activos, lo que representa solo el 1,1% de los depósitos garantizados en los Estados Unidos. Desde entonces, el coste del rescate de First Republic ha reducido esta proporción. Sin embargo, la ley federal obliga a la FDIC a dotarse de medios que deben corresponder al menos al 1,35% de los depósitos. La FDIC afirma que llegará a esto en 2028. Es como si no previera otras quiebras bancarias, sin embargo lejos de ser excluidas.

Los recursos de la FDIC son proporcionados por los bancos que garantiza. Obviamente, estos recursos son demasiado débiles para hacer frente a nuevas quiebras, pero la FDIC no quiere reconocer que la situación es problemática.

Sin embargo, ella misma afirma que la lista de bancos que podrían verse afectados por una quiebra contaba con 43 bancos a finales del primer trimestre de 2023 frente a 39 a finales del último trimestre de 2022. Hay que tener en cuenta que la FDIC no hace pública esta lista, solo menciona el número de bancos con problemas. Hay que tener en cuenta también que en la lista anterior no figuraban los 3 bancos que quebraron en marzo-abril de 2023. Esto se supo durante las semanas siguientes a su quiebra.

Hay que tener en cuenta también que los depositantes retiraron 500 mil millones de dólares de sus cuentas en el primer trimestre de 2023. Esta es la mayor retirada que se ha producido en los últimos 40 años. Estas retiradas masivas multiplican las posibilidades de quiebra bancaria en los Estados Unidos, ya que obligan a los bancos a proporcionar liquidez, que no tienen en cantidades suficientes para hacer frente a los riesgos que asumen, a los clientes cuando retiran su dinero. Como no tienen suficiente liquidez disponible de inmediato, los bancos a menudo tienen que vender valores con urgencia. Esta venta es regularmente sinónimo de pérdidas, que, si son demasiado grandes, provocan la quiebra porque los fondos propios son completamente insuficientes. Sin embargo, como hemos visto, una quiebra supone un recurso al FDIC, ya casi seco, para salvar al banco en cuestión.

Las cantidades retiradas de las cuentas se han ido en gran medida a los Money Market Funds, que ofrecen una mejor remuneración, pero no están regulados (véase el recuadro sobre los Money Market Funds (3).

También hay que mencionar que los bancos que se benefician de la garantía de la FDIC están obligados a informarle de las posibles pérdidas a las que estarían expuestos si tuvieran que vender los valores que poseen para obtener la liquidez necesaria para reembolsar a los depositantes que retiraran su dinero del banco. Recordemos que esto es lo que sucedió con los tres bancos que quebraron y en particular el Silicon Valley Bank. Según las declaraciones de los bancos estadounidenses a finales de marzo de 2023, si hubieran tenido que vender los valores financieros que poseían para hacer frente a una retirada masiva de depósitos, habrían hecho una pérdida de 516 mil millones de dólares. Cabe destacar que el importe total de los depósitos asciende a 17 billones de dólares.

Los bancos estadounidenses, como los bancos de otros continentes, están jugando constantemente con los depósitos de sus clientes asumiendo altos riesgos para obtener el máximo beneficio a corto plazo. Los más grandes acechan a los bancos medios para comprarlos a precio de ganga y aumentar su potencia. El mayor banco estadounidense, JPMorgan, acaba de comprar First Republic.

¿Son los bancos europeos más fuertes que los de Estados Unidos?

No está nada claro. La quiebra de Credit Suisse (4) está ahí para mostrárnoslo. El Deutsche Bank, que es uno de los grandes colosos con pies de arcilla, está permanentemente al borde del precipicio. Y no es el único banco que está en esta situación.

Contrariamente a las afirmaciones de que los fondos propios de los bancos europeos son lo suficientemente altos como para hacer frente a los riesgos de pérdidas, son demasiado bajos para hacer frente a grandes pérdidas. La ponderación de los activos por el riesgo les permite mentir sobre la parte real de sus fondos propios en relación con su balance. Es un método de cálculo autorizado por el comportamiento cómplice de las autoridades encargadas de la regulación y la seguridad bancaria. Este método de cálculo permite a los bancos afirmar que la relación entre sus fondos propios y su balance es superior al 12%, cuando en realidad oscila entre el 3 y el 6% (5). Esto significa que si un banco sufre una pérdida del 3 al 6% de todo su balance, se encuentra al borde de la quiebra.

El Credit Suisse, justo antes de su quiebra en marzo de 2023, afirmaba que la relación entre sus fondos propios y su balance era del 18%. Sin embargo, sus fondos propios se desvanecieron como la nieve al sol en unas semanas o incluso días. En sus fondos propios, el Crédit Suisse incluía, con el acuerdo de la autoridad bancaria y el comité de Basilea, los famosos AT1 que ascendían a 17 mil millones de francos suizos. Se redujeron a cero durante el fin de semana del 18 y 19 de marzo de 2019. En efecto, un AT1 es una obligación convertible. Los AT1 son vendidos como obligaciones por las empresas que los emiten para financiarse. Es un título de deuda para su comprador, da derecho a un interés garantizado. El interés es más alto que para un bono normal, generalmente oscila entre el 5 y el 8%. En el caso de Credit Suisse, el tipo de interés era del 8%, lo que es alto e indicaba que el comprador corría un riesgo. En efecto, estas obligaciones pueden convertirse en equities, es decir, en acciones, por lo tanto, capital de riesgo. Los AT1 son el producto de la crisis de 2008. Mientras que eran títulos de deuda, fueron aceptados por las autoridades de supervisión bancaria como parte del capital de la empresa y, por tanto, de sus fondos propios. Las autoridades lo hicieron para permitir que los bancos pudieran aumentar artificialmente sus fondos propios teniendo que intentar realizar un aumento de capital.

¿Está bien asegurada la garantía de los depósitos en los bancos europeos?

Desde el punto de vista financiero, esto está lejos de ser así. También hay que tener en cuenta que no existe un fondo europeo de garantía. Cada fondo es un fondo nacional.

¿Y qué pasa con la banca en la sombra más conocida por la expresión inglesa shadow banking?

Esta es una cuestión esencial. Las actividades financieras de la banca en la sombra se realizan principalmente en nombre de los grandes bancos por empresas financieras creadas por ellos. Estas sociedades financieras (SPV, money market funds…) no reciben depósitos, lo que les permite no estar sujetas a la reglamentación y regulación bancarias. Por lo tanto, son utilizados por los grandes bancos para escapar de las regulaciones nacionales o internacionales, en particular las del Comité de Basilea sobre fondos propios y ratios prudenciales. El shadow banking es el complemento o corolario del banco universal.

Las cantidades financieras que gestiona la banca en la sombra son mucho más voluminosas que las que aparecen en el balance de los bancos. En caso de crash en las actividades bancarias en la sombra, hay inevitablemente un efecto de contagio en la salud de los bancos. Un informe reciente (6) del Banco Central Europeo lo dice claramente. Según este estudio del BCE, las actividades en la sombra de los grandes bancos de la zona euro constituyen el 13% de su balance, es decir, mucho más que sus fondos propios. Esto se refiere en particular a los mayores bancos de la zona euro: BNP Paribas, Crédit agricole, Société générale, BPCE en Francia, Deutsche Bank en Alemania, ING en los Países Bajos, Santander en España y UniCredit en Italia.

¿Se puede confiar en las grandes firmas de auditoría que revisan las cuentas de los bancos?

A nivel mundial hay 4 grandes firmas de auditoría Deloitte, EY (Ernst & Young), KPMG, PwC (PricewaterhouseCoopers). Cada una de ellas es el resultado de múltiples fusiones de empresas, las más antiguas de las cuales se remontan a mediados del siglo XIX.

Muchos escándalos jalonan la historia de estas firmas de auditoría y los conflictos de intereses son numerosos. Sus errores son monumentales. Para tomar solo un ejemplo reciente. KPMG se encargó de auditar las cuentas de los 3 bancos estadounidenses que quebraron en marzo de 2023: Silicon Valley Bank, Signature Bank y First Republic. Ahora bien, en su informe de febrero de 2023, KPMG declaró que la situación de estos bancos y su cuenta no tenía problemas y emitió un certificado de buena salud. El Financial Times dedicó un artículo a este caso bajo el título “ KPMG es objeto de una revisión exhaustiva como principal auditor del sector bancario tras la quiebra de tres prestamistas” (“ KPMG under scrutiny as banking sector’s largest auditor after trio of lender failures”, artículo de pago publicado en línea el 3 de mayo de 2023 bajo el título “Three failed US banks had one thing in common: KPMG”).

Según el FT, ha habido un conflicto de intereses entre altos funcionarios de KPMG y funcionarios de al menos dos de los tres bancos en quiebra. Los directores generales de Signature Bank y First Republic eran antiguos altos empleados de KPMG. También está la situación de Keisha Hutchinson, que fue la principal responsable del equipo de auditoría de KPMG en Signature Bank en 2020 y que unos meses después fue reclutada por el banco como directora del departamento de evaluación de riesgos en 2021. Fue contratada para este puesto por Signature Bank apenas dos meses después de firmar el informe de auditoría de 2020 como representante de KPMG. Las reglas de la Securities and Exchange Commission (SEC), que es el principal órgano de control de los bancos en los Estados Unidos, imponen un período de reflexión de 12 meses antes de que un empleado de una firma de auditoría sea contratado por una empresa en un papel de supervisión de la información financiera. Por lo tanto, este plazo no se cumplió.

En cuanto al Silicon Valley Bank, los depositantes iniciaron un proceso judicial contra KPMG acusándola de haber permitido al Banco no declarar a los clientes la depreciación de sus activos cuando esto es lo que causó en parte la quiebra (7).

Obviamente, sería un error confiar en los boletines de salud y moralidad publicados por las principales firmas de auditoría, en particular KPMG, Deloitte, EY (Ernst & Young) y PwC (PricewaterhouseCoopers).

En cuanto a la salud del sector bancario privado, está claro que las autoridades bancarias no han establecido realmente el orden y que los bancos privados son muy frágiles porque su única preocupación es obtener las mayores ganancias posibles lo antes posible. Se esperan nuevos episodios de crisis bancarias en el futuro. Es urgente socializar todo el sector bancario (8).

Notas:

  • (1) https://www.cadtm.org/Dispone-el-Fondo-de-Garantia-de-Depositos-Bancarios-de-Estados-Unidos-de-los#nb1
  • (2) El banco universal (también llamado “banco de todo tipo” o “banco generalista”) representa un gran conjunto financiero que agrupa y ejerce las diferentes actividades de la banca minorista, la banca de financiación y de inversión, la gestión de activos, al tiempo que también desempeña el papel de aseguradora (hablamos de bancaseguro). Este conjunto interviene en el territorio nacional pero también en el extranjero con sus filiales. El principal peligro de este modelo bancario es hacer soportar las pérdidas de las arriesgadas actividades de banca de financiación e inversión por parte del banco de depósito y poner en peligro así los activos de las y los pequeños ahorradores.
  • (3) Los Money Market Funds son empresas financieras de Estados Unidos y Europa, muy poco o nada controladas ni reguladas porque no tienen licencia bancaria. Son parte de la banca en la sombra shadow banking (ver más adelante). En teoría, los MMF llevan a cabo una política prudente, pero la realidad es muy diferente. La administración del presidente Obama había considerado en 2009 regularlos porque, en caso de quiebra de un MMF, el riesgo de tener que utilizar dinero público para salvarlos es muy alto. Pero se ha hecho muy poco. Los MMF son motivo de gran preocupación por los considerables fondos que gestionan. En 2012, los MMF estadounidenses manejaban 2 700 mil millones en fondos, frente a los 3 800 mil millones en 2008. A 31 de mayo de 2023, gestionaban 5.400 mil millones de dólares. Como fondos de inversión, los MMF recaudan el capital de los inversores (bancos, fondos de pensiones…). Este ahorro se presta entonces a muy corto plazo, a menudo día a día, a bancos, empresas y estados. En la década de 2000, la financiación de los MMF se convirtió en un componente importante de la financiación a corto plazo de los bancos. La agencia de calificación Moody’s calculó que durante el período 2007-2009, 62 MMF tuvieron que ser salvados de la quiebra por los bancos o fondos de pensiones que los habían creado. Se trata de 36 MMF que operan en Estados Unidos y 26 en Europa, con un coste total de 12,1 mil millones de dólares. Entre 1980 y 2007, 146 MMF fueron rescatados por sus patrocinadores. En 2010-2011, también según Moody’s, se rescataron 20 MMF. Esto demuestra lo mucho que pueden poner en peligro la estabilidad del sistema financiero privado.
  • (4) https://www.cadtm.org/Nouvelle-crise-bancaire-Episode-3-Apres-Credit-Suisse-vers-de-nouvelles
  • (5) http://www.cadtm.org/Los-bancos-se-la-juegan-con-sus
  • (6) https://www.ecb.europa.eu/pub/financial-stability/fsr/special/html/ecb.fsrart202305_02~1ff06bc324.en.html
  • (7) ver la explicación de la quiebra en este video: https://www.cadtm.org/Nouvelle-crise-bancaire-Episode-2-Pourquoi-la-S
  • (8) Véase: ¿A qué llamamos socialización del sector bancario? http://www.cadtm.org/A-que-llamamos-socializacion-del-sector-bancario