Hacia una Organización Latinoamericana de Países Exportadores de Litio (OLPEL)

La integración latinoamericana en torno al litio no solo es posible, sino necesaria económica y geoestratégicamente

¿Qué tan importante es el litio para América Latina?

  • La emergencia climática está llevando a los países ricos a acelerar la transición energética, con la consiguiente demanda de nuevos minerales: la demanda mundial de litio aumentaría 42 veces para el año 2040. En este escenario, América Latina tiene mucho que ganar si se integra, y mucho que perder si avanza en un proceso de balcanización del litio en el que cada país «hace la suya».
  • Al año 2022, Bolivia, Argentina y Chile concentran más de la mitad de las reservas mundiales de este mineral (64 %).Si a estas sumamos las de Perú, México y Brasil, países con menor potencial, América Latina domina el 68 % de las reservas mundiales. Por lo tanto, tendría la llave de un nuevo escenario geoeconómico en materia de transición energética y una fuente segura de divisas para el funcionamiento de sus economías. Según las estimaciones de CELAG (ver anexo 1), para el 2040 las exportaciones de litio alcanzarían los USD 530.000 millones anuales en esos seis países de América Latina: en Bolivia ascenderían a USD 210.719 millones, en Argentina a USD 193.477 millones, las de Chile a USD 96.723 millones, las de México a USD 17.071 millones, las de Perú a USD 8.837 millones y finalmente, las de Brasil a USD 4.464 millones. Para 2040 el litio se convertiría en el principal producto de exportación de los tres grandes productores: podría representar el 81 % de las exportaciones totales.  

Integración: una oportunidad histórica

  • La única forma que tiene la región para aprovechar adecuadamente esta ventaja económica es que negocie como bloque mediante la creación de una Organización Latinoamericana de Países Exportadores de Litio (OLPEL).
  • Debería estar conformada por un núcleo central (Bolivia, Argentina y Chile), a quienes deberían sumarse México, Perú y Brasil que, si bien hoy no cuentan con reservas probadas tan importantes, serían actores centrales por la transferencia de tecnología y por su peso geopolítico.
  • La integración a nivel supraestatal de estos seis países podría aterrizarse en dos fases:
  • Fase de corto plazo: la suscripción de un convenio/tratado fundacional donde se establezcan las premisas básicas estratégicas, la hoja de ruta, las reglas de funcionamiento, así como los principales puntos de coordinación y articulación.
  • Fase de mediano plazo: suscripción de un convenio/tratado multilateral por el cual se establezca un organismo permanente de articulación y coordinación regional en forma de cartel que tenga como prioridad una política común en materia de precios y producción, y transferencia tecnológica.
    • Éste debería registrarse en la Secretaría de la ONU para su reconocimiento como organización internacional. La adopción de este convenio, dados los existentes marcos normativos nacionales, no requeriría modificaciones constitucionales porque no se se necesita ninguna cesión de soberanía al organismo supraesta

CELAG, mayo de 2022

Editado por María Piedad Ossaba