Rasmus Paludan: retrato de un batifondero*

El método es siempre el mismo: provoquen, provoquen, provoquen y las revueltas de los grupos que son blancos de sus provocaciones justificarán el mensaje de sus provocaciones.

El hombre que incendió los suburbios suecos durante el fin de semana santa y en pleno Ramadán merece ser conocido. Un retrato exprés.

Rasmus Paludan nació en 1982 en Zelanda del norte de madre danesa y padre sueco, lo que le permitió hace dos años obtener la nacionalidad sueca además de la danesa, y debería abrirle el camino como candidato a las elecciones legislativas suecas de septiembre próximo.  Probablemente no tendrá ninguna posibilidad de ser elegido allí, ni tampoco en Dinamarca, donde obtuvo apenas algunos miles de votos, pero esto debería ampliar su área de influencia en las llamadas redes sociales, donde se está extendiendo, multiplicando las provocaciones, pero sin alcanzar el éxito esperado.

Rasmus tiene un hermano menor de izquierdas -que en un vídeo llamó a no votar por él en 2019- y también una hermana menor poeta feminista, que además hace música electrónica. Se casó el otoño pasado con una joven de 21 años, cuyo anonimato se ha preservado y de la que sólo se sabe que ha mantenido una relación amorosa desde los 17 años de edad con Peter Madsen, alias Raket-Madsen, el inventor de cohetes y submarinos, que cumple cadena perpetua por el asesinato, precedido de la violación, de la periodista sueca Kim Wall. (¿Boda de fachada? No lo sabemos. En cualquier caso, esta noticia ha puesto fin a los rumores que insisten en la homosexualidad de Rasmus, que además es objeto de una denuncia de una ONG de defensa de los niños por intercambios de comentarios sexuales con menores de 15 años.

Rasmus tiene dos problemas personales: su cerebro y su sobrepeso.

En 2005, a la edad de 23 años, sufrió un accidente automovilístico que le causó una lesión cerebral que le ocasionó una pérdida del 25% de sus capacidades cerebrales  y puso en peligro  sus estudios de derecho.

Pero aprendió suficiente derecho para especializarse en todo tipo de denuncias y procesos, ya sea contra el autor de un mensaje según el cual Hitler no había terminado el trabajo para librar la tierra de “maricones” o contra su homónimo Rasmus Padulan Malver por el uso indebido de su “segundo nombre” (Padulan) como apellido.

Pero ha perdido más juicios de los que ha ganado y ha sido condenado un número respetable de veces por sus llamamientos al odio contra los musulmanes.

Es que Rasmus se ha especializado en una actividad particular: quema públicamente coranes, a menudo después de envolverlos en tocino o recubrirlos con grasa de cerdo, tanto en Dinamarca como en Suecia, y esto, bajo protección policial, en nombre del sacrosanto derecho a la libertad de expresión.

Rasmus Paludan, visto por Morten Ingemann

Para ello, creó una start-up, que se presenta como un partido político pero que se asemeja más bien a una empresa unipersonal: Stram Kurs o Hard Line (Línea dura). La filosofía de la empresa se resume en dos palabras instagramadas: “etnonacionalista y libertario”. En resumen, un cruzado del siglo XXI, que quiere limpiar Dinamarca del engendro  musulmano antes de que  éste acabe por tomar el poder al término del Gran Reemplazo en curso.

Pasemos al segundo problema de nuestro Zemmour vikingo: es que su peso ideal sería de 75 kilos. El 31 de enero de 2002, anunció con orgullo en Instagram que había perdido 11,40 kg en un mes, pasando de 119,50 a 108,10 kg. Esto le deja con 33 kg para perder. Pero para ello, debería, por supuesto, renunciar a las cervezas Carlsberg y Tuborg y a las chuletas de cerdo, en definitiva, a componentes esenciales de la danidad, amenazada de ser aniquilada por las hordas musulmanas.

Rasmus no es el primer jurista regordete que desgrana la crónica vikinga. Tiene un ilustre predecesor del que se inspira ampliamente, adaptando sus métodos a las condiciones de la comunicación posmoderna.

Mogens Glistrup (1926-2008) fue un abogado, especialista y gran defensor de la evasión y el fraude fiscal, que fundó el Partido del Progreso en 1972, que dio un gran salto al año siguiente, convirtiéndose en el segundo partido más grande del Folketing, con 28 diputados electos. Entre sus propuestas de “reformas” la que yo prefiero era la de disolver el ejército danés y sustituirlo por un contestador automático con el mensaje “Nos rendimos” grabado en ruso. Después de sus interminables contratiempos sinsabores legales -pasó algunos años en prisión-, su imagen se fue desgastando y pasó el final de su carrera llevando a cabo una cruzada contra los inmigrantes y solicitantes de asilo musulmanes. La respuesta fue débil: en las elecciones de 2001, obtuvo el 0,6% de los votos.

Hay que decir que el hombre se había puesto realmente a descarrilar: en 1999 propuso capturar a 6.000 chicas musulmanas entre 12 y 20 años y venderlas, “por ejemplo, en Paraguay” por 6 millones de coronas. ¡Una manera realmente creativa de reemplazar los odiosos impuestos que había que abolir!

Glistrup ha desaparecido, pero algunas de sus “propuestas” contra el Gran Reemplazo han pasado a formar parte de la política oficial danesa y se están abriendo camino en toda Europa.

Así, la solución “innovadora” encontrada de Boris Johnson para resolver el problema de los inmigrantes indocumentados -deportarlos a Ruanda- se inspira directamente en el acuerdo concluido el año pasado por Mattias Tesfaye, ministro socialdemócrata danés de Inmigración, hijo él mismo de un refugiado etíope, y el gobierno ruandés para externalizar el internamiento y la gestión de los solicitantes de asilo.

No estamos muy lejos de las propuestas de “ventas de musulmanas” de Glistrup.

Rasmus Paludan, como Mogens Glistrup, como Beppe Grillo, como Éric Zemmour, no son más que los paiños** de las catástrofes por venir o ya en marcha. El método es siempre el mismo: provoquen, provoquen, provoquen y las revueltas de los grupos que son blancos de sus provocaciones justificarán el mensaje de sus provocaciones.

Notas:

 *Batifondero: alborotador en lunfardo

** El paíño europeo (Hydrobates pelagicus) es una especie de ave procelariforme de la familia Hydrobatidae propia del Atlántico y el Mediterráneo. Es la única especie del género Hydrobates. Es un ave pelágica del tamaño de un gorrión. Para los marineros anglosajones los paíños eran aves de mal agüero, y creían que presagiaban o atraían el mal tiempo.​ Una explicación más prosáica para su presencia durante los momentos de mal tiempo, es que como la mayoría de aves oceánicas dependen del viento para ayudarles a volar, y cuando hay calma simplemente se quedan posados sobre el agua.
En 1901 el escritor ruso Máximo Gorki escribió el poema “Песня о Буревестнике” (la canción del paíño). El poéma fue calificado como «el himno de batalla de la revolución» y por él Gorky se ganó el sobrenombre de «el paíño de la revolución».​ Varios grupos de anarquistas revolucionarios adoptaron el nombre de esta ave, como identificativo del grupo, como en la guerra civil española,​ o de sus publicaciones. Burevestnik (paíño en ruso) era el título de la revista de la Federación anarco-comunista de Rusia en el periodo de la revolución de 1905​ y todavía es el nombre de una publicación del grupo londinense de la Federación anarquista.​ También en honor a Gorky y obra, se puso el nombre de Burevestnik a varias instituciones, localidades y productos de la USSR. El uso de ese calificativo para las figuras como Paludan, Zemmour y sus compinches es evidentemente irónico.

Fausto Giudice

Original: Rasmus Paludan : portrait d’un fouteur de merde

Traducido por María Piedad Ossaba para la Pluma y Tlaxcala, 18 de abril de 2022

Traducciones disponibles:

Svenska Rasmus Paludan: snabbporträtt av en som muckar bråk 
English Rasmus Paludan: portrait of a troublemaker