Trece deseos de año nuevo que se ratifican

De corazón, feliz año nuevo a todos, sin ironías y sin falacias. De pensamiento, palabra, obra y acción Surrealistas. Revolución Surrealista Permanente. Salud.

Hora de brindar por la dignidad revolucionaria mundial: «La vida enseña»
Guerra de alta intensidad amorosa

Este año deseamos nuevamente a quienes nos quieren y a los que no (o no tanto):

Trabajo fértil, feliz, seguro y bien pagado.

Amor honesto, divertido, poderoso y creativo.

Salud física y mental, duradera, productiva y reproductiva.

Inteligencia libre, comprometida con la libertad y la justicia que no acepte la explotación ni la esclavitud.

Unidad entre todos, amigos, parientes, socios, compadres, gremios, pueblos y parejas.
Reconciliación con lo mejor de la humanidad, superación de las pesadillas económicas, confianza en la fuerza humana organizada.

Éxito sin “existismo”. Éxito sin pedantería, sin petulancia sin triunfalismo. Éxito que dé éxito a otros, con humildad sincera que es el único éxito real.

Descanso… que todos tengan descanso, paz, distensión, vacaciones, diversión inteligente y mucha energía nueva.

Estudio, capacitación, aprendizaje. Intenso, nuevo, refrescante, emocionante, lleno de futuro.

Reconocimiento y respeto por el trabajo, esfuerzo y contribuciones en la mejoría de lo propio y lo ajeno.

Ganas de luchar para que la cosa cambie, para que nuestra suerte mejore, para un futuro menos incierto, para que no nos venza la depresión.

Poesía para todo, mucha poesía… desde las sábanas hasta los fideos, desde los libros hasta las charlas, desde lo íntimo hasta lo público… todo y viceversa para siempre.

Buena suerte, encanto, ángel, charm y todo lo que signifique ese “toque”, ese algo azaroso real, mágico, fantástico y maravilloso que hace de la vida, además de moléculas organizadas… eso que hace objetivamente, materialmente, que aquí y ahora, merezca la pena vivirse.

Estamos hartos de este circo brutal especialista en fabricar impunemente miseria y payasadas.
Quien aplaude éste circo también es enemigo nuestro.

Hemos de levantar, en todo el mundo, millones de copas rebeldes y promisorias, capaces de notificar al futuro cuánto repudiamos (ahora y siempre) las canalladas capitalistas ensoberbecidas que siembran a diestra y siniestra saqueo, explotación, miseria, violencia y tristezas galopantes. No quedarán impunes.

Hemos de levantar millones de copas certeras, vivificantes y revolucionarias, por quienes ya no están, y por quienes estarán siempre, para notificarle al futuro cómo transformaremos nuestros dolores y desgracias en organización y lucha mejoradas.

Cómo pasaremos de la resistencia a la ofensiva en cada idea, en cada charla, en cada decisión tomada para ayudar, como se pueda, a terminar con esta payasada burguesa criminal y despiadada que quiere vernos humillados, dóciles y rentables para siempre.

Hemos de levantar millones de copas, millones de corazones multiplicados y multiplicándose, para re-armarnos, minuto a minuto, con la fuerza de luchas y nuestros mejores sueños.

Contra quienes intrigan, calumnian, hurtan, asesinan… contra quienes mienten, traicionan, humillan y extorsionan… contra quienes quieren vernos deprimidos, agotados, agobiados… contra quienes quieren vernos débiles, frágiles, inmóviles… contra la depresión, la indiferencia y el inmovilismo.

Hemos de levantar millones de copas mundiales y permanentes para vencer la miseria, la usura, la alienación, la represión… Copas mundiales irrefutables y victoriosas llenas de poesía rebelde.

Millones de copas espumantes de fraternidad solidaria por la lucha popular en Oaxaca, en Venezuela, en Bolivia, en Ecuador… Palestina, Cuba, Ecuador… por la libertad de los presos políticos en el mundo entero. Millones de copas levantadas por manos de trabajadores hartos de la humillación, el desamparo, las vejaciones y la esclavitud asesina.

Hemos de levantar millones de copas mundiales y solidarias con los trabajadores desempleados, con los trabajadores chantajeados, con los trabajadores aterrorizados bajo amenaza de despido… millones de copas contra toda estratagema, ideada por el capitalismo, para amargarle la existencia a los trabajadores de la ciudad o del campo. Copas solidarias en todo el mundo contra la traición, la extorsión, la desolación y la pobreza. Por el nacimiento de organizaciones campesinas y obreras revolucionarias, renovadas y nuevas.

Sabemos mucho, exigimos «lo imposible»

Sabemos a la perfección lo que se cocina a las espaldas de los pueblos. Sabemos que se compran y venden armas, se preparan noticieros y películas, se redactan homilías y perdones desde los púlpitos más estrambóticos… para acelerar las represiones, para asustarnos, para debilitarnos… y no pasarán.

No nos asustan sus ejércitos de inteligencia que operan camuflados de espantapájaros. Sabemos defendernos, somos temerarios.
Sabemos pelear, estamos bien entrenados, no nos asustamos fácilmente y no tenemos condescendencia de clase, no queremos reconciliaciones de clase. Somos más y mejoramos en todo.

A pesar de la pesadilla neoliberal, las deudas externas, los empresarios y los banqueros… a pesar de la violencia financiera, la dictadura monetaria, el terrorismo fiscal… no será posible derrotarnos. Desarrollamos una guerra de alta intensidad amorosa. Estamos bien armados.

No creemos en discursos de mercenarios, no creemos en las ilusiones del «buen burgués», no creemos en las buenas voluntades de algunos comerciantes, no creemos en la simpatía de ciertos empresarios… no creemos en la palabrería doctoral. No creemos en la «doble moral» que se auto elige como modelo para los súbditos.

No creemos en la moral de los que ponen una cara en el negocio y otra en casa. No nos gusta cómo se vive, queremos que vivan mejor todos. Por esto nos acusan de «comunistas», «autoritarios», «plagiarios», «zurditos», «sindicalistas»… nos acusan justamente quienes jamás dan la cara.

Ponemos las cuentas claras: Escritura Automática de la Revolución Permanente

Al calor del sueño revolucionario y de la liberación del inconsciente rebelde, el sueño mismo y la rebeldía misma dejaron de ser reino de la individualidad y el individualismo. La identificación del yo en los demás abre espacio a una fascinación nueva que la experiencia surrealista, desde 1924, entiende como ascenso del socialismo y ascenso propio.

La dirección revolucionaria del Surrealismo no emerge de secta alguna, ha pasado a ser una verdadera síntesis creadora multiplicada que toma al amor en serio. Acaso por eso muchos surrealistas de la generación nueva poseen una mística hacia el socialismo y coinciden en trances amorosos similares que pertenecen a una especie de pacto revolucionario que determina, y funde, la vida interior con la exterior.

Los surrealistas se empeñan en impulsar una idea exacta sobre el estado actual del espíritu en acción directa respecto de la revolución de todos.

Interpretan correctamente los signos de la miseria social, educativa, política, arquitectónica, emocional… luchan contra todo conformismo y contra la apatía, contra el triunfalismo y contra la pedantería.

Los surrealistas han comprendido la dialéctica revolucionaria de los pueblos con su bullicio de imágenes y los imaginarios, han aprendido de ellas y se han actualizado actualizándolas en la subversión de todo lo imaginable concreto. Lo lúdico, lo erótico, lo onírico… he ahí un poema de todos. A esta hora, minuto a minuto, en vivo y a todo color el Surrealismo hace de las suyas.
Hay pruebas de todo tipo. Bretón debe estar feliz. Aunque usted no lo vea.

Los “abajofimantes” somos Surrealistas en toda la extensión de la palabra Amor Loco. ¿Está claro?

Júzguesenos con toda severidad sólo si traicionamos nuestro trabajo, si robamos, si tomamos algo que no sea producto de nuestro esfuerzo legítimo, si pretendemos enseñar lo que no sabemos, si hacemos corrillos para amafiar decisiones a espaldas de los interesados. Júzguesenos si escatimamos un sólo minuto de esfuerzo para que nuestro trabajo resulte lo mejor posible, júzguesenos si usamos la intolerancia o la ignorancia para juzgar a otros. Júzguesenos si traicionamos la coherencia, la consistencia de nuestro pensar y hacer ideales, sueños… programas.

De corazón, feliz año nuevo a todos, sin ironías y sin falacias. De pensamiento, palabra, obra y acción Surrealistas. Revolución Surrealista Permanente. Salud.

Fernando Buen Abad Domínguez y Patricia Perouch:
«No será el miedo a la locura lo que nos obligue a bajar las banderas de la imaginación»

P.D. Cualquier parecido con las coincidencias es pura realidad.

Fernando Buen Abad Dominguez para La Pluma, 31 de diciembre de 2020

Editado por María Piedad Ossaba

Publicado por Radio La Nueva república

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