Diciembre de 1960: una primavera argelina en el invierno colonial
“Un solo héroe el pueblo”, de Mathieu Rigouste: un libro, una película, un sitio

Rigouste ha hecho un trabajo formidable sobre un movimiento extraordinario, que las nuevas generaciones deberían conocer con urgencia para reapropiarse una historia ocultada por los aparatos de poder…

“Hemos sufrido un verdadero Dien Bien Phu psicológico y vamos hacia una nueva San Bartolomé”. (Un oficial francés)

Echad la revolución a la calle y la veréis llevada por 12 millones de hombres” -Larbi Ben M’hidi.

En los 2.695 días que duró  la guerra de independencia argelina (del 1º de noviembre de 1954 al 19 de marzo de 1962), 28 jornadas ocupan un lugar especial: las que vieron, desde el miércoles 9 de diciembre de 1960 hasta el miércoles 6 de enero de 1961, al pueblo argelino -de todas las edades y géneros – salir a la calle al grito de “Argelia argelina y musulmana” y de “Argelia independiente” y enfrentarse con las fuerzas de represión francesas -ejército, policía, gendarmería, harkis (cipayos), milicias coloniales- con las manos casi desnudas, al precio de entre 200 y 300 muertos, un millar de detenidos y varios miles de heridos.

Levantamiento espontáneo u organizado, y en este caso, ¿por quién? Esta cuestión resulta ser relativamente ociosa: lo que se suele llamar movimientos espontáneos -las intifadas palestinas, los levantamientos árabes de 2010-2011- fueron desencadenados por formas de organización “naturales” de las clases populares, sin siglas, sin estructuras oficiales, basadas en los lazos sociales -vecindario, comunidad, pertenencia, trabajo- y en la atracción ejercida por un grupo humano en marcha.

“Esta cuestión de la “espontaneidad” del levantamiento ha permanecido opaca incluso para las estructuras de inteligencia del ejército francés. “¿Fue un evento preparado, espontáneo o provocado? La luz sobre este punto está aún lejos de ser arrojada, suponiendo que fuera posible establecer la verdad algún día”, afirma el informe del 2º Buró (Inteligencia) al Comandante en Jefe de las Fuerzas en Argelia. El documento añade: “Por lo demás, sin descartar a priori la hipótesis de las manifestaciones preparadas, así como la presencia de pancartas fabricadas con esmero, podría sugerirlo, parece que el “descenso de los musulmanes a la calle” depende sobre todo y también, por un lado, de la espontaneidad, es decir, de un sentimiento de muchedumbre, de una turba ociosa a causa de la huelga, una muchedumbre inquieta y dispuesta a desatarse al menor incidente, en reacción a las manifestaciones de los europeos, y, por otra parte, de una voluntad de provocación deliberada de la que se dice que el FLN o quizás también el PCA estaría en el origen. (“Un seul héros le peuple”, p. 220)

En cualquier caso, una cosa está clara: las jornadas de diciembre de 1960 fueron decisivas para la revolución argelina. Al entrar en su sexto año, ésta se encontraba entonces en un callejón sin salida: en el plano militar, había sido prácticamente derrotada por la contrainsurgencia desencadenada por el General Massu con la “Batalla de Argel” en 1957. El FLN y el GPRA, su gobierno en el exilio instalado en Túnez y sus ejércitos fronterizos, acantonados en Marruecos y Túnez, no tendrían mucho peso frente a De Gaulle en las eventuales negociaciones.

El campo de la Argelia francesa es percibido como una amenaza mayor para el régimen de la Quinta República establecido por el golpe de Estado del 13 de mayo de 1958: la “semana de las barricadas” vio a los Pieds-Noirs (Pies Negros, europeos de Argelia) encuadrados por los “ultras”, enfrentarse a la policía y al ejército. Una parte de los generales y coroneles del ejército colonial amenazaban con tomar el poder si el proceso de autodeterminación iniciado por De Gaulle se hacía realidad. Pasarán a los hechos el 21 de abril de 1961, por un golpe de Estado fallido que será neutralizado después de seis días de locura. Anteriormente, el 8 de enero de 1961, los electores de Francia, incluida Argelia, habían dicho sí a la autodeterminación en un referéndum. En los días siguientes, se puso en marcha el proceso de negociaciones que debía culminar en los Acuerdos de Evian. Del lado francés, la legitimidad de los negociadores estaba dada por los resultados del referéndum; del lado argelino, provenía de las jornadas de diciembre, que habían demostrado de manera brillante que las masas argelinas querían la independencia.

Sin embargo, estas jornadas decisivas fueron prácticamente borradas en narrativo oficial argelino de la guerra de liberación nacional. Sus héroes y heroínas eran anónimos y lo han seguido siendo. Sesenta años más tarde, mientras Argelia está viviendo una nueva “primavera”, el Hirak (“movimiento”), era el momento de sacarl@s del anonimato. Es la empresa titánica a la que se entregó Mathieu Rigouste, investigador independiente en socio-historia: él condujo una investigación-acción que duró siete años, recogiendo a la vez los documentos de archivo y los testimonios orales y escritos de protagonistas y observadores de esas jornadas. El resultado de este trabajo es triple: por un lado, un libro que acaba de ser publicado por Éditions Premiers Matins De Novembre, por otro lado, una película con el mismo título que estará disponible en preestreno gratuito del 10 al 15 de diciembre y finalmente un sitio web interactivo.

El título, “Un solo héroe, el pueblo”, es un eslogan que floreció en los muros de Argel y Túnez durante el verano de 1962, cuando, en la Argelia apenas independiente, los diversos clanes del FLN se enfrentaron por el poder.  Este eslogan reapareció durante el Hirak de 2019-2020, uniendo como un hilo rojo los levantamientos de las clases subalternas de anteayer (años 1960), ayer (años 1980) y hoy. Resume perfectamente la empresa del autor, aunque dice que no le gusta el término “pueblo” y prefiera los términos “proletariado colonizado” y “clases populares colonizadas”.

Rigouste escribe: “Después de  las chispas del 9 de diciembre en Aín Temushent y Tremecén, la primera ola de explosiones se propaga a través de Oran, Cherchell, Argel y Orléansville el 10 de diciembre. Una segunda ola se forma con los levantamientos en Constantina, Blida y Bugía al mismo tiempo que la conflagración de la Casbah y varios barrios de Argel el 11 de diciembre de 1960. Una tercera ola se levanta con manifestaciones populares en Saida, Philippeville y Biskra el 12 de diciembre y luego en Bône y Sidi Bel Abbès el 13 de diciembre. Una cuarta ola se despliega a partir del 15 de diciembre con la revuelta de Sétif y Batna el 16 de diciembre, luego la de Bechar el 21 de diciembre e incluso la de Tiaret el 6 de enero de 1961.” (“Un seul héros le peuple”, p. 223).

En resumen, Rigouste ha hecho un trabajo formidable sobre un movimiento extraordinario, que las nuevas generaciones deberían conocer con urgencia, para reapropiarse una historia ocultada por los aparatos de poder y aprender de ella para las luchas de hoy y de mañana. ¡Lean su libro, miren su película, visiten su sitio!

Mathieu Rigouste

Un Seul Héros Le Peuple
La contre-insurrection mise en échec par les soulèvements populaires de décembre 1960
PMN Ed., 2020
388 p.
24€

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Fausto Giudice Фаусто Джудиче فاوستو جيوديشي

Original: Décembre 1960 : un printemps algérien dans l’hiver colonial
« Un seul héros le peuple », de Mathieu Rigouste : un livre, un film, un site

Traducido por María Piedad Ossaba para La Pluma y Tlaxcala, 12 de diciembre de 2020

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