El último alcaide Béji Caïd Essebsi, un dinosaurio víctima del cambio climático

Llorado en los palacios de ultramar (el presidente –laico- amigo de las mujeres), Baŷbuŷ será poco llorado en las chozas del poblacho.

Ayman El Kayman

Dentellada n° 163

La noticia estalló en la mañana del jueves 25 de julio, mientras que el país celebraba en un silencio canicular el Día de la República Tunecina (creada el 25 de julio de 1957): “Bajbouj yè ou fè”, Baŷbuŷ – diminutivo irónico-afectuoso de Béji – se ha ido.

La vox populi susurró inmediatamente: « Llevaba muerto 24 días, esperaron hasta hoy para anunciarlo». Hay que decir que en los últimos meses, su muerte había sido anunciada cada tres minutos. Pero esta vez, era cierto: no pudo soportar  esta ola de calor mortal que se abate sobre Túnez y otros lugares.

Mientras esperamos las estatuas, la marioneta de los Guignols

Con Essebsi, no sólo desaparece el presidente más viejo del mundo en el cargo, sino una época. Fue la última encarnación viva de los históricos que hicieron independiente a Túnez. Había en él una parte de Bourguiba -rad-soc* IIIa República Francesa- y una parte de Charles Pasqua -porras y pastis* de todo tipo.

Desde la cima de sus 75 años de carrera política, tenía un conocimiento inmejorable de todo el karakuz -el teatro de marionetas, término que se utiliza para describir a la clase política- y tenía una ficha sobre cada uno de ellos

Lo que le permitió navegar entre las facciones, las pandillas, las camarillas, y pasar acuerdos con el que fuera. Este viejo lobo incluso había sido capaz de hacer un acuerdo para el reparto de poder con el viejo zorro Rachid Ghannouchi, el Emir del movimiento islamista, evitando así lo que más horroriza a los tenderos, la fitna*, en otras palabras, el burdel al estilo libio o sirio. Para ello, contó con la bendición y el firme apoyo de los decisionarios  de París/Bruselas/Berlín y Washington.

Llorado en los palacios de ultramar (el presidente –laico- amigo de las mujeres), Baŷbuŷ será poco llorado en las chozas del poblacho. Será quizás lamentado, haciendo un retrato retrospectivo imaginario, cuando el que aspira a sucederle, el Berlusconi tunecino, Nabil Karoui, haya sido elegido el próximo mes de septiembre y haya tomado asiento en el Palacio de Carthage.

Este último estará obligado a decidirse a aplicar las condiciones fijadas por el Banco Mundial por los recientes préstamos concedidos a Túnez. Baŷbuŷ había frenado a toda costa para no aplicarlas todas, sabiendo muy bien que sólo provocarían revueltas lógicas. Y tratándose de enfrentar y aplacar  revueltas, tenía una sólida experiencia de medio siglo.

N de la T

La fitna: división y guerra civil en el seno de Islam

Rad-soc: Radical socialista

Pastis: anís típico de Marsella y también, en sentido figurado, embrollo

Béji Caïd Essebsi, llevando las esperanzas de toda una generación. Viñeta del dibujante -Z- antes de la elección de 2014

Ayman El Kayman Αϋμαν Eλ Καϋμάν أيمن الكايمان

Original: Le dernier caïd
Béji Caïd Essebsi, un dinosaure victime du changement climatique

Traducido por María Piedad Ossaba para La Pluma y Tlaxcala, 26 de julio de 2019

Traducciones disponibles: Italiano