Los atropellos contra Assange demuestran que su caso no tiene nada que ver con el derecho

La interminable manipulación procesal del caso prefabricado de Julian Assange

Es muy sorprendente ver el gran número de personas bien informadas y habitualmente razonables que siguen repitiendo a propósito de Julian Assange que huyó de las acusaciones de violación en Suecia refugiándose en la embajada de Ecuador en Londres.

Esta corta frase contiene al menos tres errores factuales. Y en realidad, para creer tales falsedades, como tantas personas lo hacen, es necesario haber vivido en una cueva durante la última década – o, lo que equivale más o menos a lo mismo, haber  sacado sus informaciones sobre Assange de los principales medios dominantes, incluidos los llamados medios liberales como el Guardian y la BBC.

Recientemente, un editorial del Guardian – la voz oficial del diario y probablemente la parte más controlada  por la dirigencia del diario – acaba de formular justamente  una tal declaración falsa:

«Luego está la acusación de violación contra el Sr. Assange en Suecia, que lo llevó a buscar refugio en la embajada ecuatoriana. »

[Un editorial de Le Monde  hizo lo mismo,  de manera desvergonzada:

El pasado fin de semana, un editorial de The Guardian –la voz oficial del periódico y probablemente la sección más analizada por altos ejecutivos– publicaba la siguiente afirmación completamente falsa:

« Julian Assange es un justiciable como cualquier otro. Sus problemas con la policía comenzaron porque se negó a ir a una convocatoria de la policía sueca que quería  oírlo después de las denuncias de dos mujeres por  agresión sexual, por el motivo fantasioso  que temía que Suecia lo entregara a la CIA. Se equivocó al negarse a explicarse sobre estas graves acusaciones. »]

Assange: Víctima de persecución legal. (YouTube)

El hecho de que The Guardian, que supuestamente es es el principal defensor de los valores liberales en los medios británicos, pueda hacer esta declaración, que está llena de errores, después de casi una década de cobertura mediática sobre  Assange, es simplemente asombroso. Y es aún más chocante que pueda hacer tal declaración pocos días después de que USA admitiera finalmente que quería encarcelar a Assange durante 175 años sobre la base de acusaciones de «espionaje» fabricadas de toda pieza – toda persona que no cierre los ojos deliberadamente siempre supo que los USA se disponían a jugar esa mano.

La realidad es que Assange todavía no ha sido objeto de ninguna acusación en Suecia, y mucho menos de una «acusación de violación». Como explicó recientemente Craig Murray, ex embajador del Reino Unido, el Guardian indujo en error a sus lectores al afirmar falsamente que el intento de una fiscal sueca de extraditar a Assange -aunque esta decisión no fue respaldada por el poder judicial sueco- equivalía a su detención por violación. Este no es el caso..

Además, Assange no ha buscado refugio en la embajada de Ecuador para escapar a la investigación sueca. Ningún Estado del mundo concede el asilo político a un no ciudadano del país para que pueda evitar un juicio por violación. El asilo le fue concedido por motivos políticos. El Ecuador, acertadamente, tomó en serio las preocupaciones de Assange según las cuales los USA pedirían su extradición y lo arrojarían en un calabozo por el resto de sus días.

Por supuesto, los recientes acontecimientos, han demostrado – una vez más – de manera decisiva que las inquietudes de Assange estaban perfectamente bien fundadas.

Atrapados en una mentalidad gregaria

El hecho que tantas personas del común siguen haciendo estos errores fundamentales tiene una explicación obvia. Es porque los medios dominantes siguen cometiendo estos errores.

Este no es el tipo de errores que puede explicarse como un ejemplo de lo que un periodista llamó el problema del “churnalismo“: el hecho de que los periodistas, buscan permanente las noticias de último minuto en las oficinas con personal reducido debido a los recortes presupuestarios, están demasiado sobrecargados de trabajo para cubrir las historias correctamente.

La divisa del “churnalismo” de Nick Davies no se aplica. (FT/McKinsey BBYA 2014, CC BY 2.0, Wikimedia Commons)

Los periodistas británicos han tenido muchos años para esclarecer los hechos. En la era de las redes sociales, los periodistas del The Guardian y de la BBC fueron bombardeados por los lectores y los activistas con mensajes explicándoles que se equivocaban sobre los hechos más básicos del caso Assange. Sin embargo, los periodistas siguen haciéndolo. Están atrapados en una mentalidad gregario totalmente desconectada de la realidad.

En lugar de escuchar a los expertos, o incluso al sentido común más elemental, estos «periodistas» siguen regurgitando los elementos de lenguaje de las instancias de inteligencia británicas, que son casi idénticos a las de sus homologas usamericanas

Lo que es tan sorprendente con la cobertura del caso Assange es el gran número de anomalías jurídicas encontradas en su caso – y éstas se han ido acumulando continuamente desde el principio. Casi nada en su caso se desarrolló conformemente con las reglas normales del procedimiento judicial. Y sin embargo, este hecho tan revelador nunca ha sido notado o comentado por los medios dominantes. Hay que tener un punto ciego del tamaño de Langley en Virginia para evitar notarlo.

Si Assange no estuviera a la cabeza de Wikileaks, si no hubiera abochornado a los Estados occidentales más importantes y a sus dirigentes revelando sus secretos y sus crímenes, si no hubiera creado una plataforma para que los lanzadores de alerta revelaran los atropellos cometidos por las potencias occidentales, si no hubiera debilitado el control de ese establecimiento sobre la difusión de la información, ninguno de estos últimos 10 años habría seguido el mismo rumbo.

Si Assange no nos hubiera proporcionado una revolución de la información, que socava la matriz narrativa creada para servir al Estado de seguridad usamericano, dos suecas -insatisfechas con el comportamiento sexual de Assange- habrían obtenido exactamente lo que ellas habían solicitado en sus declaraciones como testigos: la presión por parte de las autoridades suecas para hacerle pasar un test de detección del VIH para que pudieran estar tranquilas.

Se le habría permitido regresar al Reino Unido (como, por lo demás, la fiscal sueca lo había autorizado a hacerlo) y hubiera continuado el desarrollo y el perfeccionamiento del proyecto WikiLeaks. Esto nos habría ayudado a todos a tomar mayor conciencia de la manera en que estamos siendo manipulados – no sólo por nuestros servicios de seguridad, sino también por los medios de comunicación dominantes, que actúan con tanta frecuencia como sus portavoces.

Esta es precisamente la razón por la que esto no sucedió y por la que Assange ha permanecido bajo una forma de detención desde 2010. Desde entonces, su capacidad para asumir su papel de revelador de los crímenes en serie cometidos por los más altos niveles de los Estados se ha visto cada vez más obstaculizada, hasta el punto de que tal vez nunca más pueda supervisar y dirigir WikiLeaks.

Su situación actual – encerrado en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en régimen de aislamiento y privado de acceso a una computadora y de todo contacto significativo con el mundo exterior – se basa hasta ahora únicamente en el hecho de que cometió una infracción  menor al violar las disposiciones de su libertad bajo fianza. Dicha violación, cometida por cualquier otra persona, casi nunca es objeto de enjuiciamiento, mucho menos de una larga pena de prisión.

He aquí una lista lejos de ser exhaustiva –  que compilé con ayuda de las investigaciones de John Pilger, Craig Murray y Caitlin Johnstone, y por el trabajo de investigación original de la periodista italiana Stefania Maurizi – de algunas de las anomalías más flagrantes de los problemas jurídicos de Assange. A continuación enumero 17. Cada uno hubiera podido ser posible si se hubiera considerado de forma aislada. Pero tomadas en conjunto, constituyen una prueba abrumadora de que aquí nunca se trató de aplicar la ley. Desde el principio, Assange fue confrontado a una persecución política.

Ninguna autoridad judicial

1. A finales del verano de 2010, ninguna de las dos suecas denunciaron en sus declaraciones a la policía que Assange las hubiera violado. Fueron juntas a la comisaría tras enterarse de que Assange se había acostado con ambas a pocos días de intervalo, para que se le obligara a someterse al test de detección del VIH.  Una de las mujeres, SW, se negó a firmar la declaración cuando comprendió que la policía  intentaba conseguir un acta de acusación de violación. La investigación relacionada con la segunda mujer, AA, se refería a un abuso sexual específico en la legislación sueca [que considera que toda relación no consentida explícitamente, incluso entre los cónyuges,  sin amenazas ni uso de la fuerza, es una violación]. El condón entregado por AA, alegando que Assange lo había roto durante la relación sexual no contenía ni indicios de su ADN ni tampoco del de Assange, lo que redujo su credibilidad.

2.  Las estrictas leyes suecas que protegen a los sospechosos de cualquier revelación de su identidad durante las investigaciones preliminares han sido violadas por los medios suecos para denigrar a Assange presentándolo  como violador. En respuesta, la fiscal jefe de Estocolmo, Eva Finne, se hizo cargo del caso y rápidamente abandonó la investigación: «No creo que haya ninguna razón para sospechar que haya cometido una violación. » Posteriormente concluyó: «No hay ninguna sospecha de que haya cometido delito alguno. »

3. El caso fue reabierto por otra fiscal, Marianne Ny, aunque ella  nunca interrogó a Assange. Pasó más de un mes en Suecia esperando a que se desarrollara el caso, pero los fiscales le comunicaron que podía viajar a Reino Unido con total libertad, sugiriendo que las sospechas en su contra no se consideraban lo suficientemente graves como para detenerlo en Suecia. Sin embargo, poco después, Interpol emitió una Notificación roja contra Assange, una orden de búsqueda generalmente reservada a terroristas y criminales peligrosos.

Lyon (Francia), sede de Interpol, emitió una notificación  roja contra Assange.
(Massimiliano Mariani vía Wikimedia Commons)

4. El Tribunal Supremo de Reino Unido aprobó en 2010 su extradición a Suecia basada en una Orden europea de detención y entrega (euroorden), a pesar de que no había sido firmada por una «autoridad judicial», sino sólo por la fiscal sueca. Los términos del acuerdo sobre la eurorden fueron modificados  por el gobierno británico poco después de la mencionada decisión sobre Assange, con el fin de garantizar que un tal abuso de procedimiento no volviera a reproducirse..

5. El Tribunal Suprema del Reino Unido también aprobó  la extradición de Assange, a pesar de que las autoridades suecas se negaron a garantizar que no sería extraditado a USA, donde un gran jurado ya estaba formulando secretamente acusaciones draconianas contra él en virtud del Espionage Act (Ley de Espionaje). Del mismo modo, los USA se negaron a dar garantías de que no pedirían  su extradición.

6. En estas circunstancias, Assange se refugió en la embajada de Ecuador en Londres en el verano de 2012, solicitando el asilo político. Esto ocurrió después de que la fiscal sueca, Marianne Ny, bloqueara la oportunidad de Assange de apelar ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

7. Australia no sólo le negó a Assange, uno de sus ciudadanos, toda ayuda durante su larga prueba, sino que la Primera Ministra Julia Gillard incluso lo amenazó con despojarlo de su ciudadanía hasta que se notificó que era ilegal que Australia hiciera tal cosa.

Julia Gillard, derecha, con el general David Petraeus, comandante de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad, Afganistán, 2 de octubre de 2010. (Ejército de los EE.UU./Lorie Jewell)

8. Al mismo tiempo, Gran Bretaña no sólo rodeó la embajada con una gran fuerza policial a un costo considerable, sino que el Secretario de Asuntos Exteriores William Hague amenazó con romper la Convención de Viena al violar el territorio diplomático de Ecuador mediante el envío de la policía británica a la embajada para detener  a Assange.

Seis años de tergiversaciones

9.  Aunque Assange seguía oficialmente siendo objeto de investigación, Ny se negó a venir a Londres para entrevistarlo, a pesar de que los fiscales suecos llevaron a cabo entrevistas similares 44 veces en el Reino Unido durante el intervalo en que a Assange se le negó ese derecho

10. En 2016, los expertos jurídicos internacionales del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la Detención Arbitraria, que determinan si los gobiernos han cumplido con sus obligaciones en materia de derechos humanos, determinaron que Assange había sido detenido ilegalmente por Gran Bretaña y Suecia. Aunque ambos países participaron en la investigación de la ONU y apoyaron al grupo de trabajo cuando otros países fueron declarados culpables de violaciones de derechos humanos, ignoraron firmemente su decisión a favor de Assange. El secretario británico de Asuntos Exteriores, Phillip Hammond, mintió descaradamente al afirmar que el panel de la ONU estaba «compuesto de profanos y no de juristas». El grupo de trabajo está compuesto por destacados expertos en derecho internacional, como se desprende claramente de sus currículos. Sin embargo, la mentira se ha convertido en la respuesta oficial de Gran Bretaña a la decisión de la ONU. Los medios británicos no han actuado mejor. Un editorial del Guardian puso en tela de juicio el dictamen al considerarlo como una simple «maniobra publicitaria».

Phillip Hammond del Reino Unido a la derecha, con el Secretario de Estado de USA John Kerry. (Departamento de Estado)

11. Ny finalmente aceptó que una entrevista con Assange tuviera  lugar en noviembre de 2016. Un fiscal sueco fue enviado a Londres tras seis años de tergiversaciones. Al abogado sueco de Assange, sin embargo, se le impidió estar presente. Ny debía ser interrogada acerca de la entrevista por un juez de Estocolmo en mayo de 2017, pero dio por concluida la investigación contra Assange el mismo día.

12. En realidad, la correspondencia posteriormente  revelada tras una petición de aplicación de la ley de libertad de información británica – formulada por la periodista de investigación italiana Stefania Maurizi – revela que la fiscalía británica, el CPS (Servicio de Enjuiciamiento de la corona), presionó a la fiscal sueca para que no viniera a Londres a interrogar a Assange en 2010 y 2011, creando así el brazo de hierro en la Embajada.

13. Asimismo, el CPS   destruyó la mayor parte de la correspondencia incriminatoria para eludir los requerimientos de la ley de libertad de información. Los pocos correos electrónicos que consiguieron salir a la luz fue solamente porque algunos ejemplares fueron olvidados por inadvertencia durante la orgía de destrucción de las pruebas. Aun así, dichos correos son suficientemente contundentes. Demuestran  que Suecia quiso cerrar el caso en 2013 pero se vio sometida a una fuerte presión por parte de las autoridades británicas para que mantuviera la petición de extradición. Hay correos de la CPS en los que se lee: «No se atrevan a cerrar el caso». O, el más revelador de todos: «Por favor, no consideren que este caso sea tratado como cualquier caso de extradición».

14. También quedó claro que Marianne Ny había suprimido un correo electrónico procedente del FBI.

15. A pesar de su reunión  con una fiscal sueca a finales de 2016, Assange no fue acusado en ausencia posteriormente – una opción que Suecia podría haber tomado  si hubiera considerado que tenía pruebas incriminatorias bastante sólidas.

16. Después de que Suecia cerrara la investigación sobre Assange, sus abogados solicitaron el año pasado la anulación de la orden de detención británica por violación de los términos de su libertad bajo fianza. Su solicitud estaba jurídicamente bien fundada, tanto porque Suecia había abandonado las acusaciones por las que fue puesto en libertad bajo fianza, y porque  había una razón legítima para solicitar asilo, dado el claro interés de los USA de extraditarlo y encerrarlo a cadena perpetua por delitos políticos. Sus abogados también podrían argumentar de manera convincente que el tiempo que pasó en régimen de aislamiento, primero bajo arresto domiciliario y luego en la embajada, fue más que equivalente a la sentencia que finalmente cumpliría por violar su libertad bajo fianza. Sin embargo, la jueza Emma Arbuthnot rechazó los sólidos argumentos jurídicos del equipo de Assange. Ella estaba lejos de ser una observadora imparcial. De hecho, en un mundo bien ordenado, debería haberse recusado a sí misma, ya que es la esposa de un prominente miembro del gobierno que también es el socio comercial del ex jefe del MI6, la versión británica de la CIA.

17. Los derechos legales de Assange fueron nuevamente violados de manera flagrante la última semana de mayo, con la complicidad de Ecuador y el Reino Unido, cuando se permitió a los fiscales usamericanos confiscar los objetos personales de Assange en la embajada, mientras que a sus abogados y funcionarios de la ONU se les negó el derecho a estar presentes.

La era tenebrosa de la información

Incluso en la actualidad, mientras USA prepara su expediente para encerrar a Assange por el resto de su vida, la mayoría de los «periodistas» todavía se niegan a atar cabos. Chelsea Manning fue encarcelada varias veces y ahora enfrenta multas ruinosas por cada día que se niega a declarar contra Assange, mientras que USA busca desesperadamente defender sus falsas acusaciones de espionaje. En la época medieval, las autoridades eran más honestas: simplemente ponían a la gente sobre el caballete.

En 2017, mientras que otros medios aun sostenían que se trataba solamente de Assange huyendo de la «justicia» sueca, John Pilger declaró:

En 2008, un documento secreto del Pentágono preparado por la «Dirección de evaluaciones del contraespionaje electrónico» preparaba un plan detallado para desacreditar a WikiLeaks y denigrar personalmente a Assange. La «misión» era destruir la «confianza» que era el «centro de gravedad» de WikiLeaks. Esto se haría con amenazas de «denuncia [y de] procedimientos penales». El objetivo era silenciar y criminalizar una fuente impredecible de la verdad. […]

Según los cables diplomáticos australianos, el intento de Washington de apoderarse de Assange es  de «una magnitud y de una naturaleza sin precedentes». […]

El departamento de justicia usamericano ha inventado acusaciones de «espionaje», «conspiración para cometer espionaje», «conversión» (robo de bienes pertenecientes al gobierno), de «fraude y abuso informático» (piratería informática) y de “conspiración» en general. El La Ley de Espionaje,  tan apreciada por el poder, y cuyo objetivo era disuadir a los pacifistas y a los objetores de conciencia durante la Primera Guerra Mundial, contiene disposiciones que pueden llegar hasta la cadena perpetua y la pena de muerte. […]

En 2015, un tribunal federal de Washington bloqueó la divulgación de toda la información relacionada con la investigación sobre la “seguridad nacional” contra WikiLeaks, ya que estaba “activa y en curso” y socavaría los “procesos previstos” contra Assange. La jueza Barbara J. Rothstein declaró que era necesario mostrar “la debida deferencia al poder ejecutivo del gobierno en asuntos de seguridad nacional”. Es una parodia de juicio, donde el veredicto se decide por adelantado.

Toda esta información estaba a disposición de cualquier periodista o medio de comunicación interesado en investigarla y publicarla. Sin embargo, ningún medio dominante -aparte de Stefania Maurizi- lo ha hecho en los últimos nueve años. En cambio, apoyaron una serie de historias oficiales sin sentido de los USA y el Reino Unido, diseñadas para mantener a Assange entre rejas y enviar al resto de nosotros de vuelta a la era tenebrosa de la información.ntener a Assange entre rejas y enviarnos al resto de nosotros de vuelta a los tiempos oscuros de la información.

Nd la T:

*Churnalism podría traducirse como “churnalismo”. El término proviene de un cruce entre journalism (periodismo) y la expresión churn out (producir como salchichas, en masa). No sólo implica producción acelerada, sino también mezcla (churn), en el sentido del reciclado de cables, etc.: pastiche.

Jonathan Cook

Original: Abuses show Assange case was never about law

Traducido por María Piedad Ossaba para La Pluma y Tlaxcala, 9 de junio de 2019

Traducciones disponibles: Français

Editado por Fausto Giudice Фаусто Джудиче فاوستو جيوديشي