Desde que la administración Trump se retiró unilateralmente del acuerdo nuclear con Irán (un acuerdo respaldado por la ONU; su sigla es JCPOA) ha impuesto a la nación persa un bloqueo mundial ilegal de carácter financiero, comercial y energético. Este bloqueo va desde petróleo y gas hasta exportaciones de hierro, acero, aluminio y cobre. Para todos los propósitos prácticos, y en cualquier escenario geopolítico, esta es una declaración de guerra.
Mural en la antigua embajada de USA en Teherán
El gobierno de los USA ha violado el derecho internacional al retirarse del Plan de acción conjunto y completo (JCPOA) a pesar de que Teherán ha cumplido escrupulosamente con el mencionado acuerdo, según los inspectores de las Naciones Unidas.
Ahora que el gobierno de Teherán llegó a la conclusión que las sanciones de USA son sin vuelta, ha decidido comenzar a retirarse parcialmente del acuerdo nuclear .
El presidente Hassan Rouhani se ha mostrado inflexible: “Irán aún no ha abandonado el tratado. Las medidas de Teherán son legales en el marco de los artículos 26 y 36 del JCPOA y hemos informado a los gobiernos europeos con antelación. Pero aunque Alemania, Francia, Gran Bretaña dicen apoyar el tratado, no trabajan seriamente para aliviar el desastre económico provocado por USA a Irán”.
Rusia y China, pilares de la integración de Eurasia, a los que Irán se ha incorporado, apoyan la posición de Teherán. El tema fue discutido ampliamente en Moscú por los ministros de relaciones de ambas naciones, el ruso Sergey Lavrov y el iraní Javad Zarif.
La cómoda suposición en Berlín, París y Londres (UE3) era que Teherán no podía permitirse el lujo de abandonar el JCPOA, incluso si no recibía ninguna de las compensaciones prometidas en 2015. Sin embargo, ahora estás tres naciones se enfrentan a la hora de la verdad.
Es difícil esperar algo que provenga de un Berlín, en la mira de Washington, con una debilitada canciller Angela Merkel, de una Gran Bretaña paralizada por el Brexit y de una Francia con un presidente tan impopular como Emmanuel Macron. Francia ya ha amenazado con imponer sus propias sanciones a Teherán si no acepta limitar su programa de misiles balísticos. Pero, Teherán nunca permitirá inspecciones en su industria de misiles, y para empezar, esto nunca fue parte del JCPOA.
En la actualidad, la UE3 no está comprando petróleo iraní. Cumplen dócilmente las sanciones bancarias y de petróleo / gas de USA que ahora se extienden a los sectores manufactureros. La aplicación del INSTEX, la alternativa al SWIFT para el comercio con Irán, está languideciendo. Además de expresar «lamentos» por las sanciones de USA, la EU3 está jugando de facto al lado de USA, Israel, Arabia Saudita y los Emiratos y por extensión contra Rusia, China e Irán.
El ascenso de los psicópatas imperiales
Cuando Teherán puso la pelota en el tribunal de justicia europeo colocó a la EU3 en una difícil encrucijada. O defender el JCPOA o actuar como perritos falderos de Washington .
Este curso de acción, quizás el más probable, significaría envalentonar aún más a los psicópatas del Imperio que se empeñan en una guerra caliente contra Irán a toda costa (entre los que se encuentran los hermanos Koch, el secretario de Estado Mike Pompeo, los Muyahidines del Pueblo y John Bolton, consejero de seguridad nacional).
La maniobra de tipo gángster de la dupla Pompeo-Bolton no es precisamente la realpolitik de Bismarck. Consiste en presionar implacablemente a Teherán para que cometa un error, cualquier error, como por ejemplo «violar» sus obligaciones con el JCPOA. La maniobra es obvia: tiene como objetivo vender a una crédula opinión usamericana una supuesta «amenaza» iraní.
Hay una cosa que la guerra económica usamericana contra Irán ha logrado: la unidad interna en la República Islámica. El objetivo inicial del equipo Rouhani con el JCPOA era abrirse al comercio occidental (el comercio con Asia siempre ha estado activo) y de alguna manera recortar el poder de la Guardia Revolucionaria, que controla vastos sectores de la economía iraní.
La guerra económica de Washington demostró, en cambio, que tanto la Guardia Revolucionaria como el afinado olfato geopolítico del líder supremo, el ayatolá Jamenei, tenían razón: nunca se puede confiar en los usamericanos .
Y cuando Washington calificó a la Guardia Revolucionaria como una «organización terrorista», Teherán respondió calificando a USA de la misma manera.
En paralelo Arabia Saudita observa con cuidado la confrontación. Este país que produce 2,5 millones de barriles de petróleo al día tiene la capacidad de reemplazar los 2 millones de barriles que exporta Irán (de un total de 3,45 millones de producción diaria). Por lo tanto y hasta el momento la Casa de Saud parece más interesada en subir los precios del petróleo a los asiáticos que otra aventura bélica.
Bloqueo defectuoso
El bloqueo comercial de energía de Washington contra Irán está destinado a fracasar.
China continuará comprando 650,000 barriles por día, e incluso puede comprar más. Muchas empresas chinas intercambian tecnología y servicios industriales por petróleo iraní.
Pakistán, Irak y Turquía, continuarán comprando crudo iraní de alta calidad utilizando todos los métodos de pago (incluido el oro). La relación comercial de Bagdad con Teherán continuará prosperando.
Como la asfixia económica no es suficiente, el Plan B es la amenaza de una guerra caliente.
Ya ha quedado claro que la información (de hecho sólo son rumores) sobre supuestas maniobras iraníes para atacar los intereses de USA en el Golfo fue transmitida a Bolton por el Mossad de Israel (lo hizo Meir Ben Shabbat, informando personalmente a Bolton).
Todo el mundo está al tanto de un peligroso corolario: el despliegue del grupo naval de asalto del USS Abraham Lincoln, al portaaviones se agregarían los bombarderos B-52 que deberían desplegarse desde la base aérea de Al Udeid en Qatar.
Ahora, un «crescendo» que suena a guerra envuelve al frente libanés y el frente iraní.
Razones para una ira psicopática
El PIB de Irán es similar al de Tailandia, y su presupuesto militar es similar al de Singapur. El bullying contra Irán es un absurdo geopolítico y geoeconómico. Aunque Irán puede ser un actor emergente del Sur Global nunca será una “amenaza” para los USA.
Sin embargo, Irán provoca los delirios psicopáticos del Imperio como mínimo por tres razones.
La primera: a los neoconservadores no les importó que intentar destruir Irak les haya costado más de 6 billones de dólares y que la invasión haya sido un crimen de guerra y un desastre político y económico. Tratar de destruir Irán costará incontables trillones más. La razón de este odio irracional es que la República Islámica es una de las pocas naciones del planeta que haya desafiado constantemente la hegemonía imperial , durante cuatro décadas.
La segunda razón es que Irán (al igual que Venezuela) ha cometido el anatema supremo: comerciar con energía sin pasar por el petrodólar, la piedra angular de la hegemonía usamericana.
La tercera razón (invisible) es que atacar a Irán es desactivar la integración emergente de Eurasia. El espionaje de la NSA que logró poner a Brasil en la bolsa, tuvo un objetivo similar: impedir la integración latinoamericana.
La histeria de los psicópatas elude el panorama geopolítico general. Como se ha demostrado un posible cierre del Estrecho de Ormuz, cualquiera que sea la razón, sería como un impacto de meteorito a la economía global. Y esto inevitablemente se traduciría en la no reelección de Trump en 2020.
Irán no bloqueará el Estrecho de Ormuz porque puede exportar todo su petróleo a China, a otros clientes asiáticos e incluso a Rusia. Pero, Teherán no parpadearía en bloquear el Estrecho de Ormuz si se enfrentara a un estrangulamiento económico total.
Según un experto disidente en inteligencia usamericano, “USA se encuentra en clara desventaja, porque si se cierra el Estrecho de Ormuz colapsa su economía. Pero si USA impide que Rusia defienda a Irán, entonces Irán puede ser atacado y Rusia no habrá logrado nada, ya que los neoconservadores no quieren la distensión con Rusia y China. Trump quiere la distensión, pero el Estado profundo no tiene la intención de permitirlo”.
Suponiendo que este escenario sea correcto, los sospechosos habituales en el gobierno de los USA están tratando de desviar la atención de Putin de la cuestión del Estrecho de Ormuz. Claro que es muy difícil imaginar a Putin cayendo en una trampa tan poco elaborada.
El Estrecho de Ormuz
Sin faroles
Entonces, ¿qué viene después? El profesor Mohammad Marandi de la Facultad de Estudios Mundiales de la Universidad de Teherán ofrece una perspectiva bastante aleccionadora:
“No creo que los iraníes estén faroleando en estos momentos. Los iraníes han estado preparándose para la guerra con los USA desde la invasión de Irak en 2003. Después de lo que han visto en Libia, en Siria, Yemen y Venezuela, saben que los usamericanos y los europeos son absolutamente brutales. Toda la costa del Golfo Pérsico en el lado iraní y el Golfo de Omán está llena de túneles y misiles de alta tecnología enterrados. El Golfo Pérsico está lleno de barcos equipados con misiles altamente desarrollados. Si hay una guerra real, todas las instalaciones de petróleo y gas en la región serán destruidas, todos los petroleros serán destruidos”.
Y si ese espectáculo se realiza, Marandi considera el Estrecho de Ormuz como el “espectáculo lateral” (sideshow):
“los usamericanos serán expulsados de Irak. Irak exporta 4 millones de barriles de petróleo por día. Esto sería catastrófico para los usamericanos. Sería catastrófico para el mundo, y también para Irán. Pero los usamericanos simplemente no ganarían”.
Según Marandi, la opinión pública iraní está de acuerdo con la posición de fuerza de su gobierno porque sabe que «los usamericanos no pueden darse el lujo de ir a la guerra». Los locos como Pompeo y Bolton pueden quererlo, pero muchos en el establishment de Washington no quieren la guerra».
Es posible que Teherán haya desarrollado un marco MAD (Destrucción Mutua Asegurada) modificado, principalmente para que Mohamed ben Salman, el aliado de Trump, se sosegue. Según Marandi; «si los locos logran imponerse, habría guerra, pero por el momento, lo veo muy poco probable».
¿Todas las opciones sobre la mesa?
En los términos de la Guerra Fría 2.0 (desde Asia Central hasta el Mediterráneo Oriental y desde el Océano Índico hasta el Mar Caspio) Teherán puede contar con una serie de alianzas formales e informales. Estos apoyos incluyen el eje Beirut-Damasco-Bagdad-Teherán-Herat, y también a Turquía y Qatar. Y lo más importante, incluye a los principales actores de la integración euroasiática: Rusia y China.
Cuando Zarif se reunió con Lavrov la semana pasada en Moscú, discutieron prácticamente de todo: Siria (negocian juntos en el proceso de Astana, ahora Nur-Sultan), el Caspio, el Cáucaso, Asia Central, la Organización de Cooperación de Shanghai (Irán se convertirá en otro miembro), el JCPOA y Venezuela.
La administración de Trump fue arrastrada para reunirse con Kim Jong-Un en la misma mesa debido a las pruebas de misiles balísticos intercontinentales de Corea del Norte. Y luego Kim ordenó pruebas de misiles adicionales porque, según sus propias palabras; «la paz y la seguridad auténticas del país solo están garantizadas por una fuerza física capaz de defender su soberanía».
El sur global observa con preocupación
La abrumadora mayoría de las naciones del Sur Global observan que la ofensiva neoconservadora para estrangular en definitiva al «pueblo iraní» se ha puesto en marcha, más que nunca conscientes de que si Irán puede ser acosado hasta la extincción, es porque no posee una fuerza nuclear disuasiva.
Esta política implicará la muerte del JCPOA y el regreso de los muertos vivientes de «todas las opciones sobre la mesa».
Entonces , habrá más de un giro en el Arte del Trato (demente) ¿Y qué pasa si Donald Trump sigue siendo secuestrado por sus psicópatas falderos?
Dejemos que el Tratante hable:
«Esperamos no tener que hacer nada con respecto al uso de la fuerza militar … Podemos hacer un trato, un trato justo … Simplemente no queremos que tengan armas nucleares. No es mucho pedir. Y les ayudaríamos a ponerlos de nuevo en gran forma. Están en mal estado en este momento. Espero con interés el día en que podamos ayudar a Irán. No estamos buscando lastimar a Irán. Quiero que sean fuertes y grandes y que tengan una gran economía … No tenemos secretos. Y pueden ser muy, muy fuertes, financieramente. Tienen un gran potencial ».
Entonces, de nuevo, el ayatolá Jamenei sentenció : en los usamericanos no se puede confiar, nunca.
Pepe Escobar
Original:
Traducido por Krítica
Traduciones disponibles:
Fuente: Tlaxcala, 17 de mayo de 20169