Uruguay no aceptará ningún espacio de integración regional que implique la exclusión de algún país de América del Sur, dijo el vicecanciller uruguayo, Ariel Bergamino, respecto de la propuesta de creación de un nuevo organismo sudamericano, Prosur, al que no podría sumarse Venezuela.
“No concebimos ningún ámbito de integración con exclusiones de ningún tipo; un ámbito de integración con exclusiones no integra, es contrario a su propia naturaleza”, dijo Bergamino, quien encabezará la delegación de su país que viajará a Chile para participar en la primera cumbre de Prosur, el viernes 22 de marzo.
La postura de Uruguay es no excluirse del debate sobre Prosur, según Bergamino. Vamos a escuchar opiniones con el mejor ánimo integracionista; ahí veremos sobre la marcha, si hay alguna propuesta concreta, cómo nos posicionaremos ante la misma”.
Defensa de Unasur
El exvicecanciller ecuatoriano Kintto Lucas, defensor de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) señaló que no cree “que rompan estos gobiernos, sino que tratan de presionar para ver si pueden nombrar un secretario general de acuerdo a lo que ellos quieren”.
Recordó que Unasur jugó un papel importante sobre todo en determinados temas políticos como intentos de golpe de Estado, litigios o problemas políticos entre países como Venezuela y Colombia, también los consejos de seguridad y defensa que hizo visibilizar la necesidad de disminuir la carrera armamentista y tener una doctrina propia desde América del Sur y no seguir la doctrina de la Seguridad Nacional de EEUU.
“Otro tema que fue importante fue la gestación del Banco del Sur, que si bien no se terminó concretando, está aprobado por los parlamentos de la mayoría de los países y podía significar un banco de desarrollo de América del Sur con una visión distinta a la de la Corporación Andina de Fomento (CAF)”, agregó Lucas.
“No se llegó al plano económico porque había distintas visiones, inclusive en el plano comercial, entre los dos sub bloques como Mercosur y la Comunidad Andina de Naciones”, subrayó el periodista, escritor y diplomático.
Señaló que Unasur tiene un problema, que es difícil de resolver, y es que todas las decisiones son por unanimidad. Entonces no se podía elegir antes y no se puede elegir ahora un secretario general porque es difícil lograrlo cuando hay bloques político-ideológicos en disputa.
“Hay una presión que viene desde EEUU. Unasur jugó un papel político de no intervención, ni en los asuntos internos de Venezuela ni de Colombia y otros países. Ahora hay una visión distinta de los gobiernos de derecha y más neoliberales que buscan con apoyo de EEUU tratar de golpear al gobierno de Venezuela”, dijo Lucas.
El parlamentario uruguayo Roberto Chiazzaro señaló que, dóciles a directivas de EEUU., más que crear el Prosur en Sudamérica, crearán el Pronorte. La institucionalidad integracionista latinoamericana y sudamericana está en crisis, carecen de absoluta legitimidad la OEA; la Celac y la Unasur prácticamente ha dejado de existir. El recientemente creado Grupo de Lima apoyando la iniciativa estadounidense, sufrió un estrepitoso fracaso el pasado 23 de febrero cuando se quiso introducir, cual si fuese un Caballo de Troya, “ayuda humanitaria” en territorio venezolano, recordó.
Las circunstancias políticas operadas en la región no admiten la existencia de un organismo integrista sudamericano en el cual EEUU no tengan injerencia, es aquello de Julio Cesar y Maquiavelo, divide que vencerás y reinarás, dijo Chiazzaro. Si el objetivo de la propuesta es cambiar un organismo por otro, simplemente basados en criterios de orden ideológico, parecería que la propuesta debería ser considerada como menor y errada.
“Todo parece indicar que la apuesta de Colombia y Chile es destruir a cualquier organismo de cooperación, de coordinación política o integración regional que sea autónomo de los mandatos de Washington .Se apuesta entonces a reemplazar a la Unasur una organización que sea completamente funcional a los intereses de EEUU en la región”, concluyó l legislador frenteamplista.
Prosur o Pronorte
El nuevo organismo regional fue propuesto por el presidente de Chile, Sebastián Piñera, y su homólogo colombiano Iván Duque para reemplazar a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) de la que formaban parte todos los países de América del Sur.
El ministro de Exteriores chileno, Roberto Ampuero, quien estuvo de visita en Montevideo para ratificar la invitación de su Gobierno a las autoridades uruguayas, confirmó que, además de Piñera y Duque, participarán de la reunión del próximo viernes los presidentes Mauricio Macri, de Argentina, Jair Bolsonaro, de Brasil, Mario Abdo Benítez, de Paraguay, y Martín Vizcarra, de Perú.
El objetivo de la reunión de este 22 de marzo es crear un nuevo organismo regional de integración y coordinación “desideologizado” que reemplace a la Unasur, cuyo tratado constitutivo se firmó en 2008. La Unasur es una organización intergubernamental conformada por los 12 países sudamericanos: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
En 2018, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú suspendieron su participación. La semana pasada, Ecuador anunció que iniciaba los procedimientos para retirarse del tratado de la Unasur. La secretaría general de la Unasur, que se inauguró en 2010, está vacante desde 2017; el último secretario general fue el colombiano Ernesto Samper.
¿Para Ecuador es un problema financiero?
El canciller José Valencia anunció ayer el apoyo de Ecuador a la reunión convocada para el 22 de este mes por el presidente de Chile: “El presidente Lenín Moreno manifestó que nuestro país es un firme creyente de la integración regional, debemos buscar nuevos horizontes para esa integración”.
Una vez que Ecuador anunció la semana pasada su retiro de Unasur, deja de participar y contribuir presupuestariamente. El proceso de salida formal de Unasur tomará un tiempo y siguiendo las normas del Derecho Internacional. Ecuador busca la reversión de la sede que, según declaró Valencia, tuvo un costo total de 60 millones de dólares y no solo de 43 millones, sumados 20 millones de obras de infraestructura adicionales.
El gobierno chileno no suma apoyos
Para el viernes 22 de marzo está programada la primera reunión cumbre de Prosur, el foro de países sudamericanos compuesto por gobiernos de derecha que busca reemplazar al Unasur. Roberto Ampuero, el canciller chileno enfrentó críticas que han venido desde figuras de la oposición como el excanciller Ignacio Walker, quien enfatizó que la política exterior chilena “no puede ser una chacota”.
A los cuestionamientos se sumó el expresidente Ricardo Lagos. El exmandatario socialista dijo la semana pasada que “no puede haber una entidad latinoamericana que sea ideológica, eso no está en el orden de las cosas. Otra cosa es que haya una coincidencia en un momento dado, porque en eso consiste la democracia. Puede haber que América del Sur esté más a la izquierda o más a la derecha por sus presidentes, pero la institución es permanente”, dijo.
Ampuero salió al paso de las criticas que hizo Walker: “Debiera saber que la política exterior de Chile es muy sólida y respetada, me parece un flaco favor a lo que es la política exterior de Chile y al propio país calificar a nuestra política exterior de ‘una chacota’”, dijo..
El canciller chileno confirmó que el autoproclamdo “presidente encargado” de Venezuela, Juan Guaidó, no asistirá como planearon Piñera y Duque ó en un principio.