Quiero insistir en el tema que más me preocupa hoy: el verdadero peligro que está corriendo la humanidad es el que implica el avasallamiento del derecho internacional por parte de Estados Unidos y el correlato que comienza a manifestarse en todo el mundo ante la impunidad que promueven las decisiones de Trump contra un orden internacional que en lo sustantivo es aceptado y respetado por todos los actores.
- La auto designación de Juan Guaidó como presidente encargado (figura que no existe en la ley venezolana), no solo violenta todo tipo de institucionalidad vigente en Venezuela, sino que hace un mentís profundo a algunos de los fundamentos centenariamente esgrimidos por la derecha conservadora como pilares de la democracia representativa:
- 1. Las elecciones como expresión de la soberanía popular, a su vez admitida universalmente como soporte principal del poder político supremo de un Estado independiente. 2. La división de poderes como principio político que genera autonomía en la realización de las funciones del Estado y 3. El respeto a la Constitución Nacional como documento rector y ley fundamental de la república.
- Vale entonces recordar que el Artículo 228 de la Constitución Nacional (CN) de Venezuela establece que la elección del presidente o presidenta se hará por votación universal, directa, y secreta. En ninguna parte dice que el presidente se puede auto designar, mucho menos que puede ser elegido por otro país, aunque sea una potencia. Tampoco la CN acepta que una misma persona pueda ostentar simultáneamente las máximas representaciones del poder ejecutivo y legislativo, fue lo que hizo Pinochet tras el derrocamiento del presidente Allende por la fuerza y con el apoyo de Estados Unidos. Es lo que han intentado hacer sin éxito en Venezuela. Vale recordar que desde ese momento y hasta ahora Chile “funciona” sin una constitución democrática. Pero volviendo a Venezuela, lo cierto es que al auto nombrado se le olvidó el conocido “discursito” de la división de poderes.
- Así mismo, el proceso de desconocimiento de la ley sigue avanzando avasalladoramente. En Colombia, el presidente Duque intentó presionar sin éxito a Cuba para que entregara a los negociadores del ELN que se encontraban en ese país, por un acuerdo suscrito por las partes y avalado por garantes internacionales y por la propia ONU, violentando el protocolo firmado y que preveía tal situación. Ahora, Duque pretende desconocer algunos artículos sustantivos de los acuerdos a los que habían llegado el Estado colombiano y las FARC en La Habana para establecer una Jurisdicción Especial por la Paz (JEP). En la intención de establecer una clara confrontación con la ONU y la comunidad internacional, Duque, sintiendo el respaldo de Estados Unidos quiso poner en entredicho tales convenios, explicando que tal compromiso era resultado de una decisión de gobierno, no de Estado, exponiendo la ignorancia que la potencia norteamericana necesita para realizar sus planes. La ONU respondió contundente, recordando los incumplimientos de Colombia: “”Lamentamos que, a más de dos años de la firma del Acuerdo Final, la JEPaún no cuente con una Ley Estatutaria (…) principios claves que la ONU, desde el Consejo de Seguridad, ha señalado como indispensables en repetidas ocasiones”.
- En esa misma lógica de aprovechar el vacío jurídico que Estados Unidos pretende crear en el mundo, a mediados del año pasado, el parlamento israelí aprobó una ley que declara a ese país como “Estado Nacional Judío”, con ello constriñó principios de la ONU colocando al Estado sionista en el mismo status que tuvo Sudáfrica, cuando en ese país existía la política del apartheid. Uno y otro, han sido fervientemente aceptados y sostenidos jurídica, política, militar y financieramente por Estados Unidos.
- Así, los llamados “portaviones” estadounidenses en América Latina y el Caribe y en el Medio oriente respectivamente operan ya no sólo desde el punto de vista bélico para generar conflictos en dos regiones en que la potencia norteamericana necesita tener permanente presencia y control, sino que ahora también juegan un papel primordial en su meta de hacer estallar al sistema internacional. Venezuela, es solo el nuevo escenario de este conflicto.
- En paralelo, se han puesto en marcha las acciones necesarias a fin de desmontar las estructuras del sistema para, repitiendo lo ocurrido en 1945, crear otras más proclives a los planes imperiales. Vale repetir (y disculpen que sea redundante) como en un lapso muy corto de su historia reciente, “Estados Unidos reservó algunos artículos del estatuto de la Corte Penal Internacional para que esta no pudiera tomar decisiones sobre la actuación de las fuerzas armadas fuera de sus fronteras; trasladó su embajada en Israel de Tel Aviv a Jerusalén y eliminó el consulado en Palestina, violando resoluciones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General de la ONU; abandonó el Acuerdo de París sobre cambio climático; se retiró del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, de la UNESCO y de las negociaciones para el Pacto Global sobre migraciones; rompió el acuerdo con Irán sobre el uso de tecnología nuclear e hizo lo mismo con el Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto que se había firmado con Rusia”.
- De la misma manera, en el patio trasero ha comenzado a “ordenar” el establo acorde a sus políticas. Pero, ahora utiliza un nuevo modus operandi. Ya no es como en 1889 cuando se convocó en Washington a la primera conferencia panamericana orientada a construir un sistema de control que le permitiera ejercer su hegemonía tras su consolidación como mayor economía del planeta y cuando se preparaba a entrar en el escenario mundial después de un siglo de aislacionismo. Por eso, vino después la invasión a Cuba y Puerto Rico en 1898, la invención de Panamá -después de secesionarla de Colombia en 1903- con el objetivo de construir un canal que le diera el control del estratégico del paso interoceánico y, finalmente su introducción en la primera guerra mundial en 1917, cuando ya había sido derrocada la monarquía rusa y los bolcheviques se encaminaban a tomar el poder.
- Tampoco ahora, como en 1948, crearon una organización con sede en Washington para manejar sus neocolonias americanas desde la capital imperial, el año anterior habían inventando un supuesto Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) que estalló en 1982 cuando optó por su lealtad con la OTAN en el conflicto de Malvinas. Así mismo, concibieron otras instancias como el Banco Interamericano de Desarrollo a fin de asegurar la injerencia financiera en las economías latinoamericanas.
- Sin embargo, todas estas instancias no pudieron, generar las condiciones necesarias para asegurar un éxito rápido en una eventual intervención militar en Venezuela. Por ello, dio indicaciones al corrupto gobierno de Perú para crear una alianza de gobiernos de derecha que legitimara sus acciones en Venezuela. Usemos la palabra de uno de sus leales escuderos y ex secretario general de la OEA para desmontar tamaño engendro jurídico. Dijo José Miguel Insulza “que el llamado Grupo de Lima es una reunión voluntaria de países que no tiene un estatuto´ y por eso `no puede decidir sobre el uso de la fuerza´” en Venezuela. Vale decir que esta opinión fue emitida tras cuestionar la presencia en la frontera colombo-venezolana del presidente chileno Sebastián Piñera, para apoyar el ingreso de supuesta ayuda humanitaria a Venezuela.
- En el plano militar, y ante la imposibilidad de apelar al TIAR, el gobierno cuasi fascista de Estados Unidos instruyó a sus propias fuerzas armadas a través del Comando Sur para preparar la invasión a Venezuela.
- El Grupo de Lima rompió una tradición en la que Estados Unidos participaba de forma presencial en las organizaciones bajo su dominio. En este caso, no forma parte del mismo, pero les da instrucciones por video conferencias (como se puedo observar en una de sus últimas reuniones) mientras, envía a Canadá, su socio en la OTAN a ejercer la función de espía a su servicio, aprovechando el amplio expediente por corrupción que han ido configurando de las actuaciones del primer ministro Trudeau. Con esto, además, evitan el riesgo que encara dejar el mando de las operaciones a una serie de mandatarios corruptos, de dudosa reputación, ansiosos de exponer lealtad al imperio, pero sin capacidad de maniobrar dado el desprestigio interno que la mayoría de ellos tiene en sus propios países y que en algunos casos hasta le dificulta dar órdenes a sus fuerzas armadas.
- Hay que decir que a la última reunión del Grupo de Lima en Bogotá a finales de febrero, solo asistieron 10 países de los 34 Estados independientes de la región, a pesar de lo cual osan llamarse mayoría y “comunidad latinoamericana”.
- Conocedores, del rechazo que su política genera en los pueblos latinoamericanos y caribeños, Estados Unidos ha dado órdenes de desmantelar el entramado integracionista construido bajo el ideario bolivariano durante los primeros quince años de este siglo, pero una vez más lo hacen desde lejos. Por eso han decidido sustituir Unasur por una instancia denominada Prosur que se propone generar mecanismos de apoyo a empresarios, facilitando y optimizando mediante instrumentos jurídicos sus niveles de ganancia, sin que ello entrañe beneficios para los pueblos.
- Con esto le han dado un golpe contundente a Brasil -en especial a sus fuerzas armadas- que fue el país más interesado en la creación y funcionamiento de Unasur. Brasil limita con todos los países de América del Sur menos con dos y considera la subregión como área de influencia directa. Lula había interpretado ese interés nacional girando instrucciones precisas a su diplomacia y a sus fuerzas armadas para jugar el papel más relevante en este espacio. Un capitán que de estos temas no sabe nada cooperó con Estados Unidos para hacer que esto fuera posible, por lo cual le dieron un silencioso golpe de Estado que lo apartó en los hechos del poder.
- Por supuesto, Venezuela, al igual que Bolivia significa un dique de contención a sus intenciones. Por eso los ataques tan brutales en su contra. También lo fue hasta hace poco Ecuador, pero la minusvalía intelectual y la pequeñez humana de su presidente condujo a ese país a seguir a Colombia, a abandonar Unasur, para como se ha dicho públicamente “completar su traición” después de haberse ido a arrodillar ya ni siquiera a los pies del imperio, sino a los de Iván Duque y Sebastián Piñera.
- Las actuaciones de Ecuador y Venezuela son expresión de las opciones frente al imperio: rendirse o resistir. La historia podrá en su justa dimensión a unos y otros. Los siglos han pasado raudamente y se sigue recordando con respeto y admiración a los defensores de Sagunto y Numancia, a los Niños Héroes de Chapultepec, a los que resistieron en Leningrado y Stalingrado y a los ciudadanos cubanos de los últimos 60 años. El mundo se pone de pie ante su memoria, ante su entrega en salvaguarda de la vida para ellos y para otros y ante su máxima entrega y sacrificio en defensa de lo mejor de los mejores valores y los más altos principios de la humanidad.
- Al revés, cuando se menciona a Judas, Pinochet, Pétain, la Malinche y Bruto, se habla con desprecio, con repugnancia y asco, más temprano que tarde, Lenin Moreno se incorporará a esa lista despreciable donde está depositado el estercolero de la raza humana.
Sergio Rodríguez Gelfenstein para La Pluma, 16 de marzo de 2019