Casi cuatro meses después de llegar a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez habló del conflicto del Sáhara Occidental, el territorio que España abandonó sin proceder a su descolonización y entregó a Marruecos hace ya 43 años, y se pronunció por una solución que contemple “la libre determinación” del pueblo saharaui.
Fue en su intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la madrugada del 28 de septiembre, y utilizó la tradicional declaración de los distintos gobiernos de España, en especial de los ministros de Asuntos Exteriores, de apoyo a una solución justa, duradera y mutuamente aceptable.
Ya casi al final de su amplio discurso, Sánchez inició su referencia a la situación de la excolonia española en los siguientes términos: “Nos preocupan las crisis que todavía subsisten, como la del Sáhara Occidental, que nos es tan próxima”.
A esto añadió: “España defiende la centralidad de las Naciones Unidas y desea contribuir a los esfuerzos del Secretario General de Naciones Unidas y de su Enviado Personal para alcanzar una solución política, justa y duradera y mutuamente aceptable, que prevea la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental en el marco de las disposiciones conformes a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas”.
Desde que Pedro Sánchez fue elegido presidente del Gobierno de España el pasado 1 de junio, tras la moción de censura que el PSOE presentó contra Mariano Rajoy, el líder socialista socialista no se había pronunciado sobre la postura del Ejecutivo respecto al conflicto del Sáhara Occidental y únicamente el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Josep Borrell, dijo en Rabat el 28 de junio que se trata de continuar el mismo camino de anteriores Gobiernos por ser un tema de Estado.
En su intervención ante la 73 Asamblea General de Naciones Unidas, el presidente del Gobierno habló, también, del compromiso de España, que es miembro del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas hasta 2020, en la búsqueda de la justicia “mediante el respeto a la dignidad humana, la democracia, la libertad, la igualdad y los derechos humanos, haciendo nuestros, hoy más que nunca, los objetivos de promover la paz y el bienestar de los pueblos”.
La violación de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos es una constante en los informes de Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch (HRW), el Centro Robert F. Kennedy (RFKC) y la Red Euromediterranea de Derechos Humanos (REMDH).
Recientemente, el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas pidió la puesta en libertad del periodista saharaui Mohamed Banbari, condenado a seis años de cárcel, cuya situación se debe, según este organismo, a su trabajo periodístico en la ciudad de Dajla donde ejercía como corresponsal del grupo periodístico Equipe Media e informaba sobre las violaciones de los Derechos Humanos.
Otro caso de un saharaui sobre el que se pronuncio la ONU fue el de Naama Asfari, que cumple 30 años de cárcel: el Comité contra la Tortura estableció en diciembre de 2016 que fue torturado.
Pedro Sánchez apeló en el plenario de la ONU a la justicia para “perseguir y enjuiciar a quienes cometen crímenes de guerra, genocidio y lesa humanidad”. Por delitos de genocidio cometidos en el Sáhara Occidental entre 1975 y 1992, en abril de 2015 fueron procesados en la Audiencia Nacional once altos cargos militares y policiales marroquíes.
Para leer la parte de la intervención del presidente Sánchez referida al Sáhara Occidental hay que ir a la transcripción íntegra del discurso que aparece en la página web del Gobierno, ya que no se incluye en el resumen de su intervención publicada en lamoncloa.gob.es.
Alfonso Lafarga
Fuente : Tlaxcala, 28 de septiembre de 2018