Trump declaró la tercera Nakba

¿Por qué sólo los palestinos deben ponerse a prueba antes de obtener algo?¿Ha demostrado Israel su valía durante el medio siglo de ocupación? ¿Ha obedecido al derecho internacional? ¿Tuvo en cuenta a la comunidad internacional? ¿Debería haber un premio para el brutal ocupante? ¿Para los colonos? ¿Para qué y por qué, “América”?

Con una blusa de hospital ajada, herido, descalzo y desorientado, sin comida ni agua, con un catéter atado y llevando un pañal, el gazauí Omar Abu Yeriban fue arrojado al borde de la carretera el 13 de junio de 2008 y dado por muerto. Chaim Levinson reportó la historia en Haaretz en ese momento, el escritor David Grossman quedó consternado.

Hace algunos días, todo el pueblo palestino se convirtió en Abu Yeriban. El presidente de los USA, Donald Trump, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, asumieron el papel de la policía que había arrojado a un hombre herido en medio de la noche. El papel del hospital como espectador pasivo fue asumido por el mundo.

Un manifestante ondea un bastón y una bandera palestina durante una manifestación contra el plan de paz de Trump para el Oriente Medio, en el valle del Jordán en Cisjordania, el 29 de enero de 2020. Foto RANEEN SAWAFTA/ REUTERS

En 2008, fue una tragedia humana; hace dos días, fue una tragedia nacional: La Casa Blanca declaró el comienzo de la tercera Nakba. Los palestinos fueron arrojados al borde de la carretera y abandonados a su suerte. La derecha israelí está encantada, la izquierda israelí está perdida como siempre, y el mundo está en silencio. Es un fin de mundo.

El otro día, la Casa Blanca se parecía a Habayit Hayehudi [Hogar judío, partido sioniste religioso extrémiste, NdlT],  inundada de Kippot [plural de kippa, NdT] y Yiddishkeit [ashkenazitud, NdT].  ¿Hay que ser antisemita para formular preguntas? Con todos estos pacificadores, todos estos Friedman, Adelson, Greenblatt, Kushner y Berkowitz, esos supuestos mediadores justos e imparciales, es imposible siquiera pensar en el comienzo de un inicio de un acuerdo justo.

No es difícil adivinar lo que pasa por la mente de cada palestin@ y de cada persona amante de la justicia cuando se mira esta foto de clase totalmente judía y derechista. Pero l@s palestin@s no sólo estuvieron ausentes de la ceremonia, sino también del plan que podría sellar su futuro y que anuncia la eliminación de su última oportunidad de un poco de decencia tardía, un poco de justicia, una pizca de compasión. L@s dejaron desangrarse hasta morir en el borde de la carretera.

Esta es su tercera Nakba. Después de haber perdido la mayor parte de su tierra, de sus bienes y de su dignidad en la primera y su libertad en la segunda, ahora aquí está la tercera que aplasta lo que les quedaba de esperanza. Lo han intentado todo. Lucha diplomática y lucha armada, protesta no violenta y boicot económico. Nada funcionó. El “Deal del siglo” sólo confirma lo que ya sabíamos: el mal prospera, esta vez en una versión particularmente extrema de unilateralismo, racismo y arrogancia. Los poderosos se llevan todo. Todo. Los palestinos obtienen una caricatura de un estado independiente, pero al cabo de muchos años, si es que llegan a hacerlo, y sólo si aceptan una serie de condiciones degradantes de rendición que ni siquiera el más bajo cipayo nunca aceptaría. Israel, en cambio, obtiene casi todo, y de inmediato.

¿Por qué sólo los palestinos deben ponerse a prueba antes de obtener algo?¿Ha demostrado Israel su valía durante el medio siglo de ocupación? ¿Ha obedecido al derecho internacional? ¿Tuvo en cuenta a la comunidad internacional? ¿Debería haber un premio para el brutal ocupante? ¿Para los colonos? ¿Para qué y por qué, “América”?

Israel lo consigue todo y sin condiciones, mientras que los palestinos, un pueblo bastante comedido dados los terribles abusos que sufre, todavía tienen que demostrar su valía para recibir las pequeñas migajas de justicia que les arroja el presidente usamericano. ¿Por qué hay que garantizar la seguridad de Israel una y otra vez, a lo largo de las generaciones y contra todo riesgo, sin que nadie mueva un solo dedo para garantizar la seguridad de los palestinos, cuya sangre es derramada tan barata por Israel? Una niña de Gaza también merece una noche de sueño seguro, pero ¿quién se preocupa por ella en Habayit Hayehudi, el Hogar Judío, en el 1600 de la Avenida Pennsylvania?

Si este plan se cumple, Dios no lo quiera, será el fin del pueblo palestino. No el fin físico, el fin nacional. Quien piense que esto es motivo de celebración está invitado a unirse a la celebración en la Plaza Rabin por la liberación de Naama Issachar, y a votar por el Likud o Kahol Lavan – ¿cuál es la diferencia? Pero cualquiera que todavía tenga una gota de compromiso moral debería estar horrorizado por esta terrible paz de los vencedores que puede terminar bien para Israel pero que nunca terminará bien para los israelíes. Israel nunca asumió la responsabilidad de la primera y segunda Nakba, quizás también evada su responsabilidad de la tercera. Pero nunca podrá escapar de la culpa y la desgracia de acabar con otro pueblo.

Gideon Levy جدعون ليفي גדעון לוי

Original:  Trump declared the Third Nakba

Traducido por María Piedad Ossaba para La Pluma y Tlaxcala, 2 de febrero de 2020

Editado por  Fausto Giudice Фаусто Джудиче فاوستو جيوديشي

Traducciones disponibles: Français