Reflexión del día

Nuestros errores, aún los inconscientes, terminan causando heridas y daños a quienes amamos. No alcanzamos a dimensionar el impacto de nuestras acciones porque los afanes de la vida no nos permiten evitar hacer el daño que no queremos hacer y, menos,hacer el bien que deberíamos promover. Ponernos en camino y ser conscientes de nuestros errores nos debe inspirar qué debemos hacer para reparar el daño causado.

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Henry Ramírez Soler para La Pluma

Editado por María Piedad Ossaba