Consulta histórica en México: ratificada legitimidad política del presidente López Obrador

Nunca antes los mexicanos habían podido votar en una revocación de mandato.

Según el preliminar conteo divulgado por el Instituto Nacional Electoral (INE), la consulta de revocación de mandato que se realizó el pasado domingo 10 de abril en México arrojó un aplastante respaldo a la continuidad de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en la Presidencia: el 91.9 por ciento de quienes sufragaron votaron por esta opción, y sólo el 7.8 por ciento se manifestaron por que se revocara el mandato que le otorgó la ciudadanía en 2018, en tanto el 2.1 por ciento prefirió anular su voto.

Pese a su provisionalidad, estas cifras difícilmente variarán de manera significativa en el curso final del conteo por la simple razón de que la gran mayoría de las formaciones opositoras –partidistas, empresariales y mediáticas– decidieron no participar en el ejercicio democrático y llamaron a no votar.

El otro dato sustancial es el de la participación ciudadana, que a decir del organismo electoral fue del 18.2 por ciento del padrón. Esta cifra, que representa 16.89 millones de votos, debe ser cotejada con los tres ejercicios anteriores de consulta popular: el que se llevó a cabo para decidir el destino del aeropuerto que el gobierno de Enrique Peña Nieto había empezado a construir en Texcoco (octubre de 2018), el que consultó si debían llevarse a cabo los programas sociales y los proyectos especiales del obradorismo (noviembre de 2018) y el que se efectuó para preguntar a la sociedad si los expresidentes debían ser llevados a juicio (agosto de 2021).

En el primero participó 1.22 por ciento del electorado; en el segundo, 1.05 por ciento, y en el tercero, 7.11 por ciento. Es necesario recordar que los dos primeros fueron organizados por la ciudadanía al margen del instituto electoral y que en el tercero, al igual que el del pasado domingo, el INE, pretextando falta de presupuesto, instaló apenas una tercera parte de las casillas que se requieren para captar el sufragio de más de 92 millones de ciudadanos inscritos en el padrón electoral, privilegió las zonas urbanas de clase media e hizo muy difícil, si no imposible, el sufragio de millones de habitantes de regiones rurales y de colonias populares.

Desde esta perspectiva cronológica, y habida cuenta de la renuencia de la autoridad electoral a realizar y a publicitar la consulta de revocación de mandato, lo ocurrido el 10 de abril representa un formidable salto hacia adelante en la construcción de una democracia participativa y, más aún, para el empoderamiento de la sociedad sobre los gobernantes.

 

Aunque el resultado del ejercicio haya sido previsible, y por más que aporta legitimidad y capital político al actual Ejecutivo federal, su trascendencia va mucho más allá del actual sexenio y de la presidencia lopezobradorista; sienta, en cambio, un precedente inestimable en materia de rendición de cuentas, contrapeso social y límites al poder público. Ha quedado claro que una ciudadanía exasperada por un gobierno que traicione su mandato, se corrompa o se comporte de una manera despótica y autoritaria, puede deponer por medio de las urnas al que llevó a la Presidencia por medio de ellas.

Si hasta ayer un descontento social masivo y mayoritario sólo tenía como soluciones la resignación hasta el fin de un sexenio o la insurrección, la revocación abre la puerta al cauce pacífico de la votación democrática, lo cual implica un avance histórico y civilizatorio, así como un instrumento concreto a los principios contenidos en el artículo 39 constitucional.

Cabe esperar que en lo sucesivo las consultas ciudadanas se conviertan en una práctica habitual de los procedimientos democráticos del país y, en lo que corresponde a las de revocación, se extiendan a la generalidad de los cargos de representación popular. Y es de desear, finalmente, que el organismo electoral sea sometido a una reforma profunda para convertirlo en una instancia realmente democrática.

“Vamos a continuar con la transformación”: AMLO

Tras conocer los primeros resultados de la consulta, el presidente López Obrador dirigió en la noche del domingo un mensaje a la nación, en el que anunció que permanecerá en su cargo, al constatar que más del 90% de los electores participantes en la jornada electoral respaldaron la permanencia en su cargo.

“Me quedo y vamos a seguir con la transformación de nuestro país”, dijo López Obrador en su mensaje y fue enfático en que la jornada fue “trascendente”, puesto que se trató de la primera en su tipo. Nunca antes los mexicanos habían podido votar en una revocación de mandato.

“Es el pueblo el que manda y es el pueblo el que decide”, sentenció el presidente de México, quien agradeció a todos aquellos que, “a pesar de los pesares” salieron a ejercer su derecho al voto.

En la mañanera de este lunes 11 de abril, AMLO consideró que esta experiencia de participación ciudadana “es un buen inicio”.

“Avanzamos y vamos a seguir avanzando. Esta es una muy buena experiencia para la aplicación de la democracia participativa y con la reforma electoral que vamos a presentar se van a corregir algunos aspectos para facilitar que sea vinculatoria, pensamos que es muy alto lo del 40 por ciento de la participación”, precisó el mandatario.

También definió su inclinación por la democracia participativa en la que existe, dijo, el método de revocación de mandato y esto obliga a quien esté -en el poder- a actuar con rectitud, con humildad, a no robar, y no ver el presupuesto como un botín.

Fuente Cronicón, 11 de abril de 2022

Editado por María Piedad Ossaba