10,4 millones de empleos sin cubrir
Diferentes motivos
1. Para algunos trabajadores esenciales (sanitarios, repartidores, reponedores, transportistas…) la pandemia les ha supuesto un trabajo agotador del que no se han visto reconocidos ni social, ni profesional ni laboralmente. Muchos han comprobado que sus empresas multiplicaron sus beneficios a costa de la salud y el agotamiento de ellos a cambio de sueldos miserables.
No es que lo diga un líder sindical, lo afirmó a la revista Time Robert Reich, el ex secretario de Trabajo de la Administración Clinton « Los empleados no quieren volver a trabajos agotadores o aburridos, con salarios bajos y de mierda. Los trabajadores están quemados. Están hartos. Están fritos. Después de tantas dificultades, enfermedades y muertes durante el año pasado, no van a aguantar más ».
Además la inflación ha aumentado a un ritmo superior de lo que lo han hecho los salarios, están ganando menos que antes de la pandemia mientras les dicen que la economía está mejorando.Según una encuesta realizada por LinkedIn, el 74% de las personas reconocen que el tiempo que han pasado en casa durante la pandemia (bien por los confinamientos o por las recomendaciones de trabajar de forma remota) les ha hecho replantearse su vida, especialmente la laboral. Recordemos que en Estados Unidos la ley no garantiza vacaciones a los trabajadores.
Muchos, especialmente las mujeres, deben ocuparse de sus hijos o sus mayores, o no pueden hacerlo o se les va el sueldo íntegro en pagar a alguien que les cuide. Un informe reciente de McKinsey & Co. afirma que una de cada cuatro mujeres en Estados Unidos está pensando en cambiar de empleo o en dejar la actividad laboral debido al COVID-19. Han llegado a la conclusión de que no les compensa trabajar.
De hecho, los colectivos que más renuncian son los peor pagados. Más de la mitad de los trabajadores estadounidenses aseguraron que planean buscar un nuevo trabajo el próximo año, según la encuesta de solicitantes de empleo realizada por Bankrate. Alrededor del 56% de los trabajadores dijeron que ahora su prioridad era un horario flexible y el teletrabajo.
Según una encuesta de The Conference Board, los milenials cuestionan la conveniencia de volver a la oficina más que las generaciones mayores, con un 55% de milenials que expresan su preocupación por trabajar de forma presencial, frente al 45% de los participantes de la Generación X y el 36% de los baby boomers.