Venezuela: movilización a Miraflores en rechazo al nuevo intento de golpe
A las 4 de la madrugada del 30 de abril un grupo reducido de miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), estimado en cien, identificado con una bandera azul encabezó el inicio de un intento de golpe de Estado. El movimiento tuvo dos elementos principales: la aparición de Leopoldo López, dirigente del partido Voluntad Popular que estaba en prisión domiciliaria, en la base militar de La Carlota junto a Juan Guaidó, así como el movimiento de un grupo de integrantes de la Fanb con cintas azules a Altamira, zona principal de movilizaciones de la derecha en Caracas.
El ministro de comunicación, Jorge Rodríguez, el comandante de la Fanb, Vladimir Padrino López, así como el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, entre otros, afirmaron en las primeras horas que la base de La Carlota no estaba tomada, y que los cuarteles del país se mantenían en respaldo al presidente Nicolás Maduro.
Guaidó afirmó que se trataba de la fase definitiva de lo que ha denominado la “operación libertad”. El intento militar contó con el respaldo público internacional del gobierno norteamericano, a través de Mike Pompeo, del presidente de Colombia Iván Duque, del gobierno de Argentina a través del canciller Jorge Faurie, el secretario de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, entre otros.
El gobierno de España, por su parte, rechazó el intento violento: “Debe quedar claro que España no respalda ningún golpe militar”.
El nuevo asalto apareció con una fuerza mediática que no tiene su correlato en la capacidad militar en el terreno. Tampoco ha existido, hasta el momento, una respuesta de apoyo de la población opositora en las calles para respaldar a los militares.
La situación en Caracas, a excepción de los dos epicentros y de las redes sociales, presenta una tensa tranquilidad. El chavismo por su parte ha comenzado a movilizarse al Palacio de Miraflores para respaldar al presidente Nicolás Maduro, la democracia, rechazar el nuevo momento del intento de golpe de Estado.
Marco Teruggi desde Caracas para La Pluma
Editado por María Piedad Ossaba
Publicado en Página 12, el 30 de abril de 2019
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Maduro asegura que los militares mantienen la lealtad al gobierno
La operación de desestabilización desatada en la madrugada por Juan Guaidó, el liberado Leopoldo López y un grupo de efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana no logró el objetivo de propagarse entre cuarteles
El tiempo ha vuelto a acelerarse en Venezuela. Nuevamente, luego de semanas de una calma tensa, la derecha volvió a intentar un desenlace en su intento de derrocar a Nicolás Maduro. Esta vez fue a través de una acción militar que se inició a las 4 de la madrugada en la base militar de La Carlota, la principal de Caracas. Allí se registró una acción encabezada por un grupo de aproximadamente cien integrantes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) perteneciente al cuerpo de la Guardia Nacional Bolivariana.
(Vía TelesurTV.cl). El mandatario venezolano envió un mensaje al pueblo de Venezuela de calma ante el intento de golpe de Estado suscitado en horas de la mañana de este martes.
El hecho en la base militar fue controlado en horas de la mañana. El punto principal fue la aparición en ese sitio de Juan Guaidó junto a Leopoldo López, el dirigente del partido -Voluntad Popular -al que pertenece Guaidó- que escapó de su prisión domiciliaria. Guaidó afirmó en un video publicado a través de sus redes sociales que se trataba de la fase definitiva de lo que ha denominado la “operación libertad”, puesta en marcha desde el mes de abril. En su llamado afirmó contar con el respaldo de la Fanb y llamó a tomar las calles.
La acción golpista contó con el respaldo público internacional del gobierno norteamericano, a través de su vicepresidente Mike Pence y el secretario de Estado Mike Pompeo, del presidente de Colombia Iván Duque, del gobierno de argentina a través del canciller Jorge Faurie, el secretario de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, entre otros. El gobierno de España por su parte rechazó el intento violento: “Debe quedar claro que España no respalda ningún golpe militar”.
Con el paso de la mañana el foco de concentración de las operaciones golpistas se desplazó de la base militar -donde lograron derribar una reja pero no ingresar- al distribuidor de Altamira, donde se reunió una parte de los militares alzados con tanquetas robadas, dirigentes de la oposición como Guaidó y María Corina Machado, grupos de confrontación callejera de la derecha, así como manifestantes a favor del golpe de Estado.
« La mayoría de los objetivos que acudieron al distribuidor iban engañados. Esto es un acto cobarde, terrorista y un intento de golpe de Estado de una magnitud muy pequeña (…) el 80 por ciento de los efectivos que acudieron a este llamado fueron engañados », afirmó Padrino López en un pronunciamiento de la Fanb al mediodía. “Hacemos responsables de todo derramamiento de sangre a la dirigencia fascista, antipatriótica”, afirmó Padrino López.
El presidente Maduro por su parte afirmó: “He conversado con los comandantes de todas las REDI -región de defensa integral- y ZODI –zona de defensa integral- del país, quienes me han manifestado su total lealtad al pueblo, a la constitución y a la patria”. La versión de Guaidó afirmando contar con el respaldo de la Fanb se evidenció falsa.
La operación desatada en la madrugada no logró entonces uno de sus objetivos que era el de propagarse entre cuarteles para construir una escalada hacia el centro del poder. En cuanto al efecto mediático el plan fue logrado, así como la creación de un nuevo escenario de violencia, desestabilización, y construcción de un nudo crítico en Altamira, con el plan de poder crecerlo y extenderlo por varios puntos de la ciudad y el país. Esto último no ha sucedido, y Caracas, así como los diferentes estados del país, presenta una tranquilidad con mucha tensión. En cuanto al chavismo, se encuentro movilizado frente al Palacio de Miraflores.
Ya se han presentado acciones violentas, como la que denunciada por Padrino López: “Denuncio la violenta agresión de la cual fue víctima el coronel Yerzon Jimenez Baez, jefe de operaciones del CZGNB-43, herido de bala a la altura del cuello en la autopista Francisco Fajarado. Al momento ingresando en el quirófano”. A su vez, fue registrado un hecho todavía no aclarado, donde una tanqueta atropelló a unos manifestantes.
La derecha desde Altamira mostró signos de recuperar capacidad de beligerancia a la vez que desorientación ante un cuadro acelerado pero sin fuerza real para objetivos mayores: Guaidó convocó a movilizar hacia el oeste, es decir hacia el centro político, para luego retroceder e insistir con el llamado a movilización ya previsto para mañana primero de mayo. En cuanto al apoyo real en las calles este no ha logrado masificarse como contaban dentro de su plan de escalada. Se espera, en ese contexto, que se den acciones violentas, como lo muestra la quema de un autobús en las cercanías de Altamira, y la decisión de no retirarse de las calles.
Este cuadro de río revuelto con armas y disparos es un escenario buscado por la derecha, como parte del plan de escalada de la confrontación para buscar el quiebre de la relación de fuerzas, o lograr una mayor capacidad de sensación de victoria en un momento de dificultad de mantener la expectativa generada por Guaidó. El apoyo directo de EEUU pone sello a la acción. Varios países se han pronunciado en contra del intento de golpe de Estado y a favor del respaldo a la democracia y el diálogo, como los gobiernos de Bolivia, Rusia e Irán.
Marco Teruggi desde Caracas para La Pluma
Editado por María Piedad Ossaba
Publicado en Página 12, el 30 de abril de 2019