A propósito de los 50 años del criminal Plan Cóndor, la periodista argentina y analista internacional Stella Calloni, autora del libro ‘Operación Cóndor, pacto criminal’, publicado en 1999 que constituye un clásico en la temática de la injerencia de EE.UU. en América Latina y la sistemática violación de derechos humanos, en entrevista concedida a Telesur explica las claves históricas, estructurales y geopolíticas de aquella maquinaria represiva coordinada por dictaduras del Cono Sur bajo dirección estadounidense para eliminar físicamente a la izquierda regional, aniquilar la movilización social y abrir paso al neoliberalismo.
La investigadora social dijo que “el Plan Cóndor vuelve bajo nuevas formas del modelo de guerra contrainsurgente, ya no solo con instrumentos clandestinos, sino con operaciones híbridas y acciones coordinadas en el marco de la OTAN y sus aliados”.
Calloni subrayó que el Plan Cóndor no fue un hecho aislado, sino la dimensión operativa de una estrategia más amplia: las dictaduras de seguridad nacional impulsadas desde Washington durante la Guerra Fría.

Explicó que, sin esas dictaduras instaladas simultáneamente en Chile, Uruguay, Brasil y luego en Argentina, no habría sido posible articular la “coordinadora de la muerte” que caracterizó a la Operación Cóndor. Aclaró que Argentina se incorporó de forma plena en 1975, antes del golpe del 76, pero ya participaba activamente en intercambios represivos desde comienzos de los años 70.
Recordó también que existieron “precóndores”, como la Operación Colombo en Chile o los intercambios de prisioneros y perseguidores políticos entre fuerzas represivas de la región.
En su análisis, la periodista remarcó que el Plan Cóndor actuó inicialmente de forma “elitista”, dirigido a eliminar presidentes, altos dirigentes políticos y líderes guerrilleros. Sin embargo, en países como Argentina y Uruguay, el mecanismo se amplificó hasta convertirse en un sistema sistemático de desapariciones centrado en la población civil.

Las cifras —recordó— hablan por sí solas: 30.000 desaparecidos en Argentina, miles en Uruguay, Chile, Paraguay y Bolivia.
Aseguró que lo que hoy vive Venezuela forma parte de este mismo patrón, ampliado por la presencia militar estadounidense en el Caribe y por estructuras globales de intervención.
Calloni subrayó que la intervención contemporánea adopta formas más sofisticadas, articuladas por grupos de poder transnacionales, agencias de inteligencia y ejércitos privados, pero tiene el mismo objetivo que hace 50 años: recolonizar América Latina e impedir proyectos soberanos. “Hoy estamos viviendo una guerra contra el continente —dijo—. Ya no es un Cóndor clásico, porque el proyecto es más amplio: es una guerra geoestratégica de recolonización”.
La analista afirmó que, a medio siglo de su institucionalización, el Plan Cóndor sigue siendo un capítulo pendiente de memoria y justicia, pero también una advertencia histórica. “Si no entendemos el Cóndor no podremos comprender las agresiones actuales ni construir la unidad necesaria para defender la soberanía regional”, aseguró.
Reseña del libro

‘Operación Cóndor, pacto criminal’ (reimpresión Fundación editorial El perro y la rana, Caracas, 2016) es una obra fundamental de la periodista e investigadora argentina Stella Calloni, reconocida por su rigurosa labor documental sobre la violencia política en América Latina. El libro se adentra en la trama de la Operación Cóndor, una coordinación represiva entre las dictaduras del Cono Sur en los años 70, impulsada y articulada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos. A cincuenta años del inicio de este criminal plan es preciso resaltar el valor del trabajo de Calloni en la comprensión de los mecanismos de intervención extranjera y sus repercusiones en la defensa de la soberanía latinoamericana.
Este minucioso trabajo bibliográfico de investigación se estructura en una minuciosa reconstrucción histórica de la Operación Cóndor, basada en testimonios, documentos desclasificados, archivos judiciales y entrevistas a sobrevivientes y expertos. El libro se distingue por su exhaustividad y capacidad para articular los hechos dispersos en una narrativa coherente, evidenciando la sistematicidad del terrorismo de Estado y la coordinación internacional de las dictaduras de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil.
Entre los aportes principales, destacan el mapeo de redes represivas, el análisis de la complicidad transnacional y la identificación de la Operación Cóndor como un pacto criminal de alcance continental. Calloni contextualiza el accionar de los regímenes bajo la lógica de la “seguridad nacional”, enmarcando la represión en una estrategia de guerra contrainsurgente dirigida desde Washington durante la Guerra Fría. La autora no se limita a la exposición de hechos, sino que interpreta las motivaciones geopolíticas y las consecuencias a largo plazo de la intervención estadounidense en la región.

Papel de la CIA y las dictaduras del Cono Sur
El libro subraya el rol central de la CIA como articuladora y promotora de la genocida Operación Cóndor. La agencia estadounidense no solo facilitó recursos, entrenamiento y logística, sino que también diseñó el marco conceptual de la “doctrina de seguridad nacional”, que justificaba la represión masiva y la eliminación de todo actor considerado “subversivo”.
Las dictaduras del Cono Sur se convirtieron en ejecutoras de una estrategia supranacional que trascendía los límites de sus propios Estados, operando en coordinación para perseguir, secuestrar y eliminar opositores políticos en todo el continente.
Calloni sostiene que la Operación Cóndor fue parte de una estrategia más amplia, en la que Washington buscaba garantizar la estabilidad de sus intereses en América Latina, desarticulando cualquier proyecto emancipador o autónomo. El pacto criminal entre dictaduras fue, en esencia, una alianza de seguridad regional subordinada a los dictados de la política exterior estadounidense durante la Guerra Fría.

Reedición del modelo criminal en el siglo XXI
Uno de los ejes vertebrales del análisis de Calloni es la advertencia sobre la vigencia y reedición en el siglo XXI del modelo de guerra contrainsurgente en América Latina. La autora señala que, aunque los métodos han evolucionado, la esencia de la intervención persiste bajo nuevas formas: operaciones híbridas que combinan guerra mediática, judicialización de la política (“lawfare”), manipulación informativa y presión económica.
Calloni alerta que la lógica de la “seguridad nacional” y la estigmatización de la disidencia continúan siendo herramientas de control y desestabilización. Las operaciones híbridas actuales, lejos de ser un fenómeno aislado, son la actualización tecnológica y discursiva de la guerra sucia de los años 70. Comprender la Operación Cóndor es, por tanto, esencial para identificar patrones y estrategias en las agresiones contemporáneas contra los gobiernos y movimientos populares de la región.

La defensa de la soberanía regional, según la autora, pasa por la comprensión crítica del pasado y la construcción de una unidad latinoamericana capaz de enfrentar las injerencias externas. El sello criminal de la Operación Cóndor, lejos de haber quedado atrás, se proyecta en las disputas geopolíticas actuales, donde la independencia y la autodeterminación de los pueblos siguen estando en juego.
‘Operación Cóndor, pacto criminal’ de Stella Calloni es mucho más que una crónica histórica: es una advertencia y una invitación a la reflexión crítica sobre los mecanismos de poder y dominación en América Latina.
A cincuenta años de la Operación Cóndor, el libro nos interpela sobre la importancia de la memoria, la urgencia de la defensa de la soberanía y la necesidad de comprender los procesos históricos para enfrentar los desafíos del presente. El análisis de Calloni ofrece claves indispensables para interpretar la persistencia de estrategias de intervención y represión, así como para fortalecer la unidad y resistencia de los pueblos latinoamericanos.