Pensar ante el devenir de la historia

Urge no ser egoístas ni codiciosos en las revisiones, debe predominar una sana interpretación para salir de los errores y horrores en los conceptos y en la historia. Verbi gracia hoy se difunde y se funde una nueva cristalización de muchas teorías del pasado, Marx por ejemplo es producto de un nuevo enfoque social, como también las teologías que exponen nuevas premisas, dando paso a una teología y una filosofía de la liberación, donde surge y urge entender la humanización de Dios y la humanidad de Jesús. Pensar en estas evoluciones son signos significativos para el mundo de hoy.

Visualizando la geopolítica en su composición existencial, se observa una ausencia total en la voluntad y el compromiso para atender la gestión de la vida humana. Esta vacancia se manifiesta por la corrupción existente en muchos de los órganos de la estructura y hoy por el entramado integrador de la gobernanza del narco tráfico, y los tentáculos adheridos a su estructura, haciéndolo el elemento negacionista para el ordenamiento de los pueblos, problema que se generaliza en todo el entorno implícito y en la atención de los presupuestos que lo condicionan como ente, por su cultura débil democráticamente, que de otra parte la hacen carente de objetivos y de cohesión social.

El abstractismo muestra el profundo efecto de como la politiquería y la corrupción y sus modelos de funcionamiento, distorsionan el sentir social y su poder legislador, el cual no puede seguir disfrazando ante sus representados sociales, el pueblo. El mundo vive un encantador ejercicio de pensar con indignación, que nace de un complejo accionar social y político que nos indica como gira el mundo ante los aconteceres cotidianos, dados por las fuerzas de control extendidas por todo el orbe en pos de sumar poder radical, a la usanza mesiánica de otros tiempos donde la indignación y la resistencia eran practicas revolucionarias de liberación. Vana y cruel hipocresía y cinismo.

La indignación evoluciona hacia varios campos como la economía. Lo religioso, lo político y lo social. Allí convergen voces, plumas y pensamientos de corte emancipador para liberar al mundo de las mafias narcos y de los perversos actuares del estado que amenaza, enfrentados a los umbrales de la esperanza. La historia se construye acorde a la visión del que la describe y le funde sus praxis. Aun así, acomoda su irrealización en abstracto, la ideologiza perversamente.

El mundo y su historia hoy, se nos presenta como un lugar invadido por el crimen. Un lugar de batalla definido por el poder. Mundo sin fronteras que retoman lo que está al alcance sin medir derechos, mundo suelto, a la deriva, donde sus propietarios son marginados que luchan para romper las estructuras que matan sobre la base de un patriotismo legítimo que debe unirse bajo un solo umbral…… El amor social, fuera de populismos instrumentalizadores.

Los manifiestos de los pueblos son textos vivos que con auge recogen el espíritu y el sentir de la revolución vía al cambio en aras de construir otro mundo. O al menos que el presente se despeje del de los conflictos que los oprimen. Ante el susodicho calor siniestro de las crisis, crece su valor y grandeza para resucitar y luchar por su liberación. La furia de los imperios cada vez más arrasadora, su voluntad los lleva a asumir compromisos de contención. El carácter rebelde se hace más sólido para frenar los impactos de la codicia lujuriosa.

La historia, un vivir que no concluye. Entre tiempo y espacios se hace más disidente el desafío. No hay un acabar ante la saga de emociones violentas, haciendo más firme la definición liberadora, su sentir progresista, y la búsqueda de sueños emancipadores cobra firmeza cuando se caracteriza lo fundamental. La vida de nuestros pueblos ha sido un devenir de sangre, sudor en un valle lágrimas, ante el clamor de las voces de las gentes, elevando oraciones al cielo, envueltas entre la fuerza de sus entrañas y al descanso de sus cuerpos en los pocos espacios que les dejaron al invadir sus tierras.

Decía un teólogo que la cruz que se enfrentaban a las balas asesinas, las filudas espadas y machetes asesinos, no eran adornos de guerra, sino el peso de las sombras sobre los hombros sangrientos de los pueblos crucificados. La gobernanza criminal narcotraficante, que desplazo a la violencia sectaria- política que azoto a nuestros campos, dejando muerte y miseria campesina. Este gobierno narco se desplaza por todo el mundo, unido a partidos, movimientos sociales públicos y privados con jefes de elites a bordo y una aceptación impávida de ciertos ejes políticos, vetustos creontes que se ensañaron en el país y el mundo, para crecer como cesares decadentes, bajo el olvido sepulcral y el ocaso de su propia democracia.

El impacto de esta gobernanza fluye de tal manera que exige que los distintos países del orbe le hagan un frente común universal, constituyendo una estructura de defensa como se ha conocido tal propuesta, al unísono de ejercer acciones contra las guerras genocidas en Israel, Ucrania, Rusia y en todo frente que exista con misiones desarticulantes conta los pueblos del mundo.

Los discursos de la historia van orientados al existir, forjando al hombre metas. Desafectaciones y formas de pensar, donde el tiempo va incorporando al existir el cognitivo para buscar objetivos que opaquen la oposición. La filosofía fluye armónica como una fuerza cósmica entreverando lo fundamental, lo concreto y lo posible, para que la sociedad se oriente al cambio, a lo viable, al ideal propio para construir nuevos horizontes.

Tiempo e historia marchan activos, viviendo con ellos lo que somos, cargados de saberes que nos conectan con lo que queremos hacer y ser para ser. En la vida siempre vamos contra el tiempo y sus formas, venimos de él y hacia el volvemos llevando a la historia para propiciar los movimientos que se nos exigen, siempre unidos al otro, haciendo una unidad hombre-vida-naturaleza. Hoy el mundo corre hacia el encuentro de aquellos saberes del instinto no humanos, pero que proporciona en sus vidas afectos tales, incomprensibles, complementarios al existir como es el amor, que para la ciencia está proporcionando profundos estudios, al volverse inseparables para la vida humana, como compañero, útil en muchos procesos médicos y familiares.

Los tiempos también cambian, bajo formas muy particulares, que conducen a nuevas maneras, viajando para espiar sucesos perdidos en los espacios cual agujeros negros llenos de conflictos que forjan nuevas políticas de gestión social y política, articulando momentos que se morfosean, a la luz de formas de vida más humanas. Urge aprender, ser cognoscitivos a tal extremo que las emociones no se conviertan en malos hábitos.

Revisemos sucintamente y en un paréntesis, como en la comunidad Misak, tiempo y espacio están en el manejo de sus saberes y propósitos para llegar a los hermanos menores como formación, enseñando a comprender la materialidad de los hechos y la complejidad de sus dimensiones históricas.

Todo este acontecer en abstracto abierto, emigra de una historia que gira alrededor de un mundo que ha perdido la ruta. Estamos en medio de simbologías que muestran una realidad, que expresan sentires humanos con matices que trascienden para generar comportamientos suigéneris de equidad social, de inspiración fraterna, clamando escuchas, pidiendo diálogos, añorando esperanzas ante el marginamiento social, pues lo económico y político, solo interpreta propios intereses.

El mundo un universo absoluto donde converge un desarrollo esquivo y una sociedad ávida de cambio por culpa de un orden político hegemónico- siniestro, anacrónico y corrupto. La vida enseña a detectar mentiras y engaños, a desenmascarar injustos hipócritas y toda falacia de la democracia oculta, que precisa un revolucionario debate epistemológico. Cual diversas perspectivas se demandan para liberarnos de lo critico y funesto del pasado y de las afrentas que repudia el sentir social.

Uno de los puntos esenciales del mundo actual, es la revisión del pensar histórico pasado. El mundo fluye y por eso la rebeldía social, bajo muchas premisas en rotación, ideas e ideologías que anuncian su fin por la evolución de saberes y el sentir del hombre sobre lo fundamental. La paz y la justicia social.

Toda confusión es negativa, cruel y funesta, despista y atropella la conciencia. ES INJUSTA. Hoy el hombre clama claridad en todos los órdenes sociales. Para revisar y cambiar se requiere un criterio honesto, con responsabilidad tanto por los ejecutores, como para los que van a recibir la nueva cultura social y política. No es lo mismo ser en el tiempo del ayer, al tiempo de hoy, La claridad, lucida expresión para el conocimiento, para la transformación y la revisión de todo manifiesto y contrato social, debe ser un faro que ilumine las conciencias a la luz de un humanismo amoroso, guiado por un lenguaje convencional propio del contenido de verdad, no como una torre de babel, confusa y mal intencionada.

Urge no ser egoístas ni codiciosos en las revisiones, debe predominar una sana interpretación para salir de los errores y horrores en los conceptos y en la historia. Verbi gracia hoy se difunde y se funde una nueva cristalización de muchas teorías del pasado, Marx por ejemplo es producto de un nuevo enfoque social, como también las teologías que exponen nuevas premisas, dando paso a una teología y una filosofía de la liberación, donde surge y urge entender la humanización de Dios y la humanidad de Jesús. Pensar en estas evoluciones son signos significativos para el mundo de hoy.

El hecho es que el mundo gira hacia un entendimiento más humano y justo, evitar confusiones de todo tipo, bajo la claridad de filosofías liberativas que converjan a una efectiva y afectiva revolución.

Mariano Sierra S.

Fuente: Revista Corrientes, 2 de septiembre de 2025

Editado por María Piedad Ossaba