Explosión megatónica y geopolítica del fétido USAID

Ya desde el 3 de diciembre pasado, Mike Benz, anterior funcionario del Departamento de Estado, en su entrevista con el célebre podcaster Joe Rogan, reveló que USAID es un frente de la CIA que “asiste al Pentágono en el frente de seguridad nacional, así como al Departamento de Estado en un frente de operaciones clandestinas”.

Donald Trump expuso que USAID –supuesto brazo “humanitario” de EE.UU.– robó billones de dólares para impulsar la polémica agenda del Partido Demócrata, donde destacan las fétidas regalías “caritativas” al “impoluto” New York Times, a George Soros (270 millones de dólares); al Foro Económico Mundial de Davos (más de 68 mdd), al pedófilo Jeffrey Epstein, y a personajes como Nancy Pelosi y Angelina Jolie (20 mdd para apuntalar al comediante jázaro Volodímir Zelensky) y a la fundación Clinton. Al día siguiente Elon Musk tildó a USAID de “organización criminal”.

Da vergüenza publicar la pletórica cantidad de “comunicadores” y ONG –con sus excrecencias en toda América Latina– que sucumbieron al becerro de oro devaluado en billetes verdes. De los 10 mil lubricadores, más que empleados de USAID –cuya cuenta secreta era la ONG Internews Network que colaboraba con 4 mil 291 multimedia– sólo quedarán menos de 300, de quienes se hará cargo el secretario de Estado, Marco Rubio, con diferente redireccionamiento.

Timofey Bordachev, directivo del think tank ruso Valdai Club, asevera que el asalto de Trump contra USAID puede cambiar la política exterior de EE.UU. para siempre, cuando la “ofensiva del Presidente contra el Estado dentro del Estado estadunidense marca el fin de una era”.

Más allá de que Vladimir Putin tenía muy presente el papel desestabilizador y disruptivo de USAID, un genuino cartel criminal con máscara humanitaria –diseñada para cándidos, oligofrénicos y desinformados–, Bordachev comenta que USAID ha servido como instrumento poderoso para impulsar la agenda global de EE.UU.

Bordachev desglosa sus pletóricos recursos financieros, 40 mil millones de dólares solamente en 2024, cuando USAID ha sido el principal instrumento para la interferencia de EE.UU. en los asuntos internos de otros países, cuya principal misión ha sido el soborno sistemático de las élites para asegurar su lealtad a los intereses de Washington desde Latinoamérica, pasando por Asia el mundo árabe hasta Europa. Bordachev concluye que las acciones de Trump contra USAID significan un giro en la política foránea de EE.UU., pero también exponen las limitaciones del modelo estadunidense, lo cual representa para Rusia una oportunidad en su política exterior. Trump se va con todo contra un sector del legendario “Deep State” que se encuentra en pleno desasosiego y no se esperaba la brutal ofensiva para su desmantelamiento.

Después de haber sufrido varios atentados públicos, Trump instruyó a Elon Musk, considerado como el presidente en la sombra, de auditar los excesivos gastos en educación y el Pentágono que, sumados, pueden representar una verdadera fortuna

Hay que recordar que un día antes de lo que hoy parece haber sido el montaje de las Torres Gemelas del 11 de septiembre, se había esfumado una cantidad trillonaria de la contabilidad del Pentágono que desde entonces no ha podido ser cuadrada debido a sus extraños agujeros contables. Justamente hace casi un cuarto de siglo rastreé los faltantes de 35 billones de dólares en el Pentágono, donde resaltan el rabino jázaro Dov Zakheim, contralor del Pentágono, y el exsecretario Donald Rumsfeld.

Tanto Donald Trump como Elon Musk han descalificado con duros calificativos el trabajo que desarrolla USAID.

Ya desde el 3 de diciembre pasado, Mike Benz, anterior funcionario del Departamento de Estado, en su entrevista con el célebre podcaster libertariano/nacionalpopulista Joe Rogan, reveló que USAID es un frente de la CIA que “asiste al Pentágono en el frente de seguridad nacional, así como al Departamento de Estado en un frente de operaciones clandestinas”.

Hoy parece que la dupla Trump/Musk se encamina a liquidar al sector perdedor del “Deep State” en la guerra de Ucrania, donde destacan George Soros, BlackRock, los Clinton (Bill, Hillary y su hija Chelsea, casada con el especulador jázaro Marc Mezvinsky: rociados con las dádivas de 84 millones de dólares de USAID) y Nancy Pelosi, que recibieron suculentos sobornos. ¡Se trata de una verdadera guerra civil que ahora sí se atreve a decir su nombre!

Alfredo Jalife- Rahme

Fuente: La Jornada, Cronicón, 9/11 de febrero de 2025

Editado por María Piedad Ossaba