La decepcionante respuesta de Europa a la anexión de Cisjordania por Israel

Cuatro millones y medio de personas seguirán sofocándose  sin derechos y sin futuro, y Bruselas seguirá felicitándose y sintiéndose bien en su piel: después de todo, amenazó con cancelar Erasmus+.

Tocó el fin de alerta para quienes estaban preocupados: Israel puede anexar Cisjordanial todo lo que quiera – Europa no se interpondrá en su camino. Todos aquellos que pensaban que podían asustarnos sobre la reacción de Europa a la anexión han olvidado lo que es Europa, hasta qué punto está paralizada, coaccionada, temerosa, dividida e impotente frente a Israel.

Carlos Latuff

Se puede responder a la antigua presidenta del partido Meretz, Zehava Galon, quien tuiteó tras la reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea el viernes: “Si hay alguien que piensa que la anexión sucederá tranquilamente para nosotros…” En efecto, se producirá muy tranquilamente. No cuenten con Europa. No hay nadie ni nada en quién ni en qué confiar. Europa, como siempre, formulará declaraciones, realizará consultas, convocará embajadores y se pondrá de lado.

La Europa clásica es una Europa neutral, que no interviene contra las injusticias cometidas por Israel. No esperamos nada de los USA, ciertamente no bajo la presidencia de Donald Trump, ni tampoco bajo la de sus predecesores. La Europa del Este “no clásica” apoya con admiración todo lo violento que hace Israel. La única esperanza es la punta noroeste del mapa, la que el primer ministro Benyamin Netanyahu tiende a señalar con el dedo para decir: “Este es el único lugar donde tenemos un problema”.  Este es el único lugar donde hay esperanza, era lo que hace tiempos se creía. Ahora también es una decepción.

El resultado de las deliberaciones del viernes de los ministros de Asuntos Exteriores es la Europa clásica en su peor versión. “Reexaminar los proyectos comunes”; “pasar una nueva página” con respecto al nuevo gobierno israelí; las sanciones son “una cuestión compleja”, y esto “no significa que lo hagamos mañana”. Esto no es una sorpresa. Cincuenta y tres años de ocupación continúan bajo su silencio, sus financiaciones, sus armas, y el portavoz de asuntos exteriores de la UE dice a los periodistas que se preguntan sobre las sanciones que no pongan el carro delante de los bueyes. Tenemos tiempo de sobra. Cincuenta y tres años de ocupación cuya legitimidad no es reconocida por ninguna institución internacional en el mundo, y el jefe de la política exterior de la UE, Josep Borrell, dice que no hay comparación con la ocupación de Crimea por parte de Rusia. En Palestina, el territorio pertenece a un Estado soberano (Israel). El ministro de propaganda israelí saliente, Gilad Erdan, no podría haberlo dicho mejor. Europa está con la derecha israelí. Cuando se trató de la ocupación de Crimea, Europa supo reaccionar con acciones e inmediatamente. Pero Rusia asusta mucho menos a Europa que Israel.

Cuando se trata de Israel, hay otras reglas, un derecho internacional diferente y una conducta diferente. El miedo de USA, por una parte, y la culpabilidad por el Holocausto, por otra, así como la increíble eficacia y los esfuerzos de extorsión de la maquinaria propagandística sionista, son más fuertes que cualquier obligación con el derecho internacional, que la obligación que tiene Europa con respecto a la suerte de los palestinos, y más fuertes que la opinión pública europea, que es mucho más crítica con Israel que cualquier gobierno.

La financiación del programa de educación de la UE Erasmus+ y sus programas de investigación Horizonte 2020 está en peligro. Esta es la respuesta de Europa a la anexión. Detener los proyectos de investigación conjunta permitirá evitar la ocupación. No hagan reír a Israel y a sus colonos. En lugar de imponer verdaderas sanciones – desde la prohibición general de entrada de los colonos en Europa hasta las sanciones económicas – están amenazando a Erasmus+. La insistencia de Europa en una solución de dos Estados – mientras algunos de sus dirigentes ya saben y admiten a veces en conversaciones cerradas que ya es una causa perdida – hace el juego del apartheid israelí, que también sabe refunfuñar la expresión “dos Estados”, si tan sólo hubiera un socio, y luego construye decenas de miles de casas suplementarias en Cisjordania.

Por supuesto, se puede argumentar que el papel de Europa no es llevar la justicia mundial o hacer la limpieza después de Israel. Pero después de todo, la Unión Europea tiene pretensiones más altas que ser un simple mercado común. Europa, que en el pasado estaba en silencio y hacía la vista gorda, lo está haciendo de nuevo. Tal vez pronto convoque al presunto Ministro de Relaciones Exteriores, Gabi Ashkenazi, quien les prometerá que Israel se esforzará por aplicar la solución de los dos Estados. Cuatro millones y medio de personas seguirán sofocándose  sin derechos y sin futuro, y Bruselas seguirá felicitándose y sintiéndose bien en su piel: después de todo, amenazó con cancelar Erasmus+.

Gideon Levy

Original: Europe’s disappointing response to Israeli annexation of the West Bank

Traducido por María Piedad Ossaba para la Pluma y Tlaxcala, 20 de mayo de 2020

Traductions disponibles : Français 

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