Chile: Hitler, Kast, Kayser y la ‘tercera fuerza’

La ‘tercera fuerza’ que José Antonio Kast y Johannes Kayser dicen representar, acecha con sus dientes apretados detrás de cada urna, de cada voto… pues, además, aunque lo nieguen e intenten minimizarlo, por su sangre continúan circulando aquellos genes nazis que les resulta imposible esconder, ya que les aflora en cada irónica sonrisa, en cada gesto, en cada declaración…en cada promesa de campaña ofreciendo “un Chile nuevo, un Chile mejor

Es un hecho indesmentible que José Antonio Kast, Johannes Kayser, ‘republicanos’ y ‘patriotas’, se presentan como una “tercera fuerza” en la disputa izquierda-derecha, sobrepasando incluso las fronteras de la más dura derecha empresarial, responsable esta última de la dirección que ha seguido Chile desde el mismo día que las fuerzas militares golpistas bombardearon La Moneda.

kast y los Nazis

Esto de una ‘tercera fuerza’ no es un hecho nuevo en el mundo occidental, pues ya en 1928 Adolf Hitler y el NSDAP (partido nacionalsocialista de los trabajadores de Alemania), usando sus innovadores medios de propaganda afirmaban ser exactamente eso: una tercera fuerza, la que finalmente (desde 1933 a 1945) destacó fuertemente por su anti intelectualismo, anti academicismo, y fanatismo étnico.

Los nazis se presentaban como una « tercera fuerza », ni de izquierda ni de derecha, ni simplemente nacionalista, una fuerza que renovaría la nación y restauraría su futuro. Hablaban en futuro. Su violencia parecía un ajuste de cuentas en el camino hacia la redención nacional.

Movilizaron una enorme esperanza y energía durante los primeros 100 días de gobierno en 1933, inicialmente con cautela, luego con decisión mediante « nuevos días » de celebración nacional y acción de gracias, incluyendo el Primero de Mayo, tradicionalmente un día socialista de protesta. Prometieron romper con la economía de austeridad y priorizar los intereses de los alemanes comunes. Pero, terminaron sojuzgando, encarcelando y asesinando a sindicalistas, comunistas, socialdemócratas, judíos, negros, testigos de Jehová, gitanos, y muchos más.

¿Por qué Kast y Kaiser son peligrosos? No estamos frente a propuestas de derecha racionales, sino que ante el resurgimiento de tendencias chilenas de tradicionalismo que se hallaban bien ocultas tras el paso de las décadas. A algo similar a lo que contaban sobre el nazismo en El Retorno de los Brujos. “La ley de Godwin o regla de analogías nazis de Godwin es, en realidad, un adagio de Internet propuesto por Mike Godwin en 1990. Establece que: “A medida que una discusión en línea se alarga, la probabilidad de que surja una comparación con los nazis o con Hitler se aproxima a 1”.

El profesor de historia de la Universidad de Illinois, Peter Fritzsche, que ha dedicado gran parte de su carrera al estudio del ascenso al poder de los nazis, observa con angustia lo que hoy ocurre en muchas naciones occidentales, y a ese respecto escribió:

“como en la década de 1930 (en Alemania), se ha perdido la fe en el liberalismo y el proceso liberal, con su premisa multiétnica inclusiva, y se ha aumentado la fe en el llamado « pueblo », un conjunto étnico y religioso definido de forma más homogénea. En aquel entonces, la idea del « Volk » (pueblo) se oponía a la república o al « sistema »; hoy, la democracia étnica se opone al liberalismo o al « sistema ». Entonces, como ahora, existe una profunda desconfianza hacia la economía de austeridad promovida por las instituciones de élite”.

Recojo esta línea de Fritzche:  “se ha perdido la fe en el liberalismo y el proceso liberal, con su premisa multiétnica inclusiva”, cuestión que fue fundamental en la ascensión nazi al poder total. Y cuidado con ello, pues en eso de perder la fe en la premisa multiétnica abriendo puertas fronterizas a todos aquellos que deseen ingresar sin mediar exigencias de ningún tipo, permite que se mezclen y confundan extranjeros buenos con extranjeros malos, fruta sana con fruta podrida, lo cual resulta ser miel sobre hojuelas para el totalitarismo, ya que es el prólogo del avance a pleno galope contra todo aquello que no sea, esencial y públicamente, ultranacionalista, pues tal como lo expuso el pastor alemán Martin Niemöller:

“Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
ya que no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
ya que no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
ya que no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
ya que no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar”

En fin, ahí está el aviso para todos nosotros. La ‘tercera fuerza’ que José Antonio Kast y Johannes Kayser dicen representar, acecha con sus dientes apretados detrás de cada urna, de cada voto… pues, además, aunque lo nieguen e intenten minimizarlo, por su sangre continúan circulando aquellos genes nazis que les resulta imposible esconder, ya que les aflora en cada irónica sonrisa, en cada gesto, en cada declaración…en cada promesa de campaña ofreciendo “un Chile nuevo, un Chile mejor”.

José Antonio Kast y Johannes Kayser

Y tal vez lo que procuren sea una especie de ajuste de cuentas con la izquierda, el Frente Amplio, los derechos humanos, el latinoamericanismo y, ¡cómo no!, también con muchos de sus antiguos camaradas de la derecha tradicional, como bien han sospechado el parlamentario UDI Iván Moreira y algunos exministros del gobierno de Sebastián Piñera.

Arturo Alejandro Muñoz para La Pluma, 27 de Noviembre de 2025

Editado por María Piedad Ossaba