Colombia: el cambio tiene nombre de mujer

Las ideas y propuestas tanto de Pizarro como de Bolívar deberían ser tenidas en cuenta en el programa del próximo gobierno. La aspiración a la presidencia de ambos candidatos podría aplazarse para el 2030. Ellos al igual que otros excelentes candidatos del progresismo se deben en este momento al proyecto político que tiene como principal reto asegurar su refrendación en el 2026.

Después de Carolina Corcho como primera presidenta de Colombia, podría seguir María José Pizarro, otra gran mujer.

Sufrió la violencia política desde niña, fue refugiada en España, estudió artes plásticas y joyería, cuidó niños, se volvió activista por la paz y las víctimas del conflicto interno, asumió la voz de los inmigrantes y los perseguidos, hoy destacada congresista, tiene dos hijas.

Ya tiene una estructura programática en caso de llegar a la presidencia. Sus componentes principales son:

    1. Paz Integral como sustituto de la Paz Total actual. Concibe la paz integral como el resultado de un previo proceso de profunda y efectiva justicia social. Para María José, sin justicia social no hay paz. Esto lo aprendió de su padre Carlos Pizarro Leongómez, militante del M-19 asesinado en 1990.
    2. Definir un plan a largo plazo que proyecte y prepare cómo podría ser Colombia en el año 2050.
    3. Proseguir la reforma agraria, las reformas sociales.
    4. Diversificar la economía para no seguir dependiendo de la exportación del carbón, el petróleo y otros productos tradicionales.
    5. Afianzar la transición energética.
    6. Recuperar la memoria viva de Colombia.

María José es una mujer mesurada y tranquila. Recordemos cuando contuvo al ministro Benedetti quien manoteaba la mesa directiva del Congreso el día que hundieron la Consulta Popular. Como hija de la violencia, no quiere que se repitan los episodios que han marcado la historia nacional. Ella ha dicho “Para que las guerras que hemos vivido no se vuelvan a repetir, hay que tenerlas siempre presentes. Yo aprendí la importancia de la memoria cuando empecé a rescatar la historia de mi padre”. Es que la actividad a la que más se ha dedicado es a investigar la historia de Colombia, visibilizar las víctimas, reconstruir la memoria histórica del país.

Al igual que María José Pizarro, Gustavo Bolívar también es otro buen candidato del progresismo a la presidencia de Colombia. Gustavo es un talentoso escritor que se involucró en la política. Vivió la pobreza y el hambre, las derrotó convirtiéndose en un exitoso empresario, suerte que no corren todos los hambreados. Sabe lo que es venir de los de abajo. Sabe lo que es ver niños extraviarse en la delincuencia. Sabe lo que significa la falta de oportunidades laborales para los jóvenes.

Gustavo Bolívar es un hombre calmado, conciliador, comprende y conversa con los empresarios, con los movimientos sociales, con los trabajadores, con los jóvenes, con los opositores políticos. Apoyó con recolectas a los muchachos de las primeras líneas porque vio en ellos a los desamparados que nadie mira. Bolívar es un tipo de gran corazón, inmensa empatía y sensibilidad social. Es un candidato que habla sin rodeos, expresa lo que le dicta su conciencia de hombre honesto comprometido con el progresismo. Es un “enamorado del cambio”, no un enamorado del ego. Antepone a cualquier pretensión personal el avance del proyecto político.

Fiel a su espíritu creativo, social y empresarial hace las siguientes propuestas que ejecutaría en una posible presidencia suya:

    1. Adjudicaría otro millón de hectáreas de tierra a los campesinos.
    2. Entregaría el Plan de Alimentación Escolar -PAE- a los padres de familia, para que los propios papás y mamás produzcan los alimentos y no sean entregados a contratistas. 50.000 asociaciones de padres de familia serían capacitadas por el SENA para el montaje y manejo de cocinas. Esta propuesta fortalecería la economía popular.
    3. Entregaría un millón de casas sin cuota inicial. El Estado asume la cuota inicial, financiaría al estrato 1 con la mitad del costo de la vivienda. También a los estratos 2, 3 y 4, pero con menos porcentaje en las cuotas.
    4. Fomentaría y extendería la industrialización y exportación exitosa del pescado logrado en el Huila, hacia otros municipios en las riberas del rio Magdalena.
    5. Fortalecería la transición hacia energías limpias para avanzar a una matriz eléctrica de 10 gigavatios eólicos y solares.
    6. Aumentaría el turismo de 7 millones de turistas actuales a 20 millones en el 2030.
    7. Dialogaría durante 100 días con los grupos armados. De no lograr acuerdos en esos 100 días ordenaría acciones de persecución a las fuerzas del Estado.

Bolívar es un ejecutivo, un hombre operativo, de lograr empresas y propósitos. De ahí que su principal aporte a un gobierno progresista sea desde esas cualidades.

María José y Gustavo deberán, sí o sí, estar en el próximo gobierno del progresismo. Sus capacidades, experiencia y vocación de servicio social se necesitan en el equipo gubernamental, sea como ministra de educación o de cultura, la primera, o ministro de vivienda, el segundo.

María José podría aportar a una reestructuración curricular o de pensumes académicos de la educación primaria, secundaria y universitaria. Vincular la historia como asignatura fundamental, implementar la recuperación de la memoria histórica, convertir la estética en área de recreación de la historia de las comunidades y movimientos sociales.

Bolívar es el cuadro más idóneo para ejecutar un ambicioso y justo plan de vivienda para las familias, mujeres cabezas de familia y jóvenes excluidos del acceso a ese derecho constitucional. Luchó para conseguirle casa a su madre, se desviviría para que la gente más pobre tenga su vivienda. Su propuesta de un millón de casas podría elevarse, para ello se podría contar con el concurso del empresariado.

Las ideas y propuestas tanto de Pizarro como de Bolívar deberían ser tenidas en cuenta en el programa del próximo gobierno. La aspiración a la presidencia de ambos candidatos podría aplazarse para el 2030. Ellos al igual que otros excelentes candidatos del progresismo se deben en este momento al proyecto político que tiene como principal reto asegurar su refrendación en el 2026.

Tigrillo L. Anudo, 15-9-2025