El paro nacional ha hecho que los discursos abstractos y etéreos sobre los colombianos de bien adquieran concreción, se hagan terrenales, bajen del nirvana a la dura realidad.
Los mal llamados “dirigentes” conducen a sus países por la senda de la miseria y destrucción de nuestros bienes comunes que son la esencia de la única vida. Esa es su política. Pero en todo el planeta siempre habrá resistencia y acción libertaria.