USA-China: ¿Se aproxima una guerra?

La independencia nacional de estas naciones pasa por el combate y la derrota de la ofensiva yanqui.

Los analistas internacionales generalmente ven la confrontación entre los USA y China como un choque entre dos superpotencias que comparten los mismos objetivos pero cuyos regímenes políticos se oponen. Las contradicciones entre ellos habrían sido exacerbadas por la incapacidad (o la renuencia) de los dirigentes chinos a adoptar de manera generalizada las prácticas de la globalización en la economía y la política.

Critican un dirigismo que ni siquiera ha abolido los planes quinquenales [el 13º abarca los años 2016-2020]. En general, no se hace hincapié sobre la diferencia esencial de la naturaleza entre esta confrontación y la que enfrentó, después de la Segunda Guerra Mundial, los USA a la URSS, un país con una economía planificada y nacionalizada rica en materias primas. La URSS, que nunca ha competido por los mercados de los USA y que ha perseguido la utopía de una coexistencia entre órdenes económicos y sociales visceralmente opuestos, ya que el modo de producción capitalista, por su naturaleza, necesita expandir sus fronteras económicas, sobre todo en su fase imperialista.

La restauración capitalista en China, iniciada en 1979 por Deng Xiaoping [diez años antes de la disolución de la URSS] bajo el control monolítico de facciones del aparato del Partido Comunista, ha transformado durante décadas la inmensa nación en un espacio privilegiado para la acumulación de capitales, especialmente proveniente de los USA. Un proceso apoyado por la sobreexplotación de la mano de obra disciplinada de China y la vampirización de las inversiones socialistas de décadas anteriores. La proliferación inicial de pequeñas empresas, a menudo de propiedad familiar, y la consiguiente llegada al país de importantes inversiones extranjeras y tecnologías modernas, a menudo a través de joint venturesi [o empresas conjuntas] con empresas locales o con el Estado, habían producido inicialmente mercancía de escaso valor tecnológico [por lo general, trabajos de montaje], pero que requerían una alta intensidad de trabajo vivo. Al mismo tiempo, el Estado estaba llevando a cabo importantes obras de infraestructura.

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Evolución china, por Joep Bertrams

Segundo momento

El movimiento de deslocalización industrial, impulsado por la globalización y la desregulación, ha trasladado miles de fábricas de empresas usamericanas y europeas a China, atraídas por la sobreexplotación del trabajo. El capital invertido y acumulado tenía un país y una bandera, pero la mayoría de las veces obedecía a la naturaleza profunda del capital, sin tener en cuenta ningún interés nacional, independientemente de las expectativas de los países de los que procedía. La acumulación de capitales nacionales e internacionales en China ha estimulado la producción de mercancías de más alta tecnología orientadas a la exportación. Muy pronto, también comenzó a apoyarse en un mercado interno en expansión, desarrollando en una escala aún mayor su nivel de producción. China tiene una población 1.400 millones de habitantes. Se convirtió en el «taller del mundo», como Inglaterra en el siglo XIX y los USA en el siglo XX.

Simultáneamente, los USA y su población de más de trescientos millones de habitantes sufrían la deslocalización de industrias de alta densidad de mano de obra hacia China, India, Tailandia, México, etc., países en los que la mano de obra está sobreexplotada. La disminución del poder adquisitivo interno de los USA, que precedió a este proceso, se ha acelerado aún más. En 1968, el salario mínimo en los USA sostenía a una familia de tres personas. En 1988, difícilmente se mantenía una persona. Una gran parte de lo que antes se fabricaba en los USA se compraba ahora a bajos precios, sobre todo a China, lo que provocó enormes déficits comerciales con ese país, parcialmente compensados por la compra por parte de China de títulos de deuda usamericanos gracias a sus superávits comerciales. Estas adquisiciones han permitido financiar a bajo costo los astronómicos déficits públicos de USA, ya que estos bonos suelen tener rendimientos negativos. En 2018, China tenía 1,12 billones de dólares en bonos del Tesoro usamericano. En febrero de 2019, la deuda pública de ese país [USA]  superaba los 22 millones de millones de dólares, superando su PIB para 2018, que ascendía a 20,5 millones de millones de dólares.

La China a la conquista del mundo

Desde 2013, los dirigentes chinos fomentaron el desarrollo del consumo interno, considerado como una oportunidad para la producción industrial del país. Siempre ha estimulado la investigación y la innovación tecnológica, reduciendo así la brecha relativa con los USA, lo que ha beneficiado al país en sectores como la biotecnología, la informática y la inteligencia artificial. China también ha comenzado a exportar productos y servicios de alta tecnología. Muchos analistas sugieren que la prisa de los dirigentes chinos en general y de Xi Jinping en particular por transformar el país en una potencia global ha desencadenado la inevitable hostilidad de la superpotencia hegemónica, preocupada por perder su posición hegemónica. Esta falta de moderación sería la responsable de la crisis actual. No son los excelentes protagonistas los que crean los profundos trastornos socio-históricos. Son estos últimos los que producen los primeros.

La exuberancia cuantitativa y cualitativa de la producción china es el producto natural de la acumulación de capital, que superó la capacidad del consumo interno y de los mercados externos tradicionales. En China, la sobreproducción de acero, aluminio, de cemento, de barcos, de construcción y productos químicos es enorme. Los capitales excedentarios debían reinvertirse en la producción en el extranjero, sobre todo porque el capital invertido en bonos del Tesoro de los USA estaba devaluado, ya amenazados por una fuerte depreciación del dólar. La gigantesca producción china destinada al consumo interno y a la exportación requiere la importación de grandes cantidades de materias primas, especialmente el petróleo, los minerales y los cereales. El petróleo es esencial como combustible y como insumo para muchos productos y actividades, especialmente los productos químicos y la agricultura. China es ahora uno de los mayores importadores de materias primas y representa alrededor del 68% del comercio internacional de mineral de hierro. Es un consumidor voraz de la producción mundial de trigo, maíz y soja, elementos esenciales para alimentar su industria y su población.

El Comercio de los USA con China

Un fenómeno abrumador

Era necesario, por una parte, crear o conquistar nuevos mercados para absorber las exportaciones excedentes de productos manufacturados, servicios, tecnologías, capitales, etc., y por otra parte, para garantizar las condiciones de una importación ininterrumpida y económicamente viable de materias primas esenciales. El incremento de las importaciones tiende a expulsar a las exportaciones chinas del mercado internacional y a aumentar los precios en el interior. El nuevo esquema adoptado por China en el exterior se traduce en la disminución relativa de la compra de títulos de crédito usamericanos y a la expansión de las exportaciones de capital público y privado, mediante la financiación de infraestructuras, la adquisición de empresas, las empresas conjuntas, etc. Esto también ha permitido la adquisición de tecnologías listas para usar. Para ello, entre otras iniciativas, se han creado bancos de inversión en Eurasia, en los BRICS, etc.

Prácticamente inexistentes anteriormente, las inversiones directas de China en el extranjero (IDE) comenzaron en 2004, haciendo un salto espectacular en el período 2014-2016, principalmente en Asia (70%) y notoriamente en América Latina (17%), productora por excelencia de minerales, petróleo y de cereales. Mutatis mutandis, China ha seguido el rumbo trazado por Inglaterra, Francia, Alemania y los USA, para convertirse en una nación imperialista en el sentido leninista del término.

En otras palabras, necesariamente exportadora de capitales. La externalización china se produjo de una manera relativamente diferente a la de las naciones que acabamos de citar. El capital chino se afirma como el proveedor de fondos de una «comunidad [mundial] a destinos asociados», haciendo converger los intereses de China y de los países importadores de capitales en tales procesos. Se desvincula de las prácticas imperialistas tradicionales de tierra quemada. Este comportamiento se debe a la abundancia de capitales, al control del Estado sobre las inversiones, al hecho de que China no ostenta la hegemonía política y militar mundial que ha sido patrimonio exclusivo de los USA desde la disolución de la URSS en 1989. Los USA gozan de una superioridad indiscutible tanto en el campo militar como en numerosos campos tecnológicos. Conservan el apoyo de las naciones «sub-imperialistas» que se les someten: Japón, Inglaterra, Alemania, Francia, Suiza, etc. Constituyen una nación imperialista hegemónica que impone el dólar como moneda de intercambio global, con derecho a fabricar una moneda que no se basa en nada. Ya que los USA se encuentran sin duda en una relativa situación de regresión económica

2. El enfrentamiento USA-China: nada nuevo en este frente

El choque interimperialista entre China y USA hace eco, de una manera general, a los que se produjeron entre Inglaterra y Francia en los siglos XVIII y XIX, lo que dio origen a las guerras napoleónicas; entre Inglaterra y Francia, por una parte, y Alemania, por otra parte, lo que condujo a la guerra de 1914-1918; y entre estos mismos dos países aliados a los USA, contra Alemania y Japón, lo que motivó el conflicto de 1939-1945.

En estos tres casos, la guerra era el resultado inevitable de la lucha por la hegemonía económica. Desde 1918, los USA han surgido como potencia hegemónica, a pesar de que una parte del mundo era liberada de la explotación capitalista [Revolución de 1917]. En 1945, el capital yanqui extendió su influencia sobre el mundo capitalista, guardando como ayudante de campo la Inglaterra decadente, especialmente en la lucha contra la URSS. Este enfrentamiento nunca ha tenido carácter inter-imperialista, ya que la economía planificada y nacionalizada de la URSS invierte sus capitales en la producción y el consumo nacionales y no en la exportación.

El enfrentamiento USA-China se caracteriza por la superioridad militar y diplomática de los USA, a pesar de su creciente fragilidad económica con respecto a China, a pesar de diez años de expansión económica ininterrumpida debido principalmente a la reactivación de la producción de petróleo y gas de esquisto. Esto es lo que ocultó la degradación del parque industrial usamericano. Los USA son hoy el primer productor mundial de petróleo. El péndulo de la historia gira en contra de los USA y en favor de China, que moderniza y fortalece sus fuerzas armadas, especialmente sus buques de guerra y portaaviones, destinados a proteger las rutas marítimas mundiales que le permiten aprovisionarse y vender su producción. Debido a la existencia de los misiles actuales, los portaaviones ya no están destinados a la confrontación entre las potencias marítimas. Se utilizan principalmente a la «proyección» de la potencia militar de un Estado lejos de sus fronteras. Constituyen el arma del imperialismo por excelencia.

El arma del imperialismo

Los USA tienen 21 portaaviones. La URSS, que siempre ha mantenido una posición militar defensiva, prácticamente no ha tenido, salvo excepciones. China tiene dos, está construyendo un tercero y prevé cuatro para los próximos años. Los USA poseen 800 bases militares en todo el mundo: 76 en América Latina –  nueve en Colombia y ocho en Perú. Su superioridad en ojivas nucleares es enorme en comparación con China, que tiene su primera base militar extraterritorial en Yibuti, al nordeste de África. El costo de la dominación militar mundial agota los USA, que ven su superioridad en entredicho por China y por el rearme ruso, bajo en comparación con la era soviética, pero cuyo nivel tecnológico es muy elevado. A pesar de la eventualidad de pérdidas enormes, los USA creen en la posibilidad de ganar una guerra localizada contra Rusia en Europa o contra China en los mares orientales. La alianza entre China y Rusia hace presagiar un conflicto en el que los USA, combatiendo en dos frentes, serían derrotados. La pérdida de la hegemonía política y militar significaría la desorganización total de la economía y de la sociedad usamericanas, dependientes del saqueo de la economía mundial, que ya no es garantía de su dominación  económico.

El imperialismo USA  necesita imponerse como potencia hegemónica indiscutible en muy poco tiempo. Una guerra generalizada, como la realizada contra Alemania y Japón, sólo sería posible con un ataque atómico que no diera lugar a represalias. Los USA no tienen esa opción. Están tratando de desorganizar social y políticamente a China y Rusia a través de una política de agresión económica, combinada con enfrentamientos militares localizados, por procuración  o indirectos, como en Vietnam, Afganistán, Siria, Ucrania, etc. Esta estrategia requiere el cerco político y militar de la nación combatida; el agotamiento o encarecimiento de sus suministros de materias primas; la prohibición del acceso a los mercados financieros y comerciales; la exacerbación de las contradicciones internas [políticas, nacionales, étnicas], etc. Esta estrategia ayudó a derribar la URSS y agotó a Cuba; se está aplicando en Nicaragua, en Corea del Norte e Irán. En los últimos años, se ha aplicado intensamente contra Rusia y China. Esta estrategia no tardará a producir sus efectos, ya que ambas naciones promueven medidas para contrarrestarla y fortalecerse, de manera considerable en el caso de China. El poco tiempo de que disponen impone al imperialismo USA de ser cada vez más agresivo. Putin no es retorico al declarar que las relaciones entre Rusia y los USA continúan deteriorándose y que no debe excluirse la eventualidad  de un conflicto armado.

3. La fuerza de China: un Plan Marshall para el mundo

Las reservas de divisas de China son las mayores del mundo y su activismo se extiende a todos los continentes, especialmente a los países vecinos, sin descuidar a África y América Latina. Después de la Unión Europea y los USA, el tercer socio comercial de China es la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) – Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, Brunei, Vietnam, Myanmar, Laos y Camboya, que constituyen un mercado de más de 600 millones de consumidores. El Plan Marshall [1947] promovió la reconstrucción y la sumisión económica, política y cultural de Europa al capital usamericano. China ha iniciado vastos proyectos a escala planetaria, tales como la «Nueva Ruta de la Seda», en la que participan más de 130 naciones, que incluyen la construcción o modernización de vías  terrestres, fluviales o marítimas, de puertos, redes eléctricas, fibras ópticas, gasoductos, etc., en Asia, África y Europa.

¡Todos los caminos conducen a China, como no se va a Roma sin ver al Papa!¡ ¡China invertirá 10 mil billones de dólares en el proyecto entre 2016 y 2020! A pesar del rechinamiento de dientes de la Unión Europea y de los Estados Unidos, Italia acaba de firmar una declaración de intención para participar en la Nueva Ruta. El imperialismo usamericano teme que sus aliados se inclinen hacia la alianza ruso-china porque ya no confían en las capacidades económicas y políticas del Tío Sam. En los últimos veinte años, los USA no han llevado a cabo ninguna iniciativa estratégica importante en el ámbito de la economía, ni dentro ni fuera del país. La guerra en Irak ha dejado al país económicamente devastado y ha aumentado la influencia de Irán en Irak y Siria. Diecinueve años de guerra en Afganistán costaron más de mil billones de dólares. La crisis de 2008 le costó a los bancos centrales 24 mil billones de dólares. El imperialismo usamericano ya no tiene la capacidad de dar nada, ni siquiera para retomar aún más. Con Obama y Trump, ha practicado, y sigue practicando, la política del palo, pero sin la zanahoria, tanto hacia sus aliados como hacia los no aliados. Obama apoyó los golpes de Estado en Paraguay, Honduras, Siria, Libia, Ucrania, etc. Bajo amenaza de sanciones, Trump exige concesiones de Europa, México, Canadá, China, etc. Apoyó golpes de Estado parlamentarios o violentos en Brasil, Ecuador, Argentina, etc. Habiendo perdido su lugar en el conflicto comercial, el imperialismo ejerce una hegemonía político-militar para mantener a sus súbditos bajo su control y utilizarlos en la ofensiva contra Rusia y China.

La guerra contra China

Apoyándose en el enorme desequilibrio comercial entre los dos países, Trump impuso una mega tasa a las exportaciones chinas hacia los USA, bajo el pretexto de la devaluación del renminbiii frente al dólar, de subvenciones gubernamentales no declaradas, robo de tecnología, etc. por parte de los chinos. Esta iniciativa se inscribe en el marco del proyecto de reindustrialización de USA. El 22 de marzo de 2018, Trump impuso un impuesto de 50.000 millones de dólares sobre las importaciones chinas, en un 25%. Este ataque fue seguido de represalias moderadas por parte de Pekín y luego, inmediatamente, de otro aumento de los impuestos usamericanos, que en la actualidad ascienden a 250.000 millones de dólares, sobre un total de 540.000 millones de mercancías importadas en 2018. China ha gravado con 110.000 millones de dólares los productos que se importan de los USA, cuyo total sólo representa 120.000 millones de dólares. Los USA amenazan con gravar la casi totalidad de las importaciones procedentes de China si este país no cumple con sus requisitos inviables, convirtiendo las negociaciones bilaterales en una completa farsa, ahora prácticamente interrumpida. Las empresas, en particular las usamericanas, están considerando la posibilidad de retirarse o ya se están retirando de China, en detrimento del país y de sus accionistas, muchos de los cuales se están atrincherando en el Partido Demócrata.

Incluso si vulnera los principios del comercio liberal – los acuerdos de libre comercio y la desregulación santificados por la globalización – Trump ejerce un derecho indiscutible de gravar las importaciones hacia los USA [proteccionismo]. Pero no se trata sólo de una disputa comercial. Trump, al comportarse como un salteador de caminos, ataca los centros neurálgicos de la economía china, buscando restaurar la hegemonía industrial y tecnológica de USA. Actualmente, está iniciando un conflicto sobre el control mundial de las principales empresas de alta tecnología en informática y comunicaciones. Trump ha prohibido a las compañías usamericanas hacer negocios con la compañía china Huawei, el proveedor líder mundial de equipos de redes de comunicación. Debido a la integración mundial en este sector, esta decisión está causando enormes daños a la empresa. También está presionando a sus aliados para que boicoteen la instalación de las redes 5G de Huawei, ya en marcha en varios países. La red 5G es el núcleo de la «Cuarta Revolución Industrial»: «Internet de los objetos» [IDO], la inteligencia artificial [AI], los vehículos autónomos, los nuevos armamentos, etc.

Todos los golpes están permitidos

La justificación de los USA para el ataque contra Huawei es que esta última proporcionaría al PC chino las informaciones que transmite. Si eso fuera cierto, obligaría a cada nación a crear su propia red, para no ser objeto de una extorsión Esta medida extrema pretende dar a las empresas usamericanas, que están muy atrasadas, el tiempo para ofrecer el mismo servicio, quizás a un precio más elevado, ya que se benefician de espacios nacionales «reservados» bajo la presión de los USA. Los segundos cuchillos del imperialismo usamericano, Australia y Nueva Zelanda, ya se han adherido a esta prohibición. En mayo de 2018, en un acto de piratería pura, Canadá arrestó a Wanzhou Meng, hija del fundador y directora financiera de la empresa, acusada de violar las sanciones usamericanas contra Irán, lo que constituye una afrenta directa contra los dirigentes chinos. También se adoptaron medidas coercitivas contra la ZTE y Fujian Jinhuaas empresas chinas de medios de comunicación. El pasado mes de mayo, un editorial del Diario del Pueblo, órgano del PCC, afirmaba que la ofensiva usamericana amenazaba «a toda China y a su pueblo».

Los USA han dado nuevos pasos hacia una confrontación directa. Están tratando de crear las condiciones para obstaculizar o bloquear los suministros chinos de materias primas. Organizan alianzas nacionales agresivas en las fronteras chinas. Y lo que es más importante, exacerban la disputa sobre el mar de la China Meridional, reclamado por Brunei, Malasia, Filipinas, Vietnam y China. Un tercio del comercio mundial pasa por estas aguas y disponen de ricos recursos pesqueros y probables reservas de petróleo. China ocupa una gran parte del mar de China Meridional, que controla completamente las Islas Paracelso, cercanas a la China continental, y ocho islas del archipiélago Spratly, más alejadas, donde ha construido aeropuertos, puertos e instalaciones militares en islas artificiales desde 2012. Los USA hacen cruzar buques militares en las cercanías de las Islas Paracelso, en lo que China considera sus aguas territoriales. Prometieron vender armas de última generación a Taiwán y reforzar sus vínculos con este país.

4. ¡Moscú debe ser destruido! iii La ofensiva general de los USA contra Rusia

Con la victoria de la contrarrevolución en 1990, Rusia y las antiguas naciones de la URSS se convirtieron en el basurero del imperialismo usamericano y europeo. Durante la era de Yeltsin [de diciembre de 1991 a diciembre de 1999], cuando el mundo estaba bajo el dominio exclusivo de los USA, el imperialismo impuso su hegemonía a los antiguos aliados de la URSS en Europa del Este y en los Balcanes, a menudo integrándolos en la OTAN, acercando sus fuerzas armadas a las fronteras rusas y rompiendo acuerdos precedentes. Desde el comienzo de la era Putin [2000], el país ha acelerado su reorganización económica basada principalmente en conglomerados estatales y núcleos capitalistas autóctonos, mientras que la dominación usamericana sobre el país ha disminuido. Hemos visto la reconstrucción de las fuerzas armadas, -financiadas en parte por la venta de armas en el extranjero – que siguen siendo modestas en comparación con las de los USA y la de la ex URSS, pero cuyo nivel tecnológico es muy elevado. El presupuesto militar ruso representa una décima parte del gasto militar usamericano. Basándose en esta nueva realidad, el gobierno ruso se ha opuesto con éxito a la ofensiva imperialista en sus fronteras y en las de sus aliados más cercanos, contraatacando con éxito en Georgia-Osetia del Sur [2008], en Ucrania – Crimea [2014] y en Siria [2015]. Hoy, Rusia ayuda a las dos «repúblicas populares de Donetsk y Lugansk » contra la acción imperialista y apoya, sin intervención directa, la autonomía de Venezuela, de Corea del Norte y de Irán. Lo más importante es que está reforzando su alianza de facto con China y estrechando los vínculos económicos entre los dos países.

La ofensiva del imperialismo usamericano contra Rusia tiene múltiples razones, entre ellas la necesidad de impedir la alianza de este país, particularmente con Alemania, lo que pondría fin a la hegemonía de USA en Europa. Mientras participa en las sanciones usamericanas contra Rusia, Alemania sigue comprando principalmente el gas ruso y participa en el desarrollo del gasoducto ruso-alemán Nord Stream 2 largo de 1.200 km, que no atraviesa Ucrania. En el contexto del enorme aumento de la producción de gas (de esquisto) en los USA, el imperialismo usamericano debe reemplazar a Rusia como proveedor de Alemania en particular, aunque el gas ruso es más fácil de transportar, más barato y sin contrapartida política. Por el contrario, Rusia y China están construyendo un gasoducto entre Siberia y China para reemplazar las importaciones chinas procedentes de USA.

Evolución del precio del barril de Brent 1988-2015

Alemania es un proveedor tradicional de productos manufacturados de Rusia. Las fábricas alemanas fueron transferidas a Rusia para eludir las sanciones usamericanas-europeas. En Alemania, Francia, Portugal, Grecia y sobre todo en Italia, se habla cada vez más de la inutilidad y la perversión  económica de estas sanciones para Europa. La desorganización de Rusia es esencial para controlar los recursos naturales del país (petróleo, gas, trigo, etc.), que se exportan en cantidad creciente hacia China. Rusia es el principal proveedor de petróleo de China y pronto será su principal proveedor de gas natural. Los USA se acercan a la autonomía petrolera y dominan la producción de Arabia Saudita, los Emiratos, Libia, etc. Están atacando con dureza a Irán y Venezuela, otros dos grandes productores de petróleo. Rusia es una barrera fundamental que los USA deben eliminar en su ofensiva contra China para obtener el control deseado sobre el petróleo mundial.

Derrotas severas

Con la ayuda de la Guardia Revolucionaria iraní y del Hezbolá libanés, Rusia ha apoyado a las fuerzas armadas sirias y defendió la independencia de esta nación. Desempeñó un papel decisivo en la toma de distancia de Turquía en relación a la OTAN cuando el imperialismo usamericano no pudo tomar el control del país el 15 de junio de 2016. Estos dos reveses muy graves y la desastrosa intervención en Irak, seguida del fortalecimiento de la influencia iraní en ese país, han debilitado la hegemonía que ejercen los USA en esta región petrolera a través del brazo fuerte de Israel. Los USA vuelve al ataque en la región con la actual ofensiva contra Irán, pero sin el apoyo de Alemania y Francia. Los USA esperaban que la economía rusa se derrumbara cuando el precio del petróleo en el mercado mundial, fundamental para la economía del país, se depreciara. El precio del barril, que había superado los 130 dólares en 2008, cayó a un poco más de 30 dólares en 2009, debido a la crisis mundial. Posteriormente, la recuperación de los precios se resintió, el precio del barril volvió a poco más de 30 dólares, debido a la sobreproducción de Arabia Saudita, que fracasó contra la entrada en el mercado del petróleo de esquisto de los USA. La estabilización de los precios del petróleo, sin volver a los picos anteriores, hizo esta operación imposible.

En 2014, tras la derrota parcial de la ofensiva en Ucrania, los USA lanzaron un bloqueo destinado a sabotear la economía rusa con sanciones económicas draconianas, con el fin de disolver el bloque político en el poder y volver a la situación de la era Yeltsin. Rusia ha resistido a esta ofensiva, ha superado el período de recesión, ha diversificado su economía, ha reanudado su  crecimiento económico, ciertamente a un ritmo moderado, y ha seguido fortaleciendo) sus fuerzas armadas. Los USA combatieron contra las ventas en el mercado mundial de armas rusas, más baratas y de mejor calidad. Amenazan a Turquía con sanciones debido a su compra del poderoso sistema antiaéreo S-400, mejor y más barato, que también protege a ese país de los aviones de la OTAN de la que Turquía hace parte. El fallido golpe de Estado de 2016 contra el gobierno turco se originó desde una importante base de la OTAN en el sur del país. La industria armamentística es otro pilar de la economía rusa. Los USA exigen que los países de la OTAN gasten el 2% de su presupuesto en su armamento; mueven las tropas de la OTAN sobre las fronteras rusas; organizan múltiples provocaciones contra Moscú – un envenenamiento en Inglaterra, las interferencia en las elecciones usamericanas, etc.

Rusia ha aumentado sus reservas de oro y estableció su propia red de Internet nacional, temiendo que los USA bloquearan sus transacciones bancarias internacionales y cortaran su acceso a Internet. La derrota de Rusia y China puede considerarse de manera diferente, dependiendo de si es un demócrata o un republicano quien ocupa la Oficina Oval y tiene las riendas del imperialismo. Sin embargo, esta derrota es esencial para que los USA puedan reconstruir su hegemonía sobre el planeta y reactivar, durante algunas décadas, la expansión del capital usamericano, incluso a costa de aniquilar a millones de seres humanos. Como el tiempo juega en su contra, el imperialismo está extendiendo su ofensiva mortífera en todo el mundo, con el fin de relanzar la acumulación de capital imperialista y someter a las naciones títeres a sus proyectos de destrucción de Rusia y China. Ha logrado éxitos indiscutibles en América del Sur en general y en Brasil en particular, estas nuevas e importantes áreas de la intervención china. Las naciones involucradas en este conflicto debido a la dominación usamericana ya están viendo afectados sus intereses nacionales y pueden posiblemente sufrir consecuencias irreparables en los próximos años, con la inevitable radicalización del choque entre China y los USA. La independencia nacional de estas naciones pasa por el combate y la derrota de la ofensiva yanqui.

Principales referencias bibliográficas

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Periódicos y ediciones electrónicos: Sputnik, El País, Folha de São Paulo, Granma, UOL Economía.

NdT

i Los términos empresa en participación (u «operación conjunta» o «empresa conjunta») se refieren bien sea a la creación en común, por dos socios de nacionalidades diferentes, de una empresa industrial o comercial; bien sea a la adquisición de una participación significativa en el capital de una empresa extranjera establecida en el mercado de exportación indicado por una empresa exportadora nacional.

ii Renmibi: nombre del yuan chino en las transacciones internacionales.

iii Alusión a la locución latina tradicionalmente atribuida a Catón el Viejo, que supuestamente pronunció durante la Tercera Guerra Púnica: « Delenda [est] Cartago», que significa «Cartago debe ser destruida».

Mário Maestri

Original: USA -China: a guerra está próxima?

Traducido por María Piedad Ossaba para La Pluma y Tlaxcala, 27 de junio de 2019

Editado por Fausto Giudice Фаусто Джудиче فاوستو جيوديشي

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