La Pandemia de CoV-19 Vs Movilizaciones mundiales para transformar

El coronavirus seguirá circulando en el ambiente, será endémico. Y Colombia inaugurará un nuevo y mejor país.

Esta tercera década del siglo 21 tiene que ser de mayor concientización no solo política sino humanística para lograr que el planeta Tierra sobreviva ante los diferentes gobiernos de países agresores, opresores, depredadores y extractivistas que utilizando las guerras, las mentiras y los gobiernos de naciones genuflexos a sus “dádivas y ayudas democráticas”, que se apropian de los maravillosos pero finitos bienes comunes (agua, aire, tierra, biodiversidad en flora  fauna). Veamos cómo han sido los cambios y las respuestas a tales prácticas.

Hace casi dos años, la Organización Mundial de la salud, OMS (WHO: World Health Organization) decretó la pandemia del COVID-19 que transformó las relaciones sociales y políticas del mundo, aprovechando el desconocimiento en salud de los dirigentes políticos para así imponer de una manera gradual y dosificada el miedo ante un virus que si bien causa morbilidad y mortalidad como otros virus respiratorios (influenza, adenovirus, rinovirus, sincitio respiratorio) a diferentes grupos etarios de la población, ha conducido hábilmente a que la salud pública hable principal y exclusivamente de esta enfermedad y “olvidando” otras enfermedades que también matan (tuberculosis, malaria, dengue, hepatitis)  que son reemergentes, y bajando la guardia ante otras muy prevalentes (desnutrición).

En octubre 14 de 2021,  la OMS en su informe dice lo siguiente:“En 2020, murieron por tuberculosis (TB) 1.5 millones de personas en el mundo y enfermaron cerca de 10 millones, de éstos, 1.1 millones fueron niños La tuberculosis es una enfermedad curable y prevenible. Se calcula que una cuarta parte de la población mundial está infectada por el bacilo de la tuberculosis (unos 1750 millones)”. En: https://www.who.int/es/news/item/14-10-2020-who-global-tb-progress-at-risk, http://www.who.int

¿No te llama la atención este tenebroso dato?

¿Por qué no existe una vacuna para esta enfermedad  prevenible y curable que mata a la población más pobre?

¿Por qué no se realiza un programa en salud pública para erradicarla, sabiendo que la COVID-19 continuará siendo una enfermedad endémica como  la gripa estacional  causada por el virus de influenza?

La meta 3.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) incluye poner fin a la epidemia de la tuberculosis para 2030. La Estrategia Fin a la tuberculosis establece objetivos intermedios (en 2020 y 2025) y metas (2030 y 2035). Son 17 objetivos, y el tercero se denomina Salud y bienestar, y el objetivo 3.3 dice:

“Para 2030, poner fin a las epidemias de SIDA, tuberculosis, la malaria y las enfermedades tropicales desatendidas y combatir las enfermedades transmitidas por el agua y otras enfermedades transmisibles”. En: https://onu.org.gt/objetivos de desarrollo. 

Ya sabemos que todas las acciones políticas y financieras están incesantemente dirigidas a la COVID-19. Ejemplo claro, la competencia de múltiples transnacionales farmacéuticas en producir vacunas contra esta enfermedad, a pesar de la resistencia de la población como de organizaciones científicas que son censuradas y vetadas.

La pandemia evidenció como nunca antes, las indignantes desigualdades sociales, principalmente en los mal llamados “países subdesarrollados” que han visto restringidos los derechos a la movilización, la libertad y el trabajo, para que los centros de Poder puedan ejercer un estricto control social y así configurar un nuevo mapa geopolítico.

La pandemia ha movilizado durante estos casi dos años a extraordinarias y multitudinarias protestas y movilizaciones en todo el planeta (muchas no visibilizadas por los “medios de comunicación”). Paralelamente, muchos gobiernos se han reafirmado en sus políticas fascistas (Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Francia, Austria) ante la resistencia de sus Pueblos. Y para continuar con el férreo control social, van apareciendo las múltiples variantes del COVID-19, la última de las cuales se llama ómicron. Y con seguridad vendrán otras, pues el virus muta constantemente y las vacunas ya utilizadas no son tan efectivas. Y ya están diseñadas vacunas contra esta nueva variante por las mismas empresas farmacéuticas. ‘¿No parece bastante sospechoso?

Los manifestantes sostienen pancartas durante una manifestación contra el pase de salud obligatorio Covid-19 para acceder a la mayor parte del espacio público, en Nantes, en el oeste de Francia, el 4 de septiembre de 2021. AFP – SEBASTIEN SALOM-GOMIS

América Latina se está reconfigurando con nuevos gobiernos progresistas como Perú, Bolivia, Honduras y recientemente Chile.

Y el “gobierno” de Colombia manejado pero no dirigido por Iván Duque Márquez, obedeciendo mansamente los designios del gobierno gringo, ha sobresalido en el mundo como el campeón en violación de derechos humanos, desplazamientos forzados, asesinatos de defensores de derechos humanos, líderes sociales e indígenas, genocidios de negros e indígenas, despojo de tierras (más de 7 millones de hectáreas) en complicidad con los grupos paramilitares, e incumplimiento de los Acuerdos de La Habana, firmados por el gobierno colombiano y las FARC-EP en el año 2016 para poner fin al conflicto armado interno.

Y para la elección presidencial en el 2022 existen decenas de candidatos: de los desprestigiados partidos liberal y conservador; ”nuevos” partidos que supuestamente no recuerdan a los caducos partidos históricos pero su accionar es semejante.

Y se presentan movimientos y grupos llamados alternativos. Existe para Colombia una opción muy real de ser gobierno y así realizar un cambio político y social: que se llama el PACTO HISTÓRICO. Pero para que el gobierno que se pueda inaugurar en 2022 se requiere tener un congreso con mayoría de este Pacto Histórico y así realizar las transformaciones sociales, políticas, educativas y ser un país educado y equitativo como lo desearon nuestros hombres y mujeres que han luchado desde siempre.

Colombia no puede seguir por el camino de la barbarie impuesta por los partidos políticos de la gran burguesía antipatriótica, que ha permitido la expoliación de nuestras fabulosas riquezas y los vitales bienes comunes, feriándolos a los grupos financieros y a las poderosas transnacionales. Y la juventud, con su alegría y fuerza comunicativa pero organizada y con objetivos y ambición de Poder,  será protagonista en las próximas elecciones para nuevo y distinto congreso, que será el apoyo para que el nuevo presidente alternativo  como cabeza del gobierno, ejerza con dignidad lo que la población le deposita en confianza y credibilidad y ser una sociedad,  la síntesis de una Colombia que cree en sus capacidades políticas y humanas.

El coronavirus seguirá circulando en el ambiente, será endémico. Y Colombia inaugurará un nuevo y mejor país.

Félix Orlando Giraldo Giraldo especial para La Pluma, 31 de diciembre de 2021

Editado por María Piedad Ossaba