Pobres expectativas

Y no solo vuelven a hacer lo mismo sino que, también, dejan de hacer lo mismo como, por ejemplo, aprovechar lo que puede ser una tregua para fortalecer la sanidad, la educación, la investigación…

Tengo la impresión de que mis expectativas al respecto de un cambio de rumbo en el timón del mundo han sido demasiadas. Debí haberlas limitado al Estado español y, de hecho, creo que una expectativaya habría sido excesiva. Y es que, aunque los medios insistan en repetirte que ya nada va a ser igual, lo cierto es que todos están volviendo a hacer lo mismo: declarar inviolable la corrupción, dar por sabido el crimen, aquí no ha pasado nada. Seguimos siendo súbditos de una corrupta monarquía y ciudadanos de una cloaca con rango de Estado que dice que matar estuvo bien mientras sigue honrando a sus sicarios. Seguimos recalificando pelotazos y urdiendo vertederos. Seguimos renovando dióxidos y gases en aras del negocio sobre ruedas, empeñados en volver a congestionar mares y cielos de pasajeros y basura, a la vez que solemnes declaramos la “emergencia climática” y brindamos por la apertura de una nueva ruta comercial en el Ártico gracias al deshielo glaciar.

Y no solo vuelven a hacer lo mismo sino que, también, dejan de hacer lo mismo como, por ejemplo, aprovechar lo que puede ser una tregua para fortalecer la sanidad, la educación, la investigación… todas esas tareas pendientes e imprescindibles que siguen sin respuesta.

Volvemos a la normalidad. La liga ya va por la fase 5 y el Real Madrid por la 6.

(Preso politikoak aske)

Koldo Campos Sagaseta, Columna Cronopiando para La Pluma, 23 de junio de 2020

Editado por María Piedad Ossaba