Vivimos un interregno extremadamente peligroso
El fin del capitalismo según el sociólogo alemán Wolfgang Streeck

Los teóricos y políticos partidarios del neoliberalismo nos dicen que el Estado debe dejar que los mercados competitivos sigan su curso.

El sociólogo y economista alemán Wolfgang Streeck, que durante mucho tiempo creyó en políticas socialdemócratas, hoy habla  del «fin del capitalismo». Entrevista.

En su artículo «¿Cómo terminará el capitalismo?», publicado en 2014 en la New Left Review y en 2016 en forma de libro, usted se despidió teóricamente del capitalismo. Identificó cinco incoherencias del sistema que provocarían el fin del capitalismo, a saber; la disminución del crecimiento, la oligarquía,  la erosión de la esfera pública, la corrupción y la anarquía internacional.  ¿Está diciendo que tal fin es inminente?

https://frontline.thehindu.com/economy/article25298068.ece/alternates/FREE_810/FL09-wolfgang

Wolfgang Streeck. Foto Thekla Ehling

No estoy diciendo que el fin esté a la vuelta de la esquina. Estoy diciendo que las cinco tendencias de su declive continuarán, ya que nada puede detenerlas. También estoy diciendo que no hay una nueva sociedad esperando para cair desde el cielo, que sólo tendrá que ser construida por las fuerzas que se oponen al capitalismo. Creo que viviremos un largo período de incertidumbre y desorden, un interregno en el que el antiguo orden ha muerto, mientras que un nuevo orden aún no puede nacer. Situaciones aterradores pueden suceder en este periodo, como lo escribió Antonio Gramsci  en un famoso pasaje de los Cuadernos de la cárcel .

Usted sostiene que el capitalismo continuará retrocediendo y degenerando hasta que, en algún momento, terminará definitivamente. También agrega que el capitalismo tendrá un fin «natural». Sin embargo intelectuales como John Bellamy Foster sostienen que la humanidad deberá elegir entre socialismo y el exterminio del planeta ¿Terminará el capitalismo de una manera tan pacífica o pondrá en peligro a la humanidad? 

El interregno será un período extremadamente peligroso. No es que no tengamos que enfrentar al capitalismo. Lo que sostengo es que hoy no tenemos la capacidad colectiva para eliminarlo. Ojalá lo hiciéramos. Pero el capitalismo es ahora un régimen global, mientras que la política anticapitalista es inevitablemente local. Esto nos permite echar arena en las ruedas del desarrollo capitalista pero, me temo, no logrará acabar con el sistema.

Usted ha escrito que todos los esfuerzos para combatir el capitalismo han fortalecido el capitalismo de una manera u otra. ¿Qué opina de la creciente resistencia en diferentes partes del mundo contra las políticas económicas capitalistas?

Es cierto que la oposición al capitalismo le ha permitido sobrevivir, al menos en los países centrales donde los movimientos contrarios al sistema terminaron reconciliando a la clase trabajadora – temporalmente -con el capital, lo que permitió que el capitalismo creciera y siguiera siendo rentable.

Tenemos que construir una fuerte oposición al sistema capitalista, pero por el momento, sólo lo veo posible a nivel nacional. Debemos alentar cada tipo de experimentaciones locales de formas no capitalistas de vida y de economía.

Usted antes creía que las posiciones socialdemócratas eran una solución al antagonismo capital- trabajo. En cierto sentido, creía en una “solución” dentro del propio sistema. Pero el capitalismo neoliberal ha traído de nuevo el antagonismo básico entre capital y trabajo. Ahora usted se ha perfilado como una importante voz critica contra al sistema. ¿Qué tiene de malo la posición política liberal o socialdemócrata?

La socialdemocracia era una respuesta a la dinámica del capitalismo siempre y cuando el capitalismo estuviera contenido en las economías políticas nacionales, o pudiera ser combatido como si lo estuviera. Esta etapa está terminada. Las últimas tres o cuatro décadas han demostrado que el libre comercio y la desregulación de los mercados, tal como lo aceptaron los partidos de centroizquierda de Occidente, destruyen nuestras sociedades e inmovilizan al gobierno como agente de la redistribución económica. Hoy en día, la clase obrera es efectivamente internacional pero no ha podido organizarse a ese nivel, y el capital está tan internacionalizado que ya no puede ser obligado a aceptar compromisos de clase nacionales.

La relevancia del marxismo

Su tesis que predice el fin del capitalismo está en conformidad con los análisis de Karl Marx. ¿Los desarrollos contemporáneos demuestran que Marx tenía razón? ¿Qué tan relevante es Marx hoy en día?

Diego Rivera, “l’esprit de Detoit” , début des années 1930, Detroit Institue of Art (DIA).
Cette panneaux fait partie de une fresque mural– quatre murs imposants couverts de 27 panneaux, dont les deux plus grands font près de 14 mètres de long, sur 5 de haut.

Los escritos de Marx son hoy más relevantes que nunca. Sin embargo, hay que leerlo bien. Marx esperaba ver el fin del capitalismo durante su vida. Por esta razón, no dedicó mucho tiempo a estudiar qué fenómenos podrían retrasar su fin y cómo podría ser el mundo durante el periodo antes del término del sistema. Debemos leerlo poniéndonos en su lugar, debemos utilizar las herramientas que proporcionó y, si es necesario, actualizarlas.

Marx explicó que el capitalismo es un fenómeno histórico, es decir, que tiene un comienzo y un fin. Esperaba que ese fin se produjera como resultado de lo que él llamó la tendencia decreciente de la tasa de ganancia. Pero, estamos a 150 años después de la publicación del primer volumen de “El Capital” y esa tendencia aún no ha terminado de hacer su trabajo.

La Unión Europea ha sido promovida como una zona de democracia, integración, cooperación y de transnacionalismo. Sin embargo, el Brexit ha dado un golpe formidable a esos reclamos . ¿Hay posibilidades de otras salidas de la UE? ¿Qué simboliza la salida del Reino Unido? ¿Cuál es la imagen de la UE en la era post-Brexit ?

Para comenzar con su última pregunta, en este momento nadie sabe qué pasará en el futuro. La crisis de la integración europea tiene las mismas razones que el autoritarismo en grandes unidades políticas como los USA, China, India y Rusia: las grandes entidades políticas son difíciles de mantenerse juntas debido a la creciente desigualdad entre las clases y las regiones. Estas diferencias son producidas por los mercados globales que penetran en las economías nacionales y las hacen ingobernables. Las tendencias segregacionistas o secesionistas en países como Gran Bretaña y España también tienen la misma causa. Las personas pierden la confianza en los grandes superestados y exigen más autodeterminación local, ya sea a través de la descentralización dentro de los estados grandes o rompiendo con ellos. La fusión de los Estados existentes en superestados de nueva creación, que es el objetivo de la integración europea, va en contra de lo que la gente quiere hoy en día.

Un estudio de Bloomberg revela que el apoyo a los partidos populistas de derecha radical es mayor que nunca en los últimos 30 años, en 22 países europeos. ¿Qué tipo de dinámica social ha provocado la reaparición de fuerzas neofascistas? ¿Cuál sería el efecto para Europa que experimentó los horrores de “la noche de los cuchillos largos”?

No todos los movimientos «populistas» son de derecha; algunos también hay que son de izquierda.  Pero, en los márgenes de la política europea, han aparecido movimientos verdaderamente fascistas, con esto me refiero a partidos dirigidos por un líder carismático aspirante a dictador comandando una fuerza paramilitar-policial privada.

Hasta la fecha, no hemos visto el regreso de las pesadillas de los años de entreguerras. Lo que estamos viendo es una profunda pérdida de legitimidad del sistema de partidos políticos establecidos. Hay fuerzas sociales muy diversas que aspiran a ocupar el espacio de los partidos del sistema, estas fuerzas están intentando conseguir apoyo a alternativas tanto de derecha como de izquierda.

Junto con la derecha, hay una izquierda populista ha ganado influencia en varios países europeos. En el Reino Unido, Jeremy Corbyn atrajo importantes apoyos por su firme posición contra el neoliberalismo y las medidas de asuteridad. Algo parecido ocurrió en Grecia. ¿Qué significa esto? ¿Es el resurgimiento de la izquierda? ¿Cuáles son las perspectivas de la izquierda europea?

Hay que analizar el tema con cuidado. La izquierda griega fue completamente sometida por los gobiernos europeos. En el sometimiento se incluyeron el gobierno «socialista» de Francia y el gobierno «socialdemócrata» de Italia, para no mencionar a Alemania. Ahora el partido gobernante griego, Syriza, está jugando el juego neoliberal de Bruselas y Berlín.

Aún queda por ver si Jeremy Corbyn puede llegar a Downing Street, espero que sí. Y espero que pueda lograr algo más que François Hollande, quien fue una esperanza fallida para cierta izquierda cuando fue elegido.

En cualquier caso, construir una nueva izquierda europea requerirá que los nuevos partidos, o de partidos antiguos, completamente revolucionados desde abajo, de manera que funcionen muy diferente al pasado.

Sobre todo, estos partidos deben reconstruir sus conexiones con sus clases trabajadoras nacionales; escuchar mejor sus problemas en lugar sumarse a los reclamos de una nueva clase media. Esto incluye un estado de bienestar integral, una mejor gestión de la economía y una regulación de la inmigración que sea compatible con los intereses de los trabajadores, en particular con aquellos que tienen bajos salarios.

La «crisis de los refugiados» en Europa

La migración ha ganado una gran atención en los medios de comunicación a nivel mundial. Según informes, un millón de personas han emigrado a diferentes países de Europa. ¿Cómo afecta esto al panorama político europeo? ¿Qué piensa sobre el regreso de la islamofobia, el neofascismo, el racismo?

Con los años, la emigración ha crecido en más de 1 millón (Solo Alemania recibió un millón de refugiados en 2015). De lo que estamos hablando aquí es de la inmigración no regulada. De cada manera, este hecho crea una enorme oferta laboral de bajos salarios en los países ricos, con muy poca protección social y legal en la industria turística y en los restaurantes, en los centros de distribución de Amazon, etc. También da lugar a conflictos sobre vivienda, escuelas y educación, y también sobre días festivos religiosos. El panorama es mezclado.

En ocasiones, matones fascistas alemanes atacan centros de refugiados, pero al mismo tiempo, hay un amplio movimiento entre los alemanes que ayudan a los inmigrantes en materia de enseñanza del idioma, escolarización y adquisición de los beneficios sociales.

En Alemania , entre los inmigrados turcos, por ejemplo, aproximadamente la mitad tiene una vida tranquila y productiva, mientras otros todavía están fuera de la sociedad alemana y algunos de estos inmigrantes apoyan con entusiasmo al dictador turco Erdogan y exigen celebrar mítines electorales en Alemania para turcos alemanes o alemanes turcos.

El clima político se está calentando mientras que la UE y sus Estados miembros están trabajando para controlar la inmigración. Los países europeos necesitan la inmigración por razones demográficas, pero las fronteras abiertas son política y económicamente insostenibles y son especialmente problemáticas para las personas de bajos ingresos.

Usted ha analizado y explicado cómo el capitalismo neoliberal lleva la miseria a la mayoría de la población. Pensadores marxistas como Samir Amin y Prabhat Patnaik sugieren una desvinculación de la globalización de los países, especialmente en el sur. ¿Qué piensa Ud. de eso?

Para mí es esencial que el control se devuelva a las comunidades políticas locales tanto como sea posible. Eso significa poner fin a la dictadura de organizaciones internacionales como el Banco Mundial o de las empresas multinacionales sobre el desarrollo económico local. Sólo así puede haber democracia, es decir, participación colectiva en la toma de decisiones por parte de la mayoría de los trabajadores y, sólo así podremos desarrollar experiencias sociales y económicas, que pueden convertirse en una alternativa al capitalismo.

Construir cooperativas de productores y consumidores financiadas por bancos de desarrollo local es una forma; otra sería invertir en educación básica y servicios de atención médica independientemente de las grandes empresas multinacionales, otra forma sería proteger la agricultura local de las imposiciones de la UE y la agroindustria. La gente primero debe valerse por sí misma para poder marchar hacia un futuro mejor.

En los debates contemporáneos, existe el argumento de que, en el período de la globalización neoliberal, el Estado “se retira” de las medidas de bienestar. Usted ha acuñado el término “Estado de deuda” para describir el carácter económico del Estado en la era neoliberal. ¿Podría explicarlo? ¿Cómo funciona el Estado bajo el neoliberalismo en términos de actividades económicas?

Los teóricos y políticos partidarios del neoliberalismo nos dicen que el Estado debe dejar que los mercados competitivos sigan su curso. Para ello, debe abrir las economías nacionales al mercado mundial y terminar con la intervención del Estado en la economía. También nos dicen que el Estado debe abrir la economía a las privatizaciones facilitando las «iniciativa privada». Sin embargo esto no significa que el Estado deba ser débil. Por el contrario, los partidarios del Estado neoliberal sostienen que el sistema debe proteger el «libre mercado» incluso con el uso de la fuerza, ante la resistencia popular.  Por lo tanto, una «economía libre» necesita un Estado fuerte que mantenga al mercado inmune a las presiones democráticas y electorales desde abajo.

Thomas Piketty, en su libro «El capital en el siglo XXI», ha demostrado cómo la desigualdad crece sustancialmente en diferentes países del mundo. También propone medidas  para frenar esta creciente desigualdad. Su principal sugerencia es un impuesto universal a la riqueza. ¿Cuál es el significado de los hallazgos de Piketty? ¿Cree que la propuesta del impuesto universal a la riqueza podría aplicarse bajo el capitalismo neoliberal?

El gran mérito de Piketty es que ha demostrado empíricamente la tendencia del capitalismo hacia una creciente y profunda desigualdad. Él ha recopilado una increíble cantidad de datos que apuntan en la misma dirección. A las siguientes propuestas de Piketty no le veo ninguna posibilidad. En la era neoliberal el impuesto universal a la riqueza no se podrá aplicar, tanto por razones técnicas como políticas.

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Jipson John & Jitheesh P.M.

Original: ‘Marx’s writing more relevant today than ever’
Interview with Wolfgang Streeck, German political economist

Source: Tlaxcala, le 14 mai 2019

Publié par Krítica/Tlaxcala