Pueblos antiimperialistas del mundo, a defender la soberanía de Venezuela
Comunicado de la Red en Defensa de la Humanidad

La Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad, llamamos a los pueblos y países antiimperialistas del mundo a defender la soberanía de Venezuela y a detener las arremetidas imperiales a nuestro territorio.

Una vez más Venezuela se encuentra frente a un intento imperial por socavar su soberanía, mediante la estrategia de un golpe de Estado, financiado, planificado y dirigido por la Casa blanca de los Estados Unidos de Norte América. Sólo que, en esta ocasión, lo han hecho sin intención de ocultarse tras semblantes de personajes políticos venezolanos, negando así ante el mundo su participación en los intentos de violación de la soberanía venezolana, como lo hicieron en el golpe de Estado de abril de 2002 al líder de la revolución Bolivariana Hugo Chávez Frías.

Esta nueva estrategia golpista de los EEUU a la democracia venezolana, pasa por reconocer el acto ilegal e ilegítimo de la autojuramentación de Juan Guaidó como Presidente encargado de la República, acto que además de ser anticonstitucional, queda completamente nulo, pues dicha asamblea se ha mantenido en desacato desde el 2015, por haber juramentado arbitrariamente a dos diputados imputados por el TSJ tras habérseles comprobado un triunfo fraudulento en las elecciones parlamentarias de ese año. Por tanto, este sujeto que se autoproclama presidente interino de Venezuela, en definitiva, no llega, en términos legales, ni a presidente oficial de la Asamblea Nacional.
Desde la Red de Intelectuales, Artistas y movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad (REDH), reconocemos que sería ingenuo creer que el gobierno de los Estados Unidos sólo está apoyando la jugada política de la oposición venezolana. Es justamente todo lo contrario, la oposición venezolana está jugando a la aplicación de lo delineado por el gobierno de los Estados Unidos. Por eso se torna tan delicada la situación, porque cada táctica efectuada por la derecha venezolana, contribuye a la estrategia imperialista trazada desde la Casa Blanca.

En definitiva, esta estrategia es la de siempre: penetrar la soberanía nacional, el Estado de derecho y su autonomía, para apropiarse libremente de los recursos naturales de nuestro país, y fundamentalmente del petróleo y sus 296 mil millones de barriles de reserva. Por eso, como nunca antes lo habían hecho, en busca de este objetivo estratégico, han expresado frontalmente, tanto el propio presidente Donald Trump, como diferentes personeros importantes de la política exterior y diplomática de EEUU, sus intenciones de acabar con el gobierno que preside constitucionalmente el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro Moros. Revisemos los hechos:

Mike Pence, Vicepresidente de EEUU, Abrió la hazaña el 22 de enero al dar un mensaje exclusivo y público para Venezuela en donde reconoce a la Asamblea Nacional (en desacato desde el 2015) y apoya la decisión de la conformación de un gobierno de transición. Desconociendo a Nicolás Maduro como Presidente de Venezuela. Posteriormente, el 23 de enero, Donald Trump, mediante un comunicado oficial desde la Casa Blanca, dice “hoy oficialmente reconozco al Presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, como presidente interino de Venezuela”. Una Vez efectuado oficialmente este reconocimiento, el jefe diplomático de los EEUU Mike Pompeo, pide al Presidente Nicolás Maduro, mediante un comunicado, dejar el poder para que el nuevo líder convoque a elecciones “libres y justas”. En consonancia con todo lo anterior, el cenador de EEUU Marco Rubio, advierte al presidente Nicolás Maduro dejar el poder pacíficamente, y da un mensaje de sublevación a la FANB. En la misma línea guerrerista y amenazante, Jhon Bolton asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, advierte al gobierno legítimo de Venezuela que responderán con la fuerza ante cualquier acción en contra de la Asamblea Nacional. Por si todo esto fuera poco, Donald Trump ha nombrado recientemente como enviado especial para Venezuela a Elliot Abrams, arquitecto intelectual de la invasión a Irak; del golpe de Estado en el Salvador y la contra paramilitar en Nicaragua. Además, fue condenado judicialmente por venta de armas ilegales a Irán para financiar a la guerrilla nicaragüense, indultado luego por el entonces presidente Bush.

Que el mayor imperio guerrerista de nuestro mundo contemporáneo se haya pronunciado de esta manera hacia Venezuela y designe encargados con semejantes perfiles, debe generar una gran alarma tanto a los venezolanos, como al mundo entero, al menos a los países que creen en la paz y en la no injerencia imperialista en asuntos internos de otras naciones.

Al mismo tiempo, desde la REDH, rechazamos la orden de Donald Trump de mandar supuesta ayuda humanitaria a Venezuela, cotizada por unos 20 millones de dólares. Esta acción no tiene otro objetivo que ser una casus Belli (motivo de guerra) pues es de esperarse que La FANB, comprometida y a las órdenes del gobierno legítimo del presidente Nicolás Maduro, impida el paso de semejante embarcación. Por tanto, una vez ocurrida esta acción, la agresión estaría justificada. Pero incluso, sin oponerse a la entrada de este barco, como es sabido, toda ayuda humanitaria de los EEUU, lo es en su concepto sólo para los EEUU, pues todos los pueblos del mundo que han recibido esta ayuda, han terminado siendo víctimas de guerra, bombardeos y muerte. Los ejemplos más cercanos de esto lo tenemos en el bombardeo a Serbia en el año 1999 y la invasión a Libia en el 2011, que terminó con el asesinato del Presidente Gaddafi. Ambas intervenciones con el concepto de ayuda humanitaria. Por tanto, la ayuda humanitaria, se puede decir sin ningún equívoco, es un concepto de guerra.

Rechazamos con toda la fuerza antiimperialista posible, la pretendida llegada del Alto mando militar de EEUU y del comandante del Ejército Sur, el general Mark Stammer, a Bogotá, con la excusa absurda de revisar temas fronterizos. Acción que a todas luces representa una amenaza para la seguridad y la paz del pueblo venezolano, pero también del pueblo colombiano.

Todo lo anterior demuestra que la derecha venezolana pretende ser el canal de apertura de los EEUU a nuestro territorio, para consumar su objetivo estratégico de apoderarse de nuestros recursos naturales, con el fin de apropiárselos y llenar de miseria al suelo que Bolívar liberó de la colonia española, y que Chávez lo hizo de los usurpadores yanquis.

Por tal motivo, desde la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad, llamamos a los pueblos y países antiimperialistas del mundo a defender la soberanía de Venezuela y a detener las arremetidas imperiales a nuestro territorio.

Los pueblos de todas las naciones unidos por un mundo pluripolar, multicéntrico y antiimperialista.

Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad

Fuente: RDEH, 29 de enero de 2019