Colombia: ¿Existe la posibilidad de impulsar una nueva visión de desarrollo para el departamento de Córdoba?

¿Es posible una nueva visión de desarrollo para el departamento de Córdoba? que nos ofrezca información rigurosa, experiencias esperanzadoras, propuestas viables y decisión y compromisos responsables.

Por lo general la mayoría de los Planes de desarrollo del departamento y los municipios no han logrado reducir de manera significativa y sostenida las graves y viejas deficiencias y carencias  que padece gran parte de la población urbana y rural de Córdoba. Esta preocupante verdad exige explicaciones de los involucrados e interesados en estos temas.  En cumplimiento de mi deber  como nativo de estas tierras y ciudadano  les presento la primera parte de un  trabajo que intenta interpretar lo sucedido en el área rural y proponer algunas posibles salidas.

Unas aclaraciones iniciales

El concepto de cultura

Buscamos y encontramos numerosas definiciones de cultura. Pienso que hay para todos los gustos. Sin embargo el trabajo que llevamos a cabo a través de la investigación acción participativa nos demanda buscar explicaciones del sentir, pensar y actuar de la gente; las condiciones, generalmente desfavorables, en que se encuentran y cómo analizan y adelantan los cambios que requieren. Después de estudiar distintas experiencias, nuestras y ajenas, y sistematizar resultados, llegamos al convencimiento que Cultura es el conjunto de conocimientos, experiencias, valores, principios, capacidades, creencias y costumbres, propias y asimiladas, que las comunidades o grupos han forjado a través del tiempo con un propósito específico: satisfacer adecuadamente sus necesidades fundamentales y prever su sostenimiento futuro.

Por comunidad entendemos a los grupos de familias que comparten criterios y manifestaciones culturales comunes, sin excluir diferencias y contradicciones. Las encontramos en áreas urbanas (asentamientos marginales, populares, medios y altos), suburbanas y rurales (veredas, caseríos, corregimientos, parcelaciones y reubicaciones).

Cuando una comunidad avanza, estanca o retrocede en la búsqueda de satisfacer sus necesidades vitales, debemos buscar las causas de por qué sucede. Hay causas internas y externas. Las internas nos indican que los conocimientos, experiencias, valores, principios, capacidades, creencias y costumbres de la comunidad pueden ser o no las apropiadas para el momento que viven, de acuerdo con la concepción que tengan de vivir mejor y el porvenir que aspiran. Las externas son todas aquellas que dependen más de factores y hechos originados por fuera que modifican en mayor o menor grado, para bien o para mal, el propósito de vivir mejor. Dentro de estas podemos mencionar la violencia, obras, calamidades naturales, cultivos de uso ilegal y pérdida de recursos naturales, entre otras.

Las culturas de muchas comunidades han sido sometidas a prueba, confrontadas por actores armados, mafiosos, corruptos e incompetentes; grandes obras oficiales y particulares para beneficio privado, muchas veces sin consultarle a las comunidades afectadas;  inversiones nacionales e internacionales para incrementar ganancias en el menor tiempo posible sin importar las repercusiones negativas que causen. Las comunidades, forzadas por su presencia y acción, las han enfrentado con resultados diversos: a) ocurrencia de homicidios, éxodos y  doblegamiento físico, sicológico y espiritual; b) las que permanecen en los territorios lo hacen subordinadas o adaptadas con severas limitaciones de su capacidad cultural que implica libertad, dignidad y convivencia; c) las que logran mantener  la cohesión y fuerza de sus grupos, gracias a la existencia y disposición de sus organizaciones y líderes, con metas y convicciones firmes pero viviendo siempre con su tranquilidad en vilo, a punto de quebrarse en cualquier momento.

La generación de conocimientos y la adquisición de valores, principios y capacidades

En los sectores populares del campo y la ciudad por lo regular el proceso de generación de conocimientos en las labores productivas y la adquisición de valores, principios y capacidades empieza por la inspección o reconocimiento del sitio de vida-trabajo y su entorno en general; sigue el de la comparación o complementación con los conocimientos y experiencias que ya tiene cada persona y grupo en particular; continúa con las observaciones parciales bajo diferentes condiciones: estaciones, insumos, agentes y factores externos; prosigue en algunos casos con el ensayo en mínima escala o la aplicación formal; después el análisis de los resultados obtenidos y los ajustes que sean del caso. De aquí para adelante, en las siguientes oportunidades, el proceso parte de la aplicación, el análisis, los ajustes, de nuevo la aplicación y así sucesivamente. Estos pequeños productores, incluso medianos, no pueden darse el lujo de hacer ensayos costosos y demorados por falta de dinero y el tiempo que demandan, además la época de cosecha no da espera y del producto que esperan recoger dependen las condiciones de vida de ellos y sus familias.

La relación comunidad (conocimiento y uso) – naturaleza (territorio y recursos) en un área ecocultural determinada es un hecho vital, la combinación profunda que permite demostrar que su manejo adecuado proporciona bienestar físico, material y una apreciable disposición estética. Pero a medida que se deteriora la relación o rompe la combinación, alterando su manejo, las manifestaciones de estas culturas, como son las condiciones de vida, la identidad, el sentido de pertenencia y la mentalidad, se desmejoran y debilitan, convirtiendo a las comunidades en aglomeración de necesidades y penurias sin posibilidades reales de abandonar esta lamentable  situación.

Lamentable situación que se manifiesta en empobrecimiento sostenido, desplazamiento, emigración permanente, concentración de la tierra, disminución del área de cultivos de producción campesina, deforestación, pérdida o deterioro de recursos naturales en especial bosques, tierra y aguas, violencia por narcotráfico y grupos armados ilegales, corrupción incontrolada, ineficiencia y desinterés, predominio del viejo sistema de ganadería extensiva asociada con monocultivos agroindustriales, forestales y transgénicos. Estas características corresponden al modelo de desarrollo vigente o en proceso de establecerse en muchas comunidades rurales de la Costa Caribe.

El campesino y poblador rural tradicional guían su existencia y trabajo de acuerdo con  principios básicos contenidos en dichos, refranes y proverbios como interpretación filosófica de la vida: por ejemplo, más vale malo conocido que bueno por conocer, la práctica vale más que la teoría, más sabe el diablo por viejo que por diablo, la experiencia no se improvisa, las caídas enseñan al jinete, mientras más se vive más se aprende, espera a ver como terminan las cosas para que empieces otra, el que no oye consejo no llega a viejo, entre otros.

Las dos últimas generaciones de campesinos y pobladores rurales sorprenden a muchos por su capacidad de asimilar tecnologías, manejo de máquinas, participación en proyectos y experimentos de carácter científico, elaboración de herramientas de trabajo, entender mejor las característica del mercado, adaptación y mitigación de cambio climático, apreciación crítica aunque parcializada de  propuestas y acciones de gobiernos, partidos y grupos políticos y crecimiento permanente del número de asistentes a instituciones de estudios técnicos y universitarios. En síntesis: en distintos sectores de la población rural aumenta el interés por mejorar sus condiciones de vida, contar con oportunidades de trabajo, estudio y vida digna, exigir participación en las decisiones que les atañen, proteger el medio y los recursos que poseen, valoren y respeten los conocimientos y prácticas ancestrales y comunitarias que los han mantenido en medio de conflictos, pobrezas, inequidades e injusticias.

Además, los pobladores del campo por lo regular son laboriosos, sencillos, honestos, apegados a viejas y sanas costumbres familiares y pueblerinas, con gran capacidad de observación y aplicación de minuciosidades que existen y ocurren a diario en las casas y fuera de ella, evidente inclinación a la música, danza, relatos, literatura y religiosidad popular, respetan los vínculos de sangre y compadrazgo, cuidan y honran a los parientes ancianos, se hacen cargo de nietos, sobrinos, entenados y huérfanos cuando faltan los padres y la relación física y afectiva con el medio les permite admirar y apreciar el paisaje, poseer sensibilidad estética y satisfacción espiritual.

Posibilidades de un plan de desarrollo integral comunitario rural

Procesos con altibajos

¿Es posible hablar de un plan de desarrollo integral comunitario rural? Antes partamos de las siguientes preguntas

1. Las comunidades rotas o dispersas ¿logran restablecer o reagrupar sus culturas en otro sitio y circunstancias?, ¿es posible empezar a construir una nueva con miembros de otras comunidades?, ¿cómo?

2. Las subordinadas o adaptadas ¿qué elementos conservan, pierden, transforman o reemplazan?, ¿estos últimos cómo los asimilan?

3. Las que manejan en forma adecuada la presión de los violentos, narcos y corruptos y los estilos de vida impuestos ¿bajo qué costo lo consiguen? ¿cómo lo conservan?, ¿cuáles son sus perspectivas para el futuro?

4. En las circunstancias actuales ¿es posible implementar un plan de desarrollo integral comunitario rural que tenga como centro el bienestar general del ser humano?

5. ¿Qué papel cumplirían las tecnologías de la información y la comunicación?

Gran número de comunidades no tienen posibilidad de adelantar procesos de producción comunitaria por varias razones: no cuentan con tierras ni recursos económicos, rodeadas de grandes haciendas de propietarios ausentistas, muchos del interior del país, o mantienen las tierras ociosas; reciben la presión de grupos armados ilegales o de propietarios asociados con ellos; están incomunicados o alejados de centros de consumo o no reciben apoyo oficial para vincularse a la producción y el mercado. Otros, aunque conviven en los mismos escenarios con actores armados y narcos, hacendados expansionistas, empresas y grupos de minería legal e ilegal, compradores de tierra con intenciones desconocidas, políticos inescrupulosos y autoridades ineficientes y corruptas, están tratando de conformar y consolidar procesos productivos interesantes.

Y esto no es nuevo. Años atrás los cabildos mayores  del pueblo Embera Katío del alto Sinú  aprobaron el Plan Integral de vida basado en el fortalecimiento cultural y de capacidades  para constituir un verdadero gobierno; control del territorio, acceso y manejo de la biodiversidad con un plan de ordenamiento; participación y planeación con intervención directa de las comunidades, autoridades tradicionales, mujeres y jóvenes; soberanía y seguridad alimentaria; transparencia en la administración y formación de veedurías; recuperación y fomento de prácticas productivas tradicionales, manejo sostenible del bosque y la ganadería, mejoramiento y comercialización de las artesanías.

Algunas comunidades rurales por su parte construyen represas para cultivo de peces,  siembran verduras, hortalizas, frutas,  plantas medicinales y ornamentales,  productos de pancoger y agroindustriales,  crían especies menores; elaboran  artesanías, quesos, suero, panes, dulces, bebidas, gastronomía, mobiliarios y zapatería, entre muchos más, que intercambian y comercializan en calles, mercados campesinos locales y formales en determinadas poblaciones y ciudades del departamento y la región.. Otras comunidades dedican tiempo y esfuerzos a la defensa y conservación de ciénagas y humedales en general, repoblándolas con especies de hicoteas, bocachicos, tilapias, mojarras y chigüiros, dejando crecer el bosque natural y con recorridos en canoa por los caños fomentan el ecoturismo.

Unos nuevos logros

En la actualidad hay personas, organizaciones, instituciones públicas y privadas, academia y empresas interesadas en promover y fomentar el desarrollo integral comunitario por la importancia que representa para las comunidades y la sociedad en general. A manera de ejemplo cito los siguientes casos:

1. El programa ANDA

Orientado a mejorar la calidad de vida y disminuir la pobreza en 43 comunidades afectadas por el conflicto armado y vulnerables de seis municipios de la zona del río San Jorge en el sur de Córdoba, financiado por BHP-BSC Billiton Sustainable Communities e implementado por Global Communities. Con el fin de lograr estos objetivos fortalecieron las capacidades comunitarias, incrementando el número de proyectos comunitarios priorizados, diseñados e implementados en las comunidades en colaboración con gobiernos locales y otros socios de la zona. Así también fortalecieron las habilidades de los gobiernos locales para acceder de manera directa e indirecta a recursos públicos del nivel nacional o regional en respuesta a las necesidades identificadas por las comunidades.

La comunidad (mujeres, jóvenes, adultos mayores, productores, comerciantes, afrodescendientes, indígenas, entre otros) conformó Comités de gestión comunitarios con grupos de apoyo (acompañantes sicosociales, promotores de género,  colectivo de comunicaciones, equipos de respuesta inmediata, subcomités de resiliencia ambiental, vivienda y entornos saludables). Adelantaron ejercicios de construcción colectiva y autogestión de planes de desarrollo comunitario, ofrecieron capacitación y asistencia técnica a los productores, mejoraron las relaciones comunitarias y fomentaron el trabajo colaborativo entre comunidades y gobiernos locales.  Todas las 43 comunidades cuentan con su plan de desarrollo comunitario. Durante seis años permanecieron en la zona.

2. Programas de desarrollo con enfoque territorial, coordinados por la Agencia de Renovación del Territorio

Producto de los Acuerdos de Paz entre el gobierno nacional y las FARC en el año 2016. El objetivo: elaborar el Plan de acción para la transformación regional del Sur de Córdoba (Montelíbano, Puerto Libertador, San José de Uré, Tierralta y Valencia). Para ello adelantaron tres fases: la veredal donde surgieron los acuerdos o pactos comunitarios, la municipal donde analizaron los pactos veredales y surgieron los municipales y la subregional donde construyeron el Plan de acción para los cinco municipios. En la elaboración participaron 64 núcleos de veredas, compuestos por 549 veredas con la participación de 5.762 personas, hombres y mujeres, todas informadas sobre sus realidades.

En total los representantes de las veredas presentaron 904 iniciativas, agrupadas en los siguientes temas o pilares: 1. Ordenamiento social de la propiedad rural y uso del suelo. 2. Infraestructura y adecuación de tierras. 3. Salud rural. 4. Educación rural y primera infancia rural. 5. Vivienda rural, agua potable y saneamiento básico rural. 6. Reactivación económica y producción agropecuaria. 7. Sistema para la garantía progresiva del derecho a la alimentación. 8. Reconciliación, convivencia y construcción de paz. Estos acuerdos comprometen al gobierno nacional, las autoridades de los municipios, las comunidades y los aliados respectivos. Tienen vigencia por diez años.

3. Equipo Local de Coordinación 

Lo componen siete organizaciones del Sistema de las Naciones Unidas, siete organizaciones internacionales, ocho  organizaciones nacionales, cinco organizaciones internacionales observadoras y dos invitadas permanentes (Cruz Roja y Defensoría del Pueblo). Las labores que cumplen en el territorio tienen que ver con ayuda humanitaria, defensa de derechos humanos, desarrollo y paz.

4. FAO (Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura

Manejan la estrategia Conexión Caribe con los siguientes objetivos: 1. Generar y fortalecer figuras e instrumentos ordenadores para la gestión ambiental territorial. 2. Implementar modelos de producción sostenible y herramientas de manejo del paisaje que aporten a la funcionalidad ecosistémica, la adaptación y resiliencia. 3. Fortalecer grupos por  capacidades de actores institucionales y sociales para la gestión de la Estrategia y la construcción de gobernanza territorial. 4. Estructurar la instrumentación política, técnica, normativa y socioeconómica para la sostenibilidad de la Estrategia.

Adelantan trabajos relacionados con sistemas productivos sostenibles,  conservación y producción en zonas amortiguadoras y protegidas, adaptación y mitigación  del cambio climático, entre otros, en el bajo Sinú, Tierralta y ciénaga de Betancí en el municipio de Montería.

Otros ejemplos

Hay además otros ejemplos: lo que hace USAID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) en el fortalecimiento y aplicación de la justicia en zona rural, en especial a los grupos  étnicos, género y sistemas locales; las Alianzas entre organismos de cooperación internacional y organizaciones locales para impulsar el desarrollo y la democracia tanto en Montería como en el sur del departamento; la  Corporación para el desarrollo social comunitario  con el apoyo a la lucha que adelantan grupos por la tierra y el territorio; las organizaciones de desplazados, victimas, indígenas y negros; grupos de investigaciones, arte y literatura; una clase media cada vez más numerosa y mejor preparada, todavía unida a las tradicionales casas políticas y en fin, el conjunto de organismos oficiales que tienen que ver con el desarrollo rural pero que aún no logra dar satisfacciones a la población del campo.

En otras palabras, existen experiencias, organizaciones, sistemas o modelos locales de producción comunitarias a pesar de las dificultades. De esto no hay ninguna duda. Si la cultura de los grupos y comunidades locales que desarrollan estas producciones cuentan con los conocimientos, experiencias, capacidades, valores, principios, creencias y costumbres apropiadas, pueden continuar o empezar procesos continuos que les demandará el tiempo necesario, la vinculación a mercados departamentales, regionales, nacionales e internacionales, el mayor uso de tecnologías, el acceso a recursos financieros, el empleo de comunicaciones y el establecimiento de relaciones permanentes con comunidades productoras e innovadoras similares de otros países, que es lo que caracteriza a la globalización actual, complementado con políticas y programas de los gobiernos y empresas.

En cuanto la capacidad de los productores de las comunidades pobres de generar y aprehender conocimientos y adquirir valores y principios que estimulen la capacitaciones y la creatividad, está probado que lo pueden hacer como lo demuestra el proceso que siguen para crear y ordenar conocimientos, es más, tienen disposición para hacerlo como lo atestiguan a diario. Pero también aquí la participación de los gobiernos, la academia, empresas y los gremios es fundamental.

Nos falta algo: en los ejemplos que citamos,  hay expresiones de valores, principios y capacidades que no podemos descuidar en los procesos de producción y globalización. Por ejemplo: el respeto y armonía con el medio ambiente; la producción debe estar destinada a satisfacer las necesidades locales o internas sin perder de vista la exportación de los excedentes; el fortalecimiento de la cultura, la organización y los gobiernos comunitarios; la participación de los distintos sectores de la comunidad; las empresas y los negocios deben estar al servicio del bienestar de las personas; garantizar la seguridad alimentaria; la producción debe estar basada en las necesidades y deseos de la gente; rescatar la  producción integral que existía en los viejos y grandes patios, parcelas y fincas de antes.

A manera de conclusión

Para terminar vuelvo a la pregunta inicial: ¿es posible impulsar un plan de desarrollo integral comunitario rural con las características anotadas? La realidad y los ejemplos nos dicen que si es posible. Nos  falta lo siguiente: 1. Compartir experiencias con el ánimo de avanzar en oportunidades y logros comunes. 2. Estudio y capacitación que  ayuden a resolver problemas e inquietudes. 3. Que las diferencias políticas, ideológicas, étnicas, religiosas y culturales antes que separarnos nos ayuden a comprender mejor las necesidades y soluciones que requieren las comunidades. 4. Llevar a cabo experiencias pilotos en caseríos, barrios o corregimientos que reúnan las condiciones mínimas para erradicar la pobreza absoluta o alcanzar el desarrollo integral comunitario. 5. Organizar e implementar en los próximos meses el Foro Córdoba 67 años: ¿Es posible una nueva visión de desarrollo para el departamento de Córdoba? que nos ofrezca información rigurosa, experiencias esperanzadoras, propuestas viables y decisión y compromisos responsables.

 Víctor Negrete Barrera, Especial para La Pluma, Montería 26 de diciembre de 2018

Centro de Estudios Sociales y Políticos

Editado por María Piedad Ossaba