Como se envenena a los seres humanos impunemente

Hoy en Colombia nos debemos enfocar en los plaguicidas, la infancia, adolescencia y juventud rural y en el manejo de los Ecosistemas.

Lilliam Eugenia Gómez Álvarez Desde el año 2008, se realiza una conmemoración, el 3 de diciembre. Esta fecha fue establecida en 60 países por las 400 organizaciones miembros de la Red de Acción en Plaguicidas PAN, en recuerdo de más de 31.000 personas fallecidas como consecuencia de la catástrofe de Bhopal, India, ocurrida en 1984.

La Multinacional, Unión Carbide, poseía una fábrica en la ciudad de Bhopal, en el Estado de Madhya Pradesh, donde se elaboraba un plaguicida, utilizando Isocianato de metilo. Aquella noche, ocurrió una tragedia debido al escape de 30 toneladas del gas tóxico.

Monumento en memoria de las víctimas, y murales alusivos al desastre, cerca de la planta en Bhopal. 35 años después del desastre de Bhopal, cerca de 20.000 toneladas de residuos tóxicos aún yacen al aire libre en el sitio de la planta química cuya explosión causó el peor accidente industrial de la historia.

Dichas emanaciones se produjeron no sólo por la falta de mantenimiento en las instalaciones sino también  por los ahorros de costos en los procesos de fabricación, que permitía a la multinacional mayores ganancias tanto en los costos de mano de obra, como en los del proceso de fabricación.

En esta ocasión, las emanaciones del producto alcanzaron a expandirse en una extensión densamente poblada, en la que murieron más de 3.000 personas casi inmediatamente, en los tres primeros días 8.000 personas más y al menos otras 20.000 en los últimos tres decenios, las que fallecieron como consecuencia del envenenamiento y 150.000 más sufrieron graves secuelas por intoxicación crónica.

Una víctima de la catástrofe de Bhopal en una manifestación frente a la Corte de Justicia de esa ciudad. Reuters/Raj Patidar

Luego de un prolongado juicio, Unión Carbide fue condenada a pagar 470 millones de dólares por los daños ocasionados. De estos millones el Estado indio se quedó con gran parte de dicho dinero, el resto apenas ha alcanzado para pagar gastos médicos. Este juicio que solo falló en 1999, condenó a ocho (8), de los directivos de la antigua Unión Carbide, hoy Dow Company, a dos (2) años de prisión  y al pago de 10.600 dólares, equivalentes a 8.900 €  de entonces, lo que  en moneda India equivale a 600.000 rupias.

Es en recuerdo de esta tragedia que hoy el Mundo conmemora “El día mundial sin plaguicidas”; nuestro En Colombia también se evoca la conmemoración de  la tragedia ocurrida el 25 de noviembre de 1964, en Chiquinquirá–Boyacá, donde la población consumió pan contaminado con Metil Parathión (el llamado folidol), cuando la harina con la que se fabricó dicho alimento, sufrió accidentalmente el derrame de 2 centímetros cúbicos de este producto, durante su transporte entre Bogotá y Boyacá. Allí viajaron juntos el veneno insecticida órgano fosforado y la harina, sin que fuera advertido el derrame. Al hornear la masa envenenada, se produce un gas, el Paraoxono, el cual se forma al calor subir en el horno a más de 38°C. En esta ocasión, se intoxicaron alrededor de 350 personas, en su mayoría niños que en aquella mañana asistirían a los actos públicos en sus instituciones educativas.

Murieron un número aún desconocido de personas, ya que el transporte hacia las veredas salía de un sitio cercano a la panadería, las personas compraban el pan para llevar a sus casas campesinas y lo más seguro fue, que quienes en estos sitios alejados consumieron dicho producto, ni supieron de que murieron. Si el accidente no alcanzó mayores proporciones, fue gracias a la sabia y oportuna intervención del médico toxicólogo Córdoba, que con la ayuda del Señor  Duperly, quien puso su avioneta personal al servicio de este dramático suceso, para atender la emergencia llevando el antídoto Atropina, específico y necesario, que el Departamento de Antioquia poseía y que el de Boyacá requería.

Por la misma época en Taucamarca, Perú, murieron 24 niños campesinos intoxicados al consumir productos envasados en recipientes donde se almacenaban plaguicidas órgano fosforado (El Tiempo 1967). Accidente ocurrido en una escuela rural, el terrible desastre y la pérdida de vidas de 24 chiquillos campesinos, futuro no sólo del Perú, sino de la humanidad.

Estas conmemoraciones de dichas tragedias, son un llamado de alerta a la comunidad nacional e internacional, para que con argumentos veraces y serios, no se realicen actos irresponsables, como el de querer asperjar venenos desde el aire contaminando lugares naturales y zonas  protegidas. Es necesario entonces que busquemos garantizar la seguridad «Ecológica Nacional», donde los «Bienes naturales[1]» mal llamados Recursos Naturales, son propiedad Colectiva de la Humanidad, como el agua y el aire limpios, así como los suelos vivos, sin olvidar también continuar luchando para que las semillas de vida sean libres; para lograr enmarcarnos dentro de los «Derechos de la Naturaleza» los cuales siempre han ocupado y ocuparán el lugar central de nuestros debates.

Hoy en Colombia nos debemos enfocar en los plaguicidas, la infancia, adolescencia y juventud rural y en  el manejo de los Ecosistemas. Que nos lleva a poner un punto de partida en la niñez rural, cuyas escuelas e instituciones educativas, están situadas dentro o cerca de cultivos que son asperjados, mientras los infantes asisten a sus clases; el 80% de estos locales educativos carecen de vidrios en sus ventanas. Problemática que todo el país debe tener presente y buscarle una solución.

Son múltiples los casos de intoxicaciones  dados a causa de esta situación en todas las zonas rurales del país, fuera de las consecuencias que como procesos crónicos marcan la diferencia respecto a la capacidad cognitiva entre los niños campesinos y los citadinos. Lo que además agudiza la gran brecha entre el campo y la ciudad; lo que marca las diferencias que los habitantes rurales sufren, por el simple hecho de ser campesinos, en un país como el nuestro

En los últimos 20 años en Colombia se incrementó el uso en toneladas y la importación de plaguicidas en un 360 %[2] mientras que, en los últimos 45 años, la utilización del suelo para siembra aumento solo un 29%[3]. Este problema nos compete a todos los seres humanos.

Notas

[1] Con conocimiento de causa he decidido llamar Bienes naturales, y no Recursos naturales, ya que en el Capitalismo un Recurso es algo para gastarse. Tanto en el discurso, como en el lenguaje se debe ser coherente, es decir se debe tener un pensamiento crítico y no utilizar las palabras del  sistema. (Concepto desarrollado por Lilliam Eugenia Gómez Álvarez)

[2] Banco Mundial, 2015 BOGOTÁ D. C., 12 de noviembre de 2015 — Agencia de Noticias UN Banco Mundial, 2015, en línea <http://agenciadenoticias.unal.edu.co/detalle/article/en-20-anos-colombia-aumento-uso-de-plaguicidas-en-un360 >

[3] Censo agropecuario – DANE, 2014, en línea < https://www.dane.gov.co/files/CensoAgropecuario/entrega-definitiva/Boletin-1-Uso-del-suelo/1-Boletin.pdf . > p.45

Lilliam Eugenia Gómez Álvarez especial para La Pluma y Tlaxcala, 23 de diciembre de 2019

Editado por María Piedad Ossaba

Publicado por La Pluma y Tlaxcala

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